Espectaculo Cirse exhibe toda su fuerza para seguir creciendo en "Rompiente” La ascendente banda rockera adelantó su tercer disco, con el que aspira a instalarse en la primera fila de la escena local. Además, Dos más Uno exhibe sus conocimientos del folclore latinoamericano y las uruguayas Guachass entregan una rica dosis de rock stoner y garagero de alto nivel.
CIRSE, “ROMPIENTE”
La banda de rock alternativo y de punk-pop liderada por Luciana Segovia, se apresta a lanzar su tercer disco “Rompiente”, que estará en la calle en un par de semanas, con canciones que ratifican el crecimiento de la banda y abren nuevos caminos al recorrer el camino del rock alternativo. Vinculada por estilo a artistas extranjeros con Paramore, Avril Lavigne y Evanescense, los Cirse registraron un fuerte crecimiento en los últimos dos años en materia de convocatoria de público, participando en festivales importantes y llenando lugares cono Vorterix, el Roxy Live y la Trastienda por las suyas. Luego de la oleada que genero “Imaginario”, su álbum anterior, Télam accedió a la sede del comando de Cirse en Adrogue para escuchar las nuevas canciones en las que trabajaron durante el primer semestre del año, alternando las grabaciones con los conciertos. Junto a Segovia, llevan adelante este la movida de Cirse, Gabriel Leopardi y Christian Nek Bonelli en guitarras, Martín Magliano en batería y Sebastián Leopardi en bajo desde el 2003. El arma principal es la fuerza y la capacidad vocal de Segovia y su carisma en el escenario, que la llevaron a ser identificada como una de las figuras del rock alternativo adolescente, el hardcore melódico, una escena que hoy tiene muchos representantes. Pero la banda decidió ampliar sus horizontes y en esta “Rompiente” con la que buscan instalarse ya en el escenario principal del rock local, apostaron a una paleta de colores más amplia, sin perder su esencia, su espíritu guitarrero. Por esa razón el disco abre con canciones fuertes poderosas como “Miedos”, “Desinféctame”, en los que la cantante y letrista encara situaciones de opresión psicológica con un mensaje de superación personal, para luego meterse en un conflicto de pareja saldado a alta velocidad por las guitarras de Leopardi y Bonelli, mientras que la base mantiene poderosa y con gran despliegue para sostener todo. “Una de las canciones más logradas del disco es “Inocencia” que viene en un tiempo más lenta y con estribillos potentes y pegadizos, mientras la base con un groove juguetón sostiene el trabajo de los guitarristas y el despliegue de la voz de Segovia. “Rompiente” es la declaración de principios de la banda, un raconto elíptico del camino transcurrido y algunos trazos de los deseos y anhelos de de todos los integrantes de Cirse, un grupo que se sigue manejando de manera independiente y autogestionada. “Desde adentro” tiene ciertos aires a los viejos Chilli Peppers, por el trabajo a lo Frusciante de las guitarras, mientras “Apuesta” es un medio tempo en el que la cantante habla de los riesgos de dejarse llevarse por el deseo hacia un hombre, siempre sostenida por el trabajo de los instrumentos. “Ritual” es una de las más power y más cercanas al hardcore y aunque Segovia trata de contar una historia de pareja, sin dudas, su visión de que la música sirve y ayuda a la gente, se involucra y puede convertir a la canción, en un himno de la tribu que sigue al grupo. A mitad del camino, la canción baja unos cambios y Segovia parece pedir disculpas con “me deje llevar”, sin perder sensualidad. En “Hoy”, los guitarristas comienzan a puntear y a trazar arabescos para dejar otro sentado otro tema a medio tempo que luego gira a balada a rockera, con buenos arreglos de los guitarristas.
DOS MAS UNO, “DOS MAS UNO”
Bajo la batuta guitarrística del chaqueño Marcelo Dellamea, este terceto de música popular latinoamericana ofrece un personal y virtuoso lenguaje para acercarse a una atmósfera conocida y revitalizada desde el virtuosismo. Junto a su hermano Hugo (que también ejecuta la viola y canta con enorme personalidad) y al preciso percusionistas Ariel Sánchez, Marcelo no se esfuerza por disimular los pergaminos y los sonidos que asimiló tocando con Luis Salinas y Chango Spasiuk y logra desarrollar un discurso propio. Ese carácter se aprecia en un par de piezas propias (“La oscurecida” y “Triana”), pero fundamentalmente en las audaces, atrevidas y logradas versiones que igualan en belleza y estética a obras tan disímiles como “Nocturna”, de Julián Plaza, “La casa de al lado”, de Fernando Cabrera, “Los ejes de mi carreta” de Atahualpa Yupanqui y Romildo Risso, “Amarraditos” de Margarita Durán y Pedro Belisario Pérez, “Monte purahei”, de Avelino Flores, “Invierno porteño”, de Astor Piazzolla, y “Canción de las simples cosas” de César Isella y Armando Tejada Gómez. La expresión y la ductilidad puestas al servicio de un repertorio valioso, logran entregar un testimonio actual y de atractivo futuro para este terceto de enorme musicalidad.
