“El show debe continuar”, dicen generalmente los protagonistas principales de un espectáculo. Pero un árbitro se tomó la recomendación muy al pie de la letra, llegando al punto de pasar un papelón cómico. Unas fuertes lluvias azotaron la zona y hasta debieron recurrir a bombas para intentar extraer la gran cantidad de agua que había en el campo de juego, pero esto no evitó que se jugara un cotejo correspondiente a la Liga de Kazajistán.



En un momento del compromiso en cuestión, la pelota se fue al córner, lugar donde el campo se veía completamente anegado e imposible para la práctica normal de las acciones. Los futbolistas rechazaban ejecutar el tiro libre ante dichas condiciones, pero el juez se los ordenó de inmediato. Primero, intentaron ejecutarlo con la mano, apelando a la distracción del referí, y luego, como no pudieron lograrlo, lo hicieron al mejor estilo fútbol playa. Insólito y divertido.






Fuente: Playfutbol