Sociedad
Ser narcisista
El narcisista tiene una sola meta en la vida: que lo miren, reconozcan, aplaudan, estar en el centro, etcétera, porque es un dependiente emocional del reconocimiento. Como se sienten únicos buscan un trato especial y siempre exagera sus logros. Dicen “yo valgo y vos no”, mientras que la gente que se acepta y tiene una buena estima dice “yo valgo y vos también”.

Martes, 3 de julio de 2012
La persona narcisista aplasta a los demás y se rodea de personas que lo admiran y adulan, porque en realidad no pueden profundizar en una verdadera amistad; cada aplauso es “un diamante más en su corona afectiva”. Se lo reconoce fácilmente, ya que de cualquier tema que estén hablando, él termina en autorreferencia. Y esa inseguridad interior está sobrecompensada en una falsa seguridad para tratar de ocultar el vacío interno que tienen. Los psicoanalistas dicen: “Dime de qué te pavoneas y te diré de qué careces”.
Los narcisistas suelen ser triunfadores porque son arriesgados, se creen únicos y no evalúan. En ellos conviven el “yo social”, que es el que muestran, y el “yo interno”, que está vacío, tiene carencia de afecto y necesita ser admirado. Entonces, cuando se apagan las luces vuelven a estar tristes.
Aunque la mirada del otro es importante –especialmente de otros significativos–, no podemos construir nuestro valor en base a ellas, porque la mirada del otro un día nos mira bien, otro día nos mira mal, entonces nuestra vida es un sube y baja emocional.
El narcisista no quiere mostrar sus vulnerabilidades, tiene miedo de mostrar sus debilidades; pero somos fuertes cuando podemos mostrar y reconocer nuestras debilidades.
Anunciar y blanquear nuestros errores nos libera de mantener una imagen que nos gasta energía que, a la larga, todo el mundo se da cuenta y nos distancia de nuestra verdadera autenticidad.
Fuente: Infonews