El fiscal Leandro Heredia, encargado de investigar el crimen de Martín Vázquez, tomó declaración ayer a la hermana de la víctima que que se había ido a vivir con el padre días antes de que su mamá, Adriana Cruz, asesinara al pequeño.

Durante su testimonio, la dolescente de 14 años confesó que ella era quien más sufría el maltrato de su madre y que fue ese el motivo por el que se había ido de la casa del country en marzo. “No aguantaba más esa situación y le tenía mucho miedo”, declaró ante el fiscal.

Según Heredia, "la menor refirió que había constantes empujones, discusiones, insultos para con ella en especial por parte de la madre", pero dijo no entender el crimen debido a que la madre "quería mucho y era compinche del niño".

Ayer, en tanto, ampliaron sus declaraciones testimoniales ante el fiscal, el vigilador privado que halló el cuerpo del Martín, ahogado en el jacuzzi, y la empleada doméstica que trabaja para la señora Cruz.

"Estaba preparando el desayuno y esperé a que bajaran pero nunca bajaron. Subí y estaba cerrada con llave la puerta de la habitación. La señora decía 'Martín está muerto'", relató la empleada, mientras que el vigilador aseguró que le pidió a la mujer que le abriera la puerta y entonces escuchó “el llanto de ella y golpes contra la pared, como de puños y de su propia cabeza".

Adriana Cruz, de nacionalidad brasileña, se encuentra detenida en la unidad neuropsiquiátrica de la cárcel de Melchor Romero, acusada por el asesinato de su hijo y a la espera de que la Fiscalía solicite que su arresto se convierta en prisión preventiva.