GUACHASS, "PALADAR NEGRO"
Segundo disco de esta banda uruguaya compuesta por dos hombres y dos mujeres, que desarrollan un rock valvular, cercano al heavy con muchos colores stoner, bajos y violadas saturadas con mucha potencia y una cadencia por momentos frenética y por momentos fumona. El disco esta editado por el prestigioso sello indie local Oui Oui Records y contiene 11 canciones en las que se presentan climas psicóticos, de frenesí, psicodélicos, fumones y de mucha locura como de una psicodelia metalera. Es notable el trabajo de la guitarrista Mariana Gascue, que hace que su Gibson SG, te atrape en el medio del desierto y lleve la oyente a una experiencia lisérgica de la mano de la vocalista Camila Jettar. La base compuesta por Nicolás Taparauskas en bajo y Federico Molinari en voz va a adaptándose a cada canción, por momentos sonando poderosa y veloz y en otras, lenta, aletargada, profunda y oscura como una fosa submarina. Canciones como “Montevideo” ofrecen una visión diferente de la capital uruguaya, completamente alejada de percusiones murgueras y que se acerca más a la recorrida de un monstruo nocturno por las calles de esa metrópoli. El disco fue grabado en cinta en forma analógica en el estudio El Aticc de Buenos Aires y eso lo acerca al sonido valvular y saturado que busca el grupo que se logra en “Amitski” que remite al viejo Black Sabbath y al mejor Kiss. “Ojos de lobo” arranca con un claro punteo que se va poniendo cada vez más denso y pesado hasta recordar a Turbonegro, mientras Jettar arrastra la pronunciación de las palabras como para lentificar aún más la canción. “Mamma” es puro poder y despliegue metalero y siniestro, mientras que “Verano” tiene un arranque de rocanrol rutero, para luego convertirse en la banda de sonido de una pareja que decide caminar kilómetros entre las dunas, con una botella de whisky como única compañía. “Nena” es un western, un country metalero, siniestro, oscuro que tranquilamente pudo haber formado parte de la banda de sonido de “Carretera Perdida” de David Lynch o de una versión moderna de “París-Texas” de Wim Wenders, en especial sus primeros minutos con esa frenética caminata de Harry Dean Stanton. “Auto dorado” es un rocanrol más blusero, bien setentista, muy americano, mientras la voz de Jettar se va oscureciendo más, y muchos rockeros machistas deberán prestarle atención al trabajo de Gascue en la guitarra, que es sobresaliente. Sin dudas, las uruguayas ratifican todas las expectivas y tienen los puentes para poder verlas más seguidas en Buenos Aires, con este muy buen álbum.
TIENDA DE RAREZAS, “TIENDA DE RAREZAS”
Esta banda de rock-pop formada a fines de 2011 en Capital Federal acaba de editar su primer CD, que contiene 11 canciones, 10 de las cuales son propias y un cover de “Muchacha Ojos de Papel” de Luis Alberto Spinetta. La banda tiene similitudes sonoras con grupos como Cielo Razzo y el viejo Bordo, de acuerdo al trabajo de Diego Araneo en voz, Esteban Mauer en teclados, Jorge Scaramozza en bajo, Mariano Polito en batería y Adriano Pisa en guitarra. El grupo comenzó a trabajar en 2012 con una gira por la Costa Atlántica en la que regalaban después de cada show, un EP con tres temas, como forma de apostar al de boca en boca y asi crecer la convocatoria del grupo. A lo largo de los 40 minutos que dura el disco, Tienda de Rarezas despliega sus gustos e influencias y buscar dotar a las canciones de su propio sello y personalidad, a veces con toques urbanos y con canciones con contenido social.
Fuente: Telam
Domingo, 4 de agosto de 2013
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