Política Rousseff, disgustada con Obama a horas de su reunión: no la invitó a cenar Según sus asesores, no cayó bien que el presidente de EEUU la tratara como a un invitado de segundo orden. La presidente de Brasil volverá a la carga por un puesto permanente en el Consejo de Seguridad
En su único encuentro oficial el próximo lunes, los dos mandatarios, Dilma Rousseff y Barack Obama, podrían hablar también sobre la situación en Siria, la política monetaria estadounidense, acuerdos de defensa de miles de millones de dólares y el "boom" de la exploración energética. Pero el objetivo de la presencia de Dilma Rousseff a Washington tiene por primer objetivo la reforma del Consejo de Seguridad, cuyos miembros permanentes son Estados Unidos, Francia, Reino Unido, China y Rusia, que son los únicos que tienen poder de veto. La decisión del presidente estadounidense de no desplegar por completo una alfombra roja para Rousseff en Washington habla de la relación entre dos gigantescas economías que se tratan con cierta distancia y que no parecen haber hallado todavía una causa común que los acerque. Funcionarios brasileños perciben que Estados Unidos tiene dificultades en reconocer el ascenso económico de Brasil y su creciente influencia en asuntos internacionales. "Existe la percepción de una mayoría de personas en Washington no aprecian lo que está ocurriendo en Brasil", dijo un funcionario cercano a Rousseff. "No tenía que ser una visita de Estado, pero Obama podría haberla invitado a cenar, o llevarla al Kennedy Center", agregó Después de reunirse con Obama, Rousseff participará en un encuentro del Foro Brasil-Estados Unidos de Altos Empresarios, que reúne directivos de ambos países. Ésta es la primera visita oficial de Rousseff a Washington, retribuyendo la que Obama realizó en marzo de 2011 a Brasilia y Rio de Janeiro, desde donde autorizó el ataque contra Libia que terminó en el derrocamiento y asesinato del líder Muamar Khadafi.
El martes, Rousseff visitará el instituto tecnológico MIT en Massachussetts e intentará impulsar una mayor cooperación científica y de intercambio estudiantil con la Universidad de Harvard por medio del programa Ciencia Sin Fronteras, que apunta a firmar convenios con casas de altos estudios extranjeras para cursos de graduación y posgraduación para 100.000 estudiantes.
Se espera que Rousseff repita lo que dijo en marzo ante la canciller alemana, Angela Merkel, de que un "tsunami monetario" generado por la emisión de dinero en los países ricos para intentar salir de la crisis con devaluación, perjudica la competitividad de los países emergentes.
Según analistas, ante la crisis mundial y la búsqueda de mercados para salir del estancamiento, Estados Unidos impulsa el "Buy American" y Brasil el "Compre Brasileiro". Rousseff lanzó un plan industrial con una inversión pública de 32 mil millones de dólares, entre incentivos a las patronales y créditos blandos para la innovación, realzando el "Compre Nacional", incluso si es más caro, para las compras gubernamentales. Estados Unidos es el segundo socio comercial de Brasil, superado por China en 2009, pero, a diferencia de los asiáticos, los estadounidenses adquieren más manufacturas. Hoy Brasil representa a más de un 40% del Producto Interno Bruto de la región, es miembro del cada vez más influyente grupo BRICS de grandes mercados emergentes y está buscando activamente un rol acorde en organismos mundiales como Naciones Unidas y el Banco Mundial.
Fuente: Infobae
Sábado, 7 de abril de 2012
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