La titular de Abuelas de Plaza de Mayo
Carlotto: "Kirchner fue imprescindible"
La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, una de las personas más cercanas al ex presidente, recordó con ElArgentino.com cómo era, qué fue lo que los acercó y por qué fue tan importante para la vida política de la Argentina.

Jueves, 27 de octubre de 2011
Por Santiago Eguía
A un año de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, recordó momentos clave de su gestión y cómo era en el trato cotidiano que tenía con él.
Cariñoso, abierto, cordial son algunas de las expresiones que utilizó para definir a un líder político que, con aciertos y errores, produjo un vuelco en la forma de hacer política en la Argentina.
El inicio de la relación
Repasando lo que fue el período post Fernando de la Rúa, Carlotto explicó a ElArgentino.com que "para las Abuelas de Plaza de Mayo Néstor no era conocido. Así que cuando asumió el poder la sorpresa fue enorme, grata, gratísima. De encontrarnos con un hombre de puertas abiertas, de convocatoria, de escucharnos, de ser atendidas con cordialidad, sin apuro y con respuestas concretas y reales".
"Nos encontramos con un ser excepcional, realmente. Nos cautivó por su simpatía, su afecto. Fue una persona tierna, expresiva y cálida", agregó.
La gestión política y los Derechos Humanos
En relación con los años de gestión de Kirchner, Carlotto recordó que "fueron realmente espectaculares. No solamente en el tema que nos concierne a