La suma, según su última declaración jurada presentada ante la Oficina Anticorrupción en 2011, supera los 3 millones de dólares. La operación que se terminó de concretar la semana pasada cuando la presidenta transformó sus poco más de 3 millones de dólares en pesos, tiene como objetivo cambiar la mentalidad de los argentinos que viven pensando en la moneda estadounidense, además de ser coherente con los controles que el Estado está aplicando sobre la compra de la divisa.
Sin embargo, aún se desconoce si el resto de los integrantes del Gabinete nacional y funcionarios oficiales siguieron el pedido presidencial y convirtieron sus ahorros en dólares a pesos. El 6 de junio, durante un discurso, la mandataria adelantó que cambiaría de moneda sus ahorros y les pidió a los funcionarios que siguieran la misma línea. En especial se dirigió al senador Aníbal Fernández, a quien le dijo que tenía que ser "el primero de la fila y con bonete", después de ciertas declaraciones polémicas de Fernández sobre sus ahorros. La mandataria se sumó a la pesificación luego de que el periodista Víctor Hugo Morales instara a funcionarios, empresarios y otros colegas a que defendieran este modelo y cambiaran la moneda de sus ahorros.




Fuente: Tiempo argentino