Beatriz de Cáceres, administradora del Edificio Avalos (al 351 de la avenida), dijo ser una más de las víctimas, en este caso de un robo ocurrido hace pocos días. En su relato a NORTE contó que aproximadamente a las 19.30 “me encontraba junto a mi marido y una amiga sentada en el banco de enfrente, en el parterre, conversando animadamente, cuando de repente vimos a dos personas que a bordo de una motocross pasaban a alta velocidad. Luego mi marido pudo advertir que subieron con su vehículo al parterre y por detrás nos sorprendieron y me sacaron la cartera que tenía en mi regazo”, contó.

Críticas a la policía

Por si fuera poco, Cáceres remarcó la lentitud policial en llegar al lugar y la falta de atención recibida en la comisaría. “Mi marido no pudo hacer nada porque todo fue muy rápido y los ladrones escaparon raudamente por una calle en contramano para desaparecer del lugar. Hemos llamado a la policía, pero aparecieron recién a las dos horas de ocurrido el hecho. También nos dirigimos a la comisaría seccional Segunda para realizar la denuncia y no nos atendieron porque dijeron que no había quien tomara la declaración”, explicó.

Agregó que “esto realmente nos sorprende porque la policía no puede desentenderse de los problemas de la gente, especialmente en estos casos en los que debe actuar con firmeza y urgencia y concurrir de inmediato cuando se los llama porque se los necesita. Pero, ¡vaya paradoja!, dicen que no tienen personal para atender pero muy bien que acá cerca la vivienda de la prima del gobernador tiene custodia personal las 24 horas”, dijo indignada.

Otros casos

Además —continuó su relato Cáceres— “hubo otros hechos de robo por parte de arrebatadores en ambas esquinas (Ávalos del 300 al 400). A una chica, también vecina, le robaron la moto que dejó en la vereda cuando ingresó en su domicilio. Además, a otras dos mujeres de edad no les pudieron robar nada pero las golpearon mal”, indicó.

Reclamo por mayor seguridad

“Queremos que las autoridades pongan freno a esto porque cada día se agrava más la situación, dado que para nosotros prácticamente se trata de una zona liberada”, enfatizó Cáceres, quien recordó que hace algunos años los vecinos se reunían cada tanto para analizar el tema de la inseguridad; “pero luego todo se desvaneció hasta que no nos reunimos más”.

Ratificando los dichos de Cáceres, otros vecinos dieron sus testimonios a NORTE. En este sentido, Delia y Juan —de un comercio de la zona— dijeron que aunque a ellos “gracias a Dios todavía” no les tocó, “lo cierto es que vivimos con mucho temor, porque esto de los motochorros y arrebatadores es una constante que crece día a día”.
También Graciela, de otro local, opinó que “a los vecinos la presencia de estos ladrones y su modalidad ya no nos sorprende porque por la zona ya se realizaron muchos hechos, por eso pedimos a las autoridades que nos escuchen porque cuando reclamamos es por algo”.


Fuente: Diario Norte