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Interior El calor implacable potencia el grave problema del agua Mientras se aguarda la concreción de la tan ansiada repotenciación del actual y la construcción del segundo acueducto, el drama del agua que afecta a gran parte de la población genera muchos inconvenientes en distintos puntos de la ciudad pero especialmente en los barrios, donde acceder al servicio de la red y almacenar el líquido vital resulta toda una odisea. Mientras se aguarda la concreción de la tan ansiada repotenciación del actual y la construcción del segundo acueducto, el drama del agua que afecta a gran parte de la población genera muchos inconvenientes en distintos puntos de la ciudad pero especialmente en los barrios, donde acceder al servicio de la red y almacenar el líquido vital resulta toda una odisea.
Desde hace varios años la llegada de la temporada estival sigue mostrando la misma postal de generación de muchos inconvenientes para la ciudadanía en el afán de hacerse del volumen necesario para la subsistencia. Vecinos en sus domicilios que permanecen hasta altas horas de la noche para extraer el líquido o espacios públicos colmados con largas colas de varias cuadras en las canillas para acarrear lo poco que se obtiene. El segundo acueducto es la obra que definitivamente solucionará los inconvenientes de provisión de agua potable al interior, pero mientras tanto quedan todavía algunos veranos de enojos y utilización, por parte de los vecinos, de todo tipo de artilugios para hacerse del preciado líquido vital.
La disponibilidad de agua en la red de la ciudad de Sáenz Peña es ya casi un milagro. El acueducto tan festejado hace treinta años atrás, con la falta de inversiones y el crecimiento de ciudades y pueblos del interior que demandan agua, hoy pasó a ser el servicio maldecido por cada vecino que mensualmente paga la factura y de las canillas no cae una gota.
“El problema de los vecinos también lo padece el empleado de Sameep, el obrero o el técnico, porque se hace todo lo que humanamente está a nuestro alcance para mitigar el impacto que significa que el agua que llega desde Barranqueras no es suficiente para satisfacer la demanda”, dice el ingeniero Adolfo Consi, jefe de Zona II de Sameep. Mientras todo esto ocurre las quejas se multiplican por cientos de vecinos que demandan rapidez en la solución de esta problemática.
La situación crítica en los barrios
La escasez del líquido elemento muestra sus puntos más críticos en los barrios de la ciudad donde los vecinos deben recurrir a canillas o cisternas públicas para hacer largas colas para poder almacenar agua para las distintas necesidades domiciliarias.
Uno de los casos testigos es el del barrio Ginés Benítez, aunque el panorama se multiplica en distintos puntos de la geografía termal, ya que a medida que la ubicación del barrio sea más alejada de las estaciones de distribución de la empresa Sameep la situación se torna más grave.
El malestar vecinal
En ese sector, los vecinos comentaron a NORTE durante una recorrida realizada en la mañana de ayer que no tienen agua a pesar que desde hace varios meses se realizó el tendido de red.
Elsa Juana Vargas, vecina del lugar fue una de las que graficó la crítica situación: “acá en esta zona sufrimos mucho la falta de agua” dijo mientras junto a sus hijos estaba en uno de los espacios comunitarios de los cuales los vecinos se proveen de agua.
“Esta canilla -en realidad es una manguera que sobresale de la superficie del suelo- tiene agua hasta cerca del mediodía y después a la noche pero hay veces que durante algunos días tenemos que ir a buscar hasta el campo para poder tener algo de agua en casa” agregó.
Según relataron los vecinos todos los días el panorama es el mismo, largas colas por las noches “esto es así todos los días” dijo Cristian López que en su bicicleta se aprestaba a acarrear hacia su domicilio algunos bidones, quien agregó “yo vengo de varias pero tengo bici, pero hay otra gente que recorre más distancia y lo tiene que hacer a pie3” explicó.
Daniel Giménez otro de los vecinos consultados indicó a este diario que “todos los días hay lagas colas de vecinos para buscar agua, vienen de todos lados a buscar agua, incluso gente en autos viene” dijo. El vecino dijo que hasta el momento “no hay mayores inconvenientes con esta canilla ubicada en calle 13 y 36- pero para esta época el año pasado empezamos a tener problemas; incluso hace una semana tres días estuvimos sin agua por lo que tuvimos que recorrer más cuadras hasta el Tiro Federal para poder acarrear agua y tememos que ocurra lo mismo”.
También en el Ramseyer
Otro de los que por estos días sufren inconvenientes con la provisión de agua potable son un buena parte de los vecinos del barrio Ramseyer según el testimonio de Marcelo Quintana, un vecino al que NORTE entrevistó en el centro de la ciudad.
Si bien este hombre se consideró un “privilegiado” pues adujo no tener inconvenientes mayores con el servicio no ocultó que en su barrio existen problemas ya que “algunos vecinos que viven a la vuelta de mi casa, hacia el norte de la cale 21 tienen serios inconvenientes durante gran parte del día”.
“La verdad es que esta situación no se aguanta más y se deberán extremar las medidas para acelerar soluciones de emergencia para esta situación porque estamos entrando en el verano y seguramente viviremos la misma película de todos los años” apuntó.
Quejas por el monto de las tarifas
En el caso del barrio Yapeyú algunos sectores no solo se quejan de los problemas con el servicio sino también por el monto de las facturas que llegan a los domicilios que en muchos casos superan los 100 pesos.
“La verdad es que los montos que debemos abonar en cada factura considero son hasta casi excesivos ya que en la actualidad el servicio no se condice con las facturas que debemos abonar” sostuvo un grupo de vecinos que prefirieron mantener en reserva sus nombres los que agregaron “son costos de un servicio que hoy no tenemos” agregaron.
Fuente y foto: Diario Norte
Martes, 4 de diciembre de 2012
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