Boca No todo está perdido Por Víctor Hugo Morales. El análisis del clásico Boca-Independiente. El Pelado es un hincha que tiene unos 500 domingos ubicado en el mismo lugar, frente a la cabina de este relator. Hablamos de fútbol por señas desde hace muchísimo tiempo. Es un hincha normalmente criterioso, de los que saben ver fútbol. Pero últimamente viene muy agrandado con la campaña de Boca y antes de empezar el partido, su seña fue que ayer iba a gritar tres goles de su equipo. Se dibujó la franja en el pecho y mostró tres dedos, incluyendo el pulgar, para dar un resultado anticipado del partido. Con un gesto le pregunté si Independiente también iba a marcar tantos. Respondió que dos; imaginó un encuentro con muchos goles.
Cuando los Rojos anotaron el primer gol por medio de Vidal – en lo que fue el anuncio de que la defensa de Boca estaba extrañamente en una mala tarde – el Pelado miró para la cabina como diciendo que no pasaba nada, que ese resultado se daba vuelta. En el momento en el que Ferreyra anotó el golazo de tiro libre, se enojó un poco con Orion, y entonces sí hizo un gesto para expresar sus dudas. Pero después, cuando Roncaglia pudo descontar, renació y sintió que otra vez Boca sería capaz de darlo vuelta. Sin embargo, una sorpresa lo esperaba: ese tercer gol convertido con un cabezazo estupendo de Farías.
Lunes, 12 de marzo de 2012
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