Fútbol - River Renovación y cambio, la obligación de Gallardo para ir en defensa de lo logrado Casi nada queda de aquel equipo inicial con el que el entrenador consiguió todo. Desde ayer, en la pretemporada en Uruguay, el Muñeco está obligado a modelar un nuevo River. En el arranque de la era Gallardo en River, el Muñeco armó un equipo que parecía invencible, que jugaba todos los partidos, los ganaba y daba cátedra. Las reiteradas lesiones, el lógico cansancio, algún que otro traspié inesperado y sobre todo algunas mermas en los rendimientos individuales, llevaron al entrenador a retocar un poco a ese equipo ideal para mantenerse vivo en la Libertadores después de ganar la Sudamericana.
Sobrevivió a una floja primera fase, maniató a Boca en octavos de final antes del escándalo del gas pimienta y se ganó el mote de candidato grande después de golear a Cruzeiro en Belo Horizonte, a final de mayo, cuando había perdido de local en el partido de ida. Aquella noche, River formó con Barovero, Mercado, Maidana, Funes Mori, Vangioni, Sánchez, Kranevitter, Ponzio, Rojas, Mora y Teo, una alineación que sufrió una única modificación de aquel primer equipo ideal, ya que Ponzio le ganó el puesto a Pisculichi.
Ayer, cuando River inició su pretemporada cerca de Punta del Este con el objetivo de defender el mayor título continental, seis de esos nombres no aparecieron en la lista y un séptimo, Barovero, comenzó a transitar su último semestre en el equipo. Por eso, de cara a 2016, Marcelo Gallardo deberá armar un nuevo River.
Más allá de los nombres, Gallardo tiene un dibujo táctico en su cabeza, que intentó llevar a cabo en algunos partidos de 2015.
El Muñeco ya no cuenta con Ariel Rojas, Teo Gutiérrez, Ramiro Funes Mori, Matíás Kranivitter ni Carlos Sánchez, debe esperar que Leonel Vangioni renueve para volver a contar con él y ya sabe que Marcelo Barovero en junio, cuando finalice su contrato, dejará el equipo. “Ahora, hay que preparar a los jugadores para el recambio”, había dicho Gallardo en septiembre después de perder con Boca y de quedar afuera de la lucha por el campeonato. Ya en ese entonces vislumbraba lo que se venía para este nuevo año y después de todas las caras nuevas que había recibido en 2015, ya afinaba el lápiz para las incorporaciones de este verano. Ya llegaron tres de los cuatro que pidió (Joaquín Arzura y Nicolás Domingo viajaron ayer con el plantel, y Nacho Fernández lo hará hoy), mientras que la dirigencia continúa las negociaciones para sumar a Ignacio Scocco.
Estos tres o cuatro jugadores extienden la lista de refuerzos que arrancó a mediados del año pasado, cuando llegaron Lucho González, Nicolás Bertolo, Lucas Alario, Tabaré Viudez, Milton Casco y Javier Saviola, aunque este último ya dejó el club. Con todos estos jugadores, más la base defensiva que se mantiene a pesar de las salidas de Funes Mori y de Germán Pezzella el año pasado, el entrenador deberá pensar cómo espera armar su nuevo equipo de cara a un semestre cargado.
Salvo por Alario, los jugadores que llegaron en 2015 no estuvieron a la altura de lo que se esperaba de ellos y en esa lista se podría meter también a Camilo Mayada y al Pity Martínez, quienes tuvieron un año irregular. Gallardo aspira a que hayan terminado su adaptación a River y que en 2016 demuestren por qué el entrenador y el club apostaron por ellos. En ellos confía el Muñeco y por eso no buscó en las inferiores alternativas para algunos puestos, en los que el equipo sufrió el año pasado. De hecho, el único de los 24 jugadores que nunca hizo una pretemporada es Exequiel Palacios, volante por derecha de 17 que debutó en la última fecha del torneo pasado (los arqueros Augusto Batalla y Maximiliano Velazco no jugaron en Primera pero sí fueron a una pretemporada el año pasado, mientras que Franco López y Abel Casquete se fueron a México a jugar un torneo con la Reserva).
Más allá de los nombres, Gallardo tiene un dibujo táctico en su cabeza, que intentó llevar a cabo en algunos partidos de 2015, aunque el rodaje de los partidos será el verdadero determinador de cómo jugará el equipo. La línea de cuatro defensores se mantendrá y en principio, jugarían dos volantes centrales, detrás de una línea de tres volantes ofensivos que acompañarían a Alario, único centrodelantero del equipo, al menos hasta que llegue Scocco, si es que lo hace. Atrás quedarían el 4-3-1-2 y el 4-4-2 que implementó para ganar la Sudamericana y la Libertadores, respectivamente.
A diferencia de las tres pretemporadas anteriores, esta será la primera vez que Gallardo deba empezar desde tan atrás a armar el equipo, ya que cuando asumió, en 2014, mantuvo cierta estructura del equipo que venía de salir campeón, y en el verano pasado buscó reencontrarse con su primer equipo, mientras que la de mitad de año, tuvo el objetivo corto de ganar la Libertadores en cuatro partidos, por lo que no hubo tiempo ni cabeza para rearmarse. Parte de esa falencia la sufrió después de la conquista de América y después de un semestre flojo y de no poder llegar de la mejor manera al Mundial de Clubes, el equipo deberá empezar a formarse de nuevo, a pesar de que los objetivos y la vara sigan bien arriba.
EN LA MIRA ITALIANA
Los diarios italianos aseguran que tanto Juventus como Milan pretenden contratar a Leonel Vangioni dentro de seis meses, cuando quede libre si no renueva.
ACLARACIÓN DE TEO
Después de decir que quería volver a River, el delantero colombiano explicó que primero le gustaría cumplir su contrato con Sporting hasta el 2018 y salir campeón en Portugal.
LLEGADOS Y POR LLEGAR
Nicolás Domingo
Joaquín Arzura
Nacho Fernández
Ignacio Scocco, en veremos
SE FUERON Y SE IRÍAN
Sánchez, a México
Kranevitter, a España
Vangioni, con un pie afuera
Barovero se va en junio
Funte: El Gráfico
Lunes, 11 de enero de 2016
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