Tendencias Las plataformas son la moda del verano y un peligro para los pies
El uso de este calzado se impuso esta temporada. Caminar con ellas es todo un arte. Los traumatólogos observan que aumenta la cantidad de esguinces de tobillos y recomiendan fortalecer la zona andando descalzo o en el gimnasio.
Me tuerzo los pies todo el tiempo.
–Sí, yo también. Incluso me caí en un casamiento.
–Yo también me caí viniendo al trabajo, pero es que te sentís tan linda ahí arriba que no las puedo dejar. Además, después usas chatitas y te querés matar.
El diálogo se produjo en esta redacción, pero podría retumbar en todos lados. Las mujeres se volvieron a subir a una vieja moda, los zapatos con plataforma, y como ocurrió cada vez que el uso se transformó en tendencia, se dispararon las consultas por lesiones en los tobillos, publica Tiempo Argentino.
Son la gran moda del verano, al punto que nueve de cada diez clientas que entran a una zapatería de Belgrano compran zapatos que alcanzan hasta los 15 centímetros de altura. Un porcentaje similar de mujeres asumen haberse torcido y muchas de ellas, directamente fueron a parar al suelo.
Eugenia, de Almagro, se compró dos pares en enero y no se anduvo con chiquitas: uno de los diseños luce un animal print impactante. "Me las compré porque en el verano, los vestidos y las polleras se ven mucho más lindos con plataformas y porque es mucho más cómodo que usar tacos tradicionales si salís a trabajar", dijo Eugenia, y definió: "son el push up de las petisas". Consultada acerca de cómo es caminar con semejante altura bajo los pies, la joven de 25 años reconoció que "en adoquines, un martirio; en asfalto y veredas mucho más sencillo, pero tenés que estar atenta porque si pisás una piedrita, te doblás el tobillo". "Es muy diferente que con los tacos, que también te podés caer, pero con las plataformas, si pisás mal te doblan el pie", especificó.
El kinesiólogo Rodolfo Anzoátegui afirmó que existen lesiones que son bastante comunes de acuerdo a las modas. Explicó que "la lesión más común de las personas que usan plataformas es la distensión de ligamentos del tobillo, con distintos grados de gravedad, o lo que comúnmente se llama esguince". "La postura de la caída lleva a la articulación del tobillo a forzar a los ligamentos más allá del límite. Los ligamentos son estructuras inervadas, por eso produce dolor", afirmó.
Rocío Landa, de Barracas, tampoco se anduvo con chiquitas: ella directamente se cayó por las escaleras de su trabajo por culpa de las plataformas. "Me raspé la rodilla, se me rompieron las medias y me tuvo que agarrar alguien porque sino seguía rodando", contó. La joven de 23 años es una experta en plataformas, al punto que tiene ocho pares, de distintos colores y diseños. Pero no compra cualquier calzado: "Las plataformas las elijo porque son atractivas, muy cómodas y utilizables en amplia gama de circunstancias. Caminar ahí arriba por momentos da la sensación de que estuvieras flotando pero en mi caso, esa comodidad se debe a que las que yo consumo están fabricadas con un material parecido a la goma eva pero compacta. Casi no pesan."
Sin embargo, asume que "lo que tienen de negativo es que te doblás mucho los pies y por estar a una altura elevada el impacto en el tobillo es bastante más fuerte que con otros calzados", y reivindica que "otro punto positivo es que cuando llueve son muy útiles porque el agua del piso no te alcanza los pies". La belleza de Rocío también debe haber ayudado para no caminar sola durante mucho tiempo y así tener algún caballeroso sostén que la salve de sufrir mayor cantidad de precipitaciones.
Aunque los números dejan en claro que son un verdadero boom, están quienes las aman y aquellos que no pueden ni verlas. Uno de ellos es Roberto, empleado de una zapatería de Belgrano, quien se cansa de vender plataformas pero agradece que su mujer no las elija: "No creo que sean nada cómodas: además de ser tan altas, son un calzado que no permite flexibilidad: te mantiene el pie rígido y duro. Y ni siquiera son lindas: la gente siempre se quejó del calzado ortopédico y, la verdad, no creo que las plataformas sean demasiado distintas."
Anzoátegui aclaró que "el daño se hace crónico en la medida que no se cure bien y eso requiere un reposo de 15 o 20 días con inmovilización del tobillo".
Su colega, Laura Arribas, recomendó "mantenerse en forma, salir a caminar con zapatos adecuados y caminar mucho descalzo; fortalecer los tobillos en algún terreno irregular, o en gimnasio con trabajo de propiocepción", o sea, con tablas o globos que sirven para pararse encima y trabajar el equilibrio. "Sirve para darle estabilidad a la articulación y para saber si un tobillo está estable hay que pararse descalzo en un pie, después en el otro y comparar si tenés el mismo equilibrio o estabilidad", recomendó.
Más allá de los raspones y las recomendaciones, lo cierto es que las plataformas, con diseños y materiales para todos los gustos y con precios que rondan entre los 300 y los 1300 pesos, son el hit de esta temporada y de la que viene: desde las zapaterías aseguran que inundarán también las vidrieras durante el invierno. La dueña de Cala Shoes, en el centro de Belgrano, ofrece una simple respuesta: "Las llevan mujeres de todas las edades: desde las chicas de 15 años que todavía no usan taco hasta una señora de 60 que quiere estar elegante y se anima a usarlas. Es moda y se va a vender hasta que se dejen de usar: ahí ya no las va a comprar nadie."
