Terrorista La Policía prepara el ataque final en Toulouse Aunque el ministro del Interior Gueánt dijo que "solo se trata de movimiento", varias agencias citaron fuentes de las fuerzas de seguridad francesa para anunciar que el asedio a Mohammed Merah entró en su fase final
El ministro de Interior, Claude Guéant, no confirma un "asalto" sino "movimientos" en el lugar de la operación, según el periodista de Le Monde Soren Seelow, que informa desde la zona a través de Twitter. Se sabe con certeza que las fuerzas ya se encuentran dentro del edificio donde se halla recluido el asesino de tres militares, tres niños y un adulto en la ciudad del suroeste de Francia. Mohamed Merah, quien reconoció ser el autor de los siete asesinatos, había dicho que se entregaría en la tarde del miércoles y luego pasó a las 22.45 hora local. Pero cuando las autoridades trataron de contactarse con él por walckie talkie, entró en otra lógica: "Ha declarado que quería morir con las armas en las manos", explicó el ministro de Interior, Claude Guéant. "Desde entonces, y a pesar de los esfuerzos para restablecer el contacto por la radio y a viva voz, no ha habido ningún contacto, ninguna manifestación por su parte", agregó. "Se contemplan todas las hipótesis. Tenemos una prioridad, que se pueda rendir, entregarlo a la justicia, y para eso detenerlo vivo. Esperamos que siga vivo", aseguró el funcionario, en una entrevista a la emisora de radio RTL. "Ha habido un momento en que se han escuchado disparos, pero no sabemos a qué corresponden", completó, antes de insistir en que "es muy extraño que no haya reaccionado". Las negociaciones se prolongan por más de 30 horas. Durante toda la noche del miércoles al jueves, los comandos de élite de la policía francesa desarrollaron operaciones de desgaste para impedir que descanse, haciendo estallar varias cargas explosivas en las ventanas. La versión digital del periódico francés Le Monde indica que la policía ha encontrado explosivos en el automóvil de un hermano de Mohammed Merah, y que el sospechoso de la matanza de Toulouse "se disponía a matar de nuevo" el miércoles por la mañana, según afirmó una representante de la comunidad judía de la región, Nicole Yardeni, al salir de una reunión con el presidente Nicolas Sarkozy. Mohammed Merah, francés de origen argelino, era vigilado desde hace un año por los servicios secretos por sus contactos con medios salafistas. Cuando la policía acudió a detenerlo en la madrugada del miércoles, el joven los recibió a tiros, hiriendo de poca gravedad a dos agentes del cuerpo de elite RAID. La prensa local indica que, desde que se atrincheró, hubo al menos tres intentos de la fuerza de seguridad por ingresar a su refugio, que fueron repelidos. Mecánico chapista en un taller de Toulouse, Merah trató dos veces de ingresar en las Fuerzas Armadas, la primera en 2008, sin éxito, según informó Libération. Christian Etelin, abogado de Merah desde "2004 o 2005", dijo a la televisión que el atrincherado está en una "situación terrible" en la que, si no se entrega a las autoridades, teme "un comportamiento imprevisible" que haga que "o muera o se suicide". De carácter tranquilo y apacible, el joven entró hace tiempo en contacto con medios salafistas y estuvo en Pakistán y Afganistán, donde fue adiestrado por los talibanes. "Ha cometido varios actos de delincuencia, una decena, y algunos con violencia. Su radicalización se ha hecho en un grupo de ideología salafista y se ha reforzado con estancias en Afganistán y en Pakistán", dijo sobre él el ministro del Interior Claude Guéant. El francés fue condenado a finales de febrero a un mes en la cárcel por conducir sin su licencia, y además tenía una cita en abril con un juez para acordar cuál sería su sanción. Siete personas fueron asesinadas a sangre fría en Toulouse y Montauban desde el 11 de marzo. Primero, un paracaidista, Imad Ibn Ziaten, que acudió a una cita que le dio un hombre en scooter para comprarle una moto. Luego, dos paracaidistas de Montauban, Abel Chennouf y Mohamed Legouade, tiroteados en una acera de esa ciudad, mientras que otro resultó herido de gravedad. Los tres soldados asesinados son de origen magrebí. El horror llegó a su punto culminante cuando el hombre atacó el lunes la escuela Ozar Hatorah de Toulouse y mató a un rabino, Jonathan Sandler, de 30 años, sus dos hijos, Gabriel y Arieh, de 4 y 5 años, y a la pequeña Myriam Monsonego, de 7 años, hija del director de la escuela. El hombre se desplazaba en moto y ejecutó a sus víctimas a quemarropa.
Jueves, 22 de marzo de 2012
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