El interior El timbó que se transformó en puerto Por Beatriz Aquino - Hace 128 años se decidió que un pueblo llevara el nombre de Timbó, un frondoso árbol que definió la historia para siempre. Ese árbol fue elegido para amarrar las embarcaciones de los conquistadores. De esa manera, conquistadores y conquistados lucharon para convivir en la misma tierra chaqueña, abasteciéndose de las riquezas del río Paraguay.
Ambas historias de distintas etnias y razas dieron a luz al lugar estratégico que se llamó después Puerto Bermejo. Sí, el árbol que se transformó en pueblo, el pueblo se transformó en río y el río hasta hoy continúa dando vida y muerte. La misma búsqueda que hace más de un centenar de años, la fuerza de la naturaleza por persistir en su cauce dio muerte a la construcción del ser humano por edificar sobre él.
Después de tantos años lograron darse cuenta que naturaleza y ser humano, pueden relacionarse con respeto y común unión, así nació el Nuevo Puerto Bermejo, donde todavía hay mucho por hacer y crecer. Recordando el pasado solo como experiencia indeleble, tanto de tristes como reconfortantes historias, personas que jamás bajaron los brazos a pesar del dolor y la destrucción. Personas que continúan luchando para ver a su pueblo siempre de pie.
Las raíces se mantienen en pie
El Nuevo Puerto Bermejo aunque ya tiene otra mirada y otros pensamientos de vida cotidiana, los objetivos son los mismos, de los primeros inmigrantes que llegaron a esta tierra.
Los niños y jóvenes en los colegios, la construcción sin descanso de nuevas viviendas para las personas que todavía se encuentran en el pueblo histórico, las avenidas y calles iluminadas, y el festejo semanal infaltable en cada aniversario.
Los mayores continúan contando la historia para que se refresquen las memorias de toda la comunidad cada año, con el afán de la armonía y superación, como también, contagiar el esfuerzo y valentía para que la memoria se multiplique de generación en generación.
Fuente: Diario Norte
Domingo, 14 de octubre de 2012
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