Torneo final Ahumada lo volvió loco  All Boys empató gracias al volante ex River, que jugó un partidazo y dejó con toda la bronca a Godoy Cruz. El equipo que conduce Palermo empezó ganando, pero no jugó bien y se quedó con las ganas de llevarse tres puntos.
Oscar Ahumada es un futbolista que quedó marcado por una declaración políticamente incorrecta e impopular hace casi cincos años. Su nombre se convirtió en sinónimo de “silencio atroz” y nada de lo que hiciera podía borrar esas palabras. No importaba si jugaba bien, mal o más o menos, estaba preso de sus dichos y tuvo que irse de River para dejar de ser una frase. Probó suerte en México, pero fue en Floresta donde se reencontró con el fútbol, con su mejor versión y hasta con la idolatría. “Ahumaaaada, Ahumaaaaada”, se escuchó ayer en el Islas Malvinas después del 1-1 entre All Boys y Godoy Cruz, en el que el volante central no solo fue la figura de la cancha, sino en el que convirtió su primer gol por torneos de AFA.
Al partido no le quedaba mucho tiempo, el reloj se acercaba a las 19 pero el sol no les daba tregua a los jugadores. Ahumada se acomodó la manga de la camiseta como si tuviera la cinta de capitán y habló con el árbitro Silvio Trucco. La cinta estaba en el brazo del arquero Nicolás Cambiasso, pero el dueño del equipo era el número 14 que estaba en el centro de la cancha. Es que no hubo jugada de All Boys que no pasara por sus pies. En realidad, no hubo una jugada clara del local que no pasara por él. En medio de tantos despejes, de tantos centros frontales y de tantos choques, Ahumada se ocupó de clarificar el juego. Mientras todos corrían, prefería parar la pelota y ver como sus rivales pasaban de largo. Con el campo de juego de frente, decidía con quien jugar y el elegido solo tenía que ocuparse de recibir la pelota. Su problema era que los elegidos volvían a imprimirle a juego una velocidad innecesaria que arruinaba el trabajo que se había tomado para limpiar la jugada.
En el peor momento de su equipo, durante la primera mitad, Ahumada se destacó por sobre el resto y fue la resistencia del Albo ante un Godoy Cruz que manejó la pelota sin profundidad. Y en el mejor momento de su equipo, durante la segunda mitad y gracias al aporte del colombiano Santiago Muñoz Montoya, Ahumada consiguió el empate que tanto buscaban sus compañeros. Con ese zurdazo desde la puerta del área se ganó la primera ovación de la tarde. Se reencontró con una de las cosas más lindas que tiene el fútbol, y por Floresta a nadie le importan sus declaraciones: lo quieren por su fútbol.
Fuente: Infonews
Domingo, 10 de febrero de 2013
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