Consejos útiles a la hora de usarlos
El talle correcto. Un error muy común es usar calzado demasiado grande o chico. El ancho. Mientras más grueso el taco, mejor. Los tacos más cuadrados y anchos ofrecen una mayor estabilidad sin tener que esforzar los tobillos.
Pie plano. El problema puede estar en la planta del pie si se tiene plano o semiplano.
Las suelas. Evitar las suelas delgadas, optar por tacos con plataforma. Brindan mayor soporte y evitan que la planta se doble tanto.
Estiramientos. Después de usarlos, estirar los pies. Ayuda a prevenir calambres y espasmos musculares.
Con tal de verse bien
Para Jessica, que habla desde la juventud de sus 23 años, “la plataforma es un calzado que te estiliza, te viste y le da una linda forma a tu pierna”.
Esas son sus razones para usarla aunque la principal, como le sucede a muchas de las consumidoras de este tipo de calzado, es un tema de altura: en su caso, sin embargo, no pasa tanto por ella sino por el amor que le profesa a su lungo novio… que mide 1.93.
“Preferiría usarlas sólo los fines de semana pero no me queda otra”, asegura con una sonrisa, antes de declarar que no lo elegiría porque no es el mejor calzado para el ritmo cotidiano de cada día, lleno de apuros, colectivos y baldosas flojas.
“Por cómo se apoyan sobre el suelo, las plataformas son peligrosas. Te hacen doblarte el pie o caerte e, inevitablemente, te obligan a estar atenta al caminar. Yo trastabillé muchas veces pero nunca terminé en el piso, como le pasa a tantas chicas que igual las siguen usando. En ese sentido, creo que la mujer es bastante masoquista: con tal de verse bien vestida y estilizada, se aguanta cualquier cosa”, reflexiona. Además de todos estos motivos personales, Jessica lo sabe como vendedora: trabaja en un local de Belgrano.
Palabra de especialista
Priscila tiene 23 años y, a pesar de su corta edad, es una experimentada en el tema del calzado: no sólo los acumula en su placard como cualquier chica sino que, además, es dueña de Cala Shoes, una zapatería ubicada en pleno Cabildo y Juramento.
"No sé si la plataforma estiliza tanto; en mi opinión, no son el calzado más femenino que hay: son medio toscas, pero también cómodas y altas y, por eso, se venden y usan tanto. Aunque no son lo que más me gusta, sí las uso: no es lo mismo estar con una ojotita que con la altura que te da un zapato como este", cuenta.
A toda hora, ¡cuidado!
“Uso las plataformas tanto para salir como para ir a trabajar: es un calzado que elijo bastante y utilizo prácticamente a diario, porque está de moda y hay muchos modelos para elegir, pero también porque me parece muy cómodo y me gusta mucho cómo queda: quizás te ponés solamente un jean pero, al calzarte las plataformas, ya estás bien vestida”, explica Carla, de 26 años, subida a su par de plataformas con taco de madera.
Más allá de los pros que le encuentra, esta estudiante también recuerda vívidamente el día que, caminando en un empedrado, el alto y cómodo zapato se le dio vuelta, le hizo perder el equilibrio y le dejó lastimadas las rodillas.
Así y todo, más allá de tropezones y caídas, para ella vale la pena seguir usándolas: “Ese raspón fue lo peor que me pasó con unas plataformas –comenta Carla–, aunque después tropecé y me doblé el pie muchas veces. Es simple: si te caés con este calzado, te esguinzás seguro, así que no es que te las ponés y andás tranquila como si tuvieses zapatillas… Yo camino con cuidado, ¡pero las sigo usando!”.
Una combinación dolorosa
El problema también alcanzó a los hombres.
El líder norcoreano Kim Jon-un se fracturó ambos tobillos por una combinación tremenda: zapatos con plataforma y 130 kilos de masa corporal.
Por ello fue que en octubre pasado tuvo que ser internado en un hospital de Pyongyang, en el que fue operado como consecuencia de las lesiones que sufrió. Los tacones acompañaron a Kim por una serie de reuniones oficiales que, en forma silenciosa, estaban acabando con los ligamentos de sus tobillos.
Así, Kim se caminó varias instalaciones militares sin dejar de sonreír y agitar su mano mientras el dolor crecía. Al no haberse tratado la lesión inicial, el problema desembocó en sendas fracturas que lo obligaron, entre otras cosas, a faltar a una sesión de la Asamblea Suprema norcoreana.
Sin embargo, el gobierno del país del sudeste asiático casi no se ha pronunciado al respecto, y únicamente emitió a través de la televisión pública imágenes de su líder cojeando e informó que se encontraba enfermo. Pero no fueron las plataformas las únicas responsables. Kim tiene un marcado sobrepeso gracias a un excesivo consumo de alcohol y quesos que importa desde Suiza. Suficiente como para buscar otra horma para sus zapatos.
Fuente: Infonews
Sábado, 7 de febrero de 2015
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