La seguridad hace mucho que se transformó en un negocio. Y sobremanera lucrativo. Por eso no llama la atención que el jugoso mercado de los productos blindados genere denuncias cruzadas entre los empresarios del sector cuando alguna fuerza de seguridad estatal necesita nuevos implementos.

Eso sucedió días atrás cuando el polémico fabricante local Fernando Héctor Andújar se quejó –a través de una solicitada– ante la adquisición de miles de chalecos antibalas que realizó el Ministerio de Seguridad para la Policía Federal. Pero los antecedentes del presidente de América Blindajes SA y vicepresidente de Next Glass SA no lo favorecen en su reclamo.

Según fuentes de la cartera de Seguridad, en 2008 la firma presidida por Andújar habría incumplido un contrato con el Ministerio de Justicia –en aquel entonces la Policía Federal estaba bajo su órbita– al haber entregado solamente el 20% de los chalecos que se le habían solicitado.