Fútbol - Copa Sudamericana Wanchope Ábila: "Es el último esfuerzo para cerrar un ciclo inolvidable" El mensaje del goleador Wanchope Ábila, la síntesis del deseo de todo Huracán, que hoy, desde las 21, jugará la primera final ante Independiente Santa Fe; "Que te traten como ídolo no es ninguna presión", confiesa el cordobés. Está acostumbrado a luchar, a no perder nunca la esperanza. Sabe muy bien lo que es el sacrificio, la lucha y el desgaste. Y todo eso, que tiene que ver con su vida misma, con su infancia y adolescencia en un barrio bajo de Córdoba, Ramón Ábila lo refleja en la cancha. Porque es consciente de que esa pelota que corre delante de él es la oportunidad que busca su familia para estar mejor. Pero también entiende que por sus piques, sus enganches y sus goles, miles de hinchas de Huracán, por estas horas, mantienen la ilusión intacta de lograr la primera copa internacional en 107 años de historia. "Estamos ante una posibilidad histórica. Mañana [por hoy] arrancan 180 minutos en los que tenemos que dejar todo para ganar la Copa. Este es un grupo unido y fortalecido anímicamente", comentó el goleador de cara al partido en el Palacio Ducó, ante Independiente Santa Fe, de Bogotá, por la primera final de la Copa Sudamericana.
La calma con la que habla y declara Wanchope Ábila contrasta con el momento efervescente que transita el Globo. "Hay que mantener los pies sobre la tierra y no ir más allá de lo que es el partido. Esperemos sacar una buena diferencia en nuestro estadio para ir más tranquilos a la altura de Bogotá. Los dos partidos serán muy difíciles. Nadie llega de casualidad a una final", explica Wanchope, quien lleva ese apodo por el parecido físico con el costarricense Paulo Wanchope, ex Central y actual manager de Saprissa.
Ramón Darío Ábila es macizo, de ojos grandes, de pocas palabras. La cara parece tallada en madera. No se advierte ningún rasgo blando. Todo es perfilado y enjuto. A los 25 años, sin ser un Stábile, Masantonio o Houseman, pero a fuerza de goles, Wanchope se convirtió en el nuevo símbolo de los hinchas de Huracán. "Que te traten como ídolo no es ninguna presión, el reconocimiento ayuda al buen momento de uno", comenta, como si lo que para otros es una intimidación para el goleador se tratara de una nueva oportunidad para crecer.
Ábila lleva 25 goles en 59 partidos con la camiseta de Huracán; hizo 5 en la actual Sudamericana.
Hincha de Instituto desde siempre, ex jugador de Unión Florida de Córdoba, fanático del cuarteto y admirador de Carlos Tevez y Miliki Jiménez, Wanchope Ábila tiene claros sus objetivos. "No me desvela irme al exterior. El presidente [Alejandro Nadur] dice que valgo 15 millones de dólares... Siempre lo digo, estoy contento en el club. Vamos a ver qué pasa, quiero jugar la final que es algo único y después veremos", remarcó después de eliminar a River, de convertirse en el héroe de la semifinal, y lo repite horas antes del primer episodio ante los colombianos.
Lejos parece haber quedado aquel 2007 en que amagó con abandonar el fútbol por alguna promesa incumplida de los dirigentes de Instituto, antes de que Jorge Ghiso lo convenciera de volver. "Fue sólo una amenaza para que cumplan con lo prometido", adujo Ábila, apenas le pagaron la deuda. Desde entonces, comenzó la regularidad futbolística y el reconocimiento por los clubes en los que jugó. En el 2011, de Instituto fue a Sarmiento, de Junín; un año después, a Morón; regresó en 2013 al conjunto cordobés y, a principio del 2014, llegó al Globo de la mano de Frank Kudelka. "En cada club crecí en lo personal. Conocí mucha gente, me hice un nombre, convertí goles y siempre aprendí algo", destaca. Con Huracán fue protagonista del ascenso a Primera en 2014 -goleador, con 10 tantos-; de la conquista de la Copa Argentina ante Central, de la obtención de la Supercopa Argentina frente a River y del regreso a la Copa Libertadores, tras 41 años. Hoy, después de un año ciclotímico, donde también peleó por no descender, Huracán comenzaran a jugar los 180 minutos más importantes de su historia deportiva. Y gran parte de sus esperanzas están depositadas en la calidad goleadora de Ábila. "Es el último esfuerzo del año para cerrar un ciclo inolvidable", comentó ilusionado el nuevo héroe de Parque Patricios.
Fuente: Canchallena
Miércoles, 2 de diciembre de 2015
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