Economia
Seis de cada diez trabajadores de clase media aseguran que su ingreso no les alcanza: solo pueden "subsistir
Un estudio revela el retroceso de la clase media argentina: pierde peso económico, reduce consumo y redefine su identidad entre expectativas y resignación
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Martes, 11 de noviembre de 2025
Un estudio reciente advierte una modificación profunda en la estructura social del país y muestra que el sector tradicionalmente asociado al ascenso y la estabilidad se achica: apenas el 43% de los hogares permanece dentro del segmento medio. El 52% ya pasó a la franja de menores ingresos y solamente el 5% integra el grupo de mayores recursos
La investigación, titulado "Esperando la Carroza: la clase media Mafalda se diluye" y llevado a cabo por la fundación Pensar junto con la consultora Casa Tres, se realizó a partir de una encuesta nacional sobre 2.319 hogares entre septiembre y octubre, complementada con datos del INDEC.
Según explicó Guillermo Oliveto, fundador de la consultora, "la clase media fue históricamente el corazón del imaginario nacional. Hoy vive un proceso de mutación: sigue siendo aspiracional, pero perdió seguridad y previsibilidad".
Ingresos reales vs. percepción social
El estudio establece que un hogar se considera de clase media cuando sus ingresos mensuales se encuentran entre $2.000.000 y $6.500.000, de acuerdo con la canasta de consumo más reciente.
Aun así, la autopercepción va por otro camino: el 65% de los encuestados se define clase media, aunque sus ingresos no lo acompañen. El informe lo sintetiza en una frase: "La clase media argentina sigue existiendo en el imaginario colectivo, aunque sus condiciones materiales la hayan empujado hacia abajo".
De consumidor aspiracional a consumidor resignado
El retroceso del poder adquisitivo impacta de lleno en los hábitos de compra. El 54% afirma que tiene mucha menos capacidad para consumir que hace un año, y el 55% considera que la clase media se está reduciendo.
El documento introduce una figura nueva: el "consumidor sacrificial", que sustituye al histórico consumidor aspiracional. El consumo ya no representa progreso, pero sí esfuerzo para cubrir lo indispensable.
Las prioridades se reorganizan:
Salud
Educación
Alimentación
Todo lo demás se posterga. Asimismo, el 41% de los argentinos siente que vive peor que sus padres, mientras que solo 1 de cada 4 percibe una mejora.
Trabajo sin ascenso: el fin de una promesa
El empleo, tradicional motor del ascenso social, también entra en crisis. Seis de cada diez integrantes de la clase media sostienen que su trabajo apenas les permite "subsistir".
La falta de aumentos reales, la precarización y la imposibilidad de proyectar dejan una conclusión contundente en el informe: "El futuro dejó de ser una promesa y se convirtió en un esfuerzo por sostener lo básico".
Una identidad en proceso de redefinición
La pertenencia a la clase media comienza a abandonar el indicador de ingresos para apoyarse en valores culturales y aspiraciones. La volatilidad económica, la inflación persistente y la incertidumbre laboral generan un clima donde la estabilidad ya no es parte del horizonte.
El documento concluye que la clase media argentina atraviesa un cambio de identidad, en el que la pertenencia ya no depende tanto del ingreso, sino de valores culturales y aspiraciones.
La línea que separa a la clase media: cuánto hay que ganar en noviembre 2025 para mantener ese nivel
a clasificación socioeconómica de los hogares argentinos se determina a partir del nivel de ingresos familiares, según criterios establecidos por distintos organismos estadísticos. Esta segmentación permite identificar los límites que separan a los sectores de menores recursos de los denominados sectores medios y altos, y se actualiza periódicamente de acuerdo con la evolución de los precios y los ingresos.
Un reciente informe de la consultora LCG, elaborado a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), indica que durante el último año cerca de 7,7 millones de personas se incorporaron a la clase media en Argentina. Este incremento se explica principalmente por la desaceleración de la inflación en los últimos meses, que permitió cierta recuperación del poder adquisitivo en los hogares de ingresos medios.
A nivel local, los datos del Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (IDECBA) ofrecen una referencia concreta para determinar cuánto debe ganar una familia porteña para ubicarse en cada estrato socioeconómico. Las cifras provienen del informe mensual "Líneas de pobreza y canastas de consumo para la Ciudad de Buenos Aires", que detalla los valores de las canastas básicas y los límites de ingresos que definen a cada segmento social.
Según los valores vigentes en noviembre de 2025, un hogar tipo compuesto por dos adultos económicamente activos y dos hijos menores necesita más de $1.597.902,17 por mes para ser considerado parte del sector medio frágil en la Ciudad de Buenos Aires.
A partir de los $1.997.377,71 mensuales, ese mismo hogar pasa a formar parte del sector medio o clase media, mientras que los hogares cuyos ingresos familiares superan los $6.391.608,68 son clasificados dentro del sector acomodado o clase alta.
FUENTE: IPROFESIONAL