Sociedad
“El freno de emergencia no respondió, no escuché la salida de aire del freno”
Marcos Córdoba, el conductor de la formación, explicó estación por estación todo lo que hizo y cómo respondió el tren.

Miércoles, 4 de julio de 2012
Intenté varias veces girando la palanca pero no pude encontrarla. Entonces giré la palanca a la posición de emergencia, esto ya fue en el andén, a unos 100 metros del paragolpes aproximadamente. Pero la emergencia no respondió, yo no escuché la salida de aire que se debía escuchar ante el frenado de emergencia... lo que hice fue aferrarme a las manijas tanto de hombre muerto como de freno y ahí es donde me paro y recibo el impacto”. El relato de Marcos Antonio Córdoba, el motorman del tren que el 22 de febrero se estrelló contra el extremo del andén número dos de la estación de Once, desnuda sus presuntos errores y también las condiciones en que día a día desarrollaba su trabajo.
En nueve páginas contenidas en la causa 1701/12, que tiene el juez Claudio Bonadío, Córdoba explicó que la manija de freno que accionó aquel día carecía de ranuras de traba indicativas de las distintas posiciones de acción. “La válvula presenta una serie de ranuras, donde la traba hace tope, lo cual facilita la colocación de la manija en la posición buscada por el motorman. Si no la tiene esa posición debe ser buscada intuitivamente... sin la traba busco la posición de frenado auditivamente cuando escucho la salida del aire. En esos últimos metros yo no escuché la salida de aire”, explicó Córdoba, según documentación a la que accedió Tiempo Argentino.
El juez Bonadío le preguntó por qué no avisó que venía con problemas en el recorrido. Córdoba resumió la habitualidad con que resolvía problemas habituales: “El tren frenaba, no avisé porque el único problema antes del accidente era que tardaba un poco más en frenar.”
El motorman describió ante Bonadío, estación por estación, el recorrido de aquella mañana. “Entre la estación de Morón y Haedo no hubo ninguna particularidad”, pero rumbo a Ramos Mejía “el freno ya no se sentía igual, es decir, tenía un agarre no instantáneo, esto es lo que se conoce como freno largo.” Y continúa: “Al llegar a Liniers volví a cortar la aceleración y apliqué freno. Acá siento una anomalía, el tren se pasó un poco del final del andén. La anomalía se sintió ya que el freno estaba largo, por lo que iba costando detener el tren.” En Villa Luro el freno funcionó correctamente, pero “en Floresta el tren quedó justo en el límite de la estación y allí la puerta quedó de tal modo que la gente no podía bajar. Entonces, una vez detenido, paso la manija de marcha hacia reversa y les doy un punto para que el tren retroceda un poco y así el pasaje puede subir y bajar.” En Flores “frenamos bien” y en Caballito “frené justo”. Córdoba aclaró que en su primera declaración se confundió con otra estación en la que la formación siguió de largo.
“En los últimos 200 metros ingreso al andén. Desde la señal lo dejo ir por inercia, voy frenando, haciendo uso del freno”. El motorman reconoce una conducta que probablemente le cueste el procesamiento: colocó en “neutro” el sistema de “hombre muerto”, que corta la aceleración ante un desmayo del conductor. El motorman explicó: “El hombre muerto no es un freno adicional... le saco la aceleración y pongo la otra manija en neutro, por el uso y costumbre, es como un descanso que le di a la mano porque el dispositivo de hombre muerto cansa. Lo puse en neutro cuando estaba ingresando al andén, que fue el mismo momento en que comencé a buscar la posición de freno de servicio. No implica que no haya aplicado la emergencia. Puse la posición de neutro e hice todo el servicio con la aplicación manual de freno (...) estaba en pleno conocimiento, no me había desvanecido”.
Córdoba describió que “no todas las formaciones frenan igual, algunas se aplica freno y responden enseguida, otras tardan mucho más. Tanto entre las formaciones viejas como en las nuevas, siempre frenan distinto”. ¿Cómo actuaba en cada caso? “Cuando me siento en la cabina de conducción aprecio cómo es el frenado y así tomo las precauciones correspondientes. No tenemos una planilla con el seguimiento cómo funciona cada formación. En la escuela no nos enseñan esto, uno lo aprende con la práctica una vez que ya es motorman.”
Fuente: Tiempo Argentino