La beba, que nació el 3 de abril y estuvo doce horas en una heladera de la morgue del hospital central chaqueño porque los médicos que asistieron el parto la dieron por muerta, cumplió ayer 56 días de vida y afronta severas complicaciones.

Si bien los médicos del Perrando nunca dejaron de calificar su cuadro como “grave”, este es uno de los momentos más difíciles de la niña, a la altura del vivido a mediados de abril, cuando un paro cardiorrespiratorio y hemorragias internas casi la llevan a la muerte.

Nuevas adversidades

Luz, que el domingo próximo cumplirá dos meses de vida, padeció nuevas complicaciones a partir del fin de semana, justo cuando lograba salir de una neumonía que había contraído en la terapia intensiva de la sala de neonatología del Perrando.

El sábado, cerca de la medianoche, sufrió una descompensación que le bajó a valores mínimos su frecuencia cardíaca y obligó a practicarle tareas de reanimación. La beba respondió de manera positiva, pero aparecieron también convulsiones y una hemorragia digestiva que impidieron estabilizarla.

Por eso el lunes se aceleraron los contactos que desde diez días antes se habían establecido con especialistas del Hospital Italiano para un traslado, y por la noche se resolvió llevarlo a cabo ayer. Para ello la provincia contrató un avión sanitario privado, de alta complejidad, especialmente equipado para casos tan delicados como el de Luz. A bordo había aparatología adecuada para monitorear la actividad cardíaca de la criatura y eventualmente hacer frente a un paro.

El operativo comenzó con la llegada a Resistencia, cerca del mediodía, de médicos del área de cuidados intensivos neonatales del Italiano. Ellos condujeron las acciones desde el Perrando hasta el aeropuerto de la capital chaqueña y luego los cuidados de la niña durante el vuelo y la posterior llegada al Aeropuerto de San Fernando, pasadas las 15. Desde allí la ambulancia que transportó a Luz hasta el hospital fue escoltada por policías para facilitar su arribo a destino.

Estudios neurológicos

El Ministerio de Salud del Chaco informó que el traslado de la niña se decidió para que acceda “a estudios de alta complejidad que permitirán determinar acciones terapéuticas futuras”.

La jefa del Servicio de Neonatología del Hospital Perrando, Griselda Camors, dijo en los últimos días que Luz “antes de partir estaba estabilizada, con buena frecuencia cardíaca, buena tensión arterial y parámetros de respirador moderados, lo cual permitió hacer la derivación”.

El equipo médico del Italiano estuvo encabezado por la médica Maritza Márquez. Ella dijo que en Buenos Aires Luz será sometida a estudios “para completar el análisis que refiere a la evolución neurológica de la bebé en el transcurso de sus días de vida”.

Hasta ahora los profesionales que atendieron a la niña consideran probable que haya sufrido daño cerebral por los avatares padecidos en las primeras horas posteriores a su nacimiento, pero sostienen que la magnitud de esos perjuicios no puede dimensionarse aún.









Fuente: Diario Norte