CRISIS CON PRECIOS POCO ACCESIBLES Después de fin de año bajó abruptamente el consumo de la carne El frigorífico de Resistencia sufrió una caída en la faena del 35 por ciento respecto del mes anterior, en un contexto de baja demanda.
Según la última estadística de la Cámara de Comercio de la Carne, los argentinos consumieron en 2019 casi un 10 por ciento menos que en el año anterior, lo que se traduce en casi 6 kilos menos en promedio interanual.
Ante este dato, NORTE consultó a matarifes del Frigorífico Resistencia, quienes aseguran que la situación del sector cárnico chaqueño sufre los mismos avatares económicos que el resto del país.
Es así que este medio dialogó con Luis Sotelo, presidente de la empresa cooperativa Unidos Ltda., quien afirmó que durante el mes de enero bajó el número de faena respecto del mes de diciembre, que es el mes en que más se faena por las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Sin embargo, el dirigente aclaró que los meses de enero, febrero y marzo ‘son épocas difíciles en las que baja nuestra faena, lo que nos lleva a salir a ver las posibilidades de vender nuestro producto a un precio accesible, por el hecho de que tenemos gastos fijos y tenemos que cumplir con todos los impuestos y con nuestros socios, que son los obreros‘.
En este sentido, Sotelo indicó que durante el mes pasado el costo del ganado vacuno en pie tuvo un incremento del 20 por ciento, en lo que respecta al animal proveniente de feedlot.
‘En el mes de diciembre hubo aumentos por parte de los feedloteros, que hacen lo mismo de todos los años porque sus terneros no engordan‘.
Acerca de esto, especificó que la carne tiende a aumentar en esta época porque los feedloteros paran durante los meses de calor, por el hecho de que resulta complicado engordar al animal en verano, debido a las altas temperaturas.
‘Hay menos feedlots funcionando y por eso aumenta‘, expresó el dirigente.
Del feedlot a la mesa Para entender el proceso de agregado de valor que realiza la empresa frigorífica, Sotelo explicó que actualmente el kilo de ternero vivo proveniente de feedlot sale entre 93 y 95 pesos.
De ahí se suma todo lo que hace el frigorífico, como ser el traslado del animal, su posterior faena y los correspondientes impuestos que tributa este sector.
El resultado de este proceso da un promedio de entre 170 y 200 pesos el kilo ‘viniendo a buscar la media res en el gancho de acá, del frigorífico‘ agregó Sotelo.
No obstante, si uno no puede tomarse el trabajo de ir hasta las instalaciones de la empresa, en la carnicería se agregan los costos del hombreador de la media res, del chofer y del traslado que, por consiguiente, hace que su costo se incremente aún más. ‘Los precios se sienten. Cuando arrancamos con los aumentos vimos cómo bajó la venta, entonces tuvimos que achicar los márgenes y aguantar hasta que se regularice‘, lamentó Sotelo.
Además, el dirigente de los matarifes capitalinos expresó los distintos obstáculos que se presentan mes a mes en la empresa. “Antes teníamos un promedio de faena de tres mil cabezas por mes, pero se vino abajo por las nuevas restricciones que nos aplicaron. Estamos atrasados en el pago de la boleta de luz, en impuestos, y nos sacaron la matrícula de matarife abastecedor, lo que nos impide comprar ganado para faenar y vender.
Lo único que podemos hacer es servicios para terceros”, manifestó Sotelo. No obstante, las 32 matrículas que le permiten abastecer a carnicerías de Resistencia, Vilelas y Barranqueras son fundamentales para que esta empresa de 120 empleados siga funcionando.
“Para las cooperativas del sector cárnico fue fatal, tuvimos que tener cintura para seguir trabajando”, manifestó el hombre a cargo de la Cooperativa Unidos Ltda., que a pesar de las vicisitudes de la economía, con esfuerzo y trabajo en conjunto logra mantener en pie a uno de los últimos bastiones de la industria cárnica chaqueña.
En la mañana de ayer, NORTE recorrió pollerías de la ciudad de Resistencia, y también notó la preocupación de los comerciantes del sector por la baja del consumo.
Así lo demostró Claudia Ramírez, propietaria de la avícola Cabral, ubicada al 206 en la calle del mismo nombre.
La comerciante afirmó a NORTE que el año pasado habían bajado un 20 por ciento las ventas, pero que este año esa cifra asciende casi al 50 por ciento.
En cuanto al precio, la trabajadora aclara que hubo aumentos “pero a comparación de carne vacuna gue siendo más barato”.
“Cuando nosotros abrimos hace 6 años había más consumo, y la caja de pollo estaba más barata. Pero desde ese momento el pollo aumentó un 100 por ciento, pagábamos 150 pesos la caja de pollo cuando abrimos y ahora pagamos casi 1600”, indicó Claudia.
“Los últimos 3 años fueron de terror. En las fiestas compraba unas 50 o 60 cajas para vender en esa semana, y ahora vendí apenas 20. Es muchísimo lo que bajó el consumo”, lamentó Claudia, que además expresó que “antes vendía 50 cajas por semana y ahora estamos en 20 o 15”.
Fuente: Diario Norte
Domingo, 26 de enero de 2020
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