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Teatro Deseos de infidelidad a un ritmo vertiginoso en Mar del Plata La solidez interpretativa de Fabián Gianola, Nicolás Scarpino y Carolina Papaleo y una ajustada dirección de Carlos Olivieri, consiguen una disfrutable versión local de la probada comedia de enredos “Sé infiel y no mires con quién”, que se estrenó en Mar del Plata.
Con apenas tres funciones en la sala del Provincial, la pieza de Ray Cooney y John Chapman que fue suceso en más de medio centenar de ciudades del mundo y ostenta dos versiones cinematográficas, ratifica su potencial y asoma como uno de los grandes títulos del verano marplatense.
Sobre el generoso tablado de la sala costera, la escenografía de Daniel Feijóo pone a la vista del espectador un living y un dormitorio separados por una falsa pared y una puerta de madera, pero los espacios que no se ven (la entrada del departamento, el bar, el baño, el vestidor, el estudio y la cocina) son también fundamentales para el vertiginoso tránsito de la pieza.
El hogar del matrimonio Farrell (con Marcos a cargo de un estupendo Gianola y Pilar, en la piel de la bella Carolina Papaleo) y todos sus ambientes se convierten en el inesperado escenario de una serie de lances amorosos que acaban arrastrando a la feliz pareja con 15 años de casados que esa noche debe partir hacia una importante cena.
Es que tanto el socio de Marcos en la editorial de libros para niños (con un Matías Alé ovacionado por la platea gracias a sus irrupciones mediáticas pero aquí contenido y eficaz) como su mujer (Betty Villar), les piden por separado a los habitantes de la casa que les cedan el lugar para una cita amorosa clandestina.
Por si ese cruce no bastara, el excéntrico decorador Bobby (al que Scarpino dota de una gracia superlativa) también pretende pasar la noche en el lugar con la mucama de la familia, que adquiere las esculturales formas de Dallys Ferreira.
A las ocho parejas en pugna (que suma al gracioso Alejandro Müller y a Andrea Ghidone aportando un cuidado topless), hacia el final se añade una circunspecta y exitosísima autora de textos infantiles que asume buena carnadura gracias a Celina Rucci.
La aparición de la celebérrima dramaturga le pone un freno a las aspiraciones sexuales de los implicados pero, en cambio, aporta un grado de delirio y cruces de personajes que adeuda a un guión brillante y permite celebrar tanto la precisión de la puesta de Olivieri como la ductilidad del elenco.
En ese juego de actuaciones, Papaleo despliega un enorme oficio para bastonear las situaciones que se suceden y la dupla Gianola-Scarpino hace gala de una complicidad amasada en seis años de fructífero trabajo sobre tablas a partir de los títulos “Los 39 escalones” y “La dama de negro”.
Ambos intérpretes lucen un entendimiento de alto voltaje para permitirse desde el guiño televisivo con comentarios a la platea y no pocas tentadas, hasta cruces que saludan la rica tradición del teatro de humor nacional.
Con un texto de probado impacto planetario, un aceitado dispositivo escénico y actoral y la producción general de Javier Faroni, “Sé infiel y no mires con quien” logra que la suma de condimentos, que de más está escribirlo, no es garantía de éxito, se amalgamen para construir una pieza capaz de regalar gratos 90 minutos.
Las funciones de esta obra, que desde el viernes pasado se integró a la profusa cartelera teatral de la ciudad, se ofrecen de miércoles a domingo en el Provincial de Boulevard Marítimo y Las Heras.
Fuente: Telam
Lunes, 23 de diciembre de 2013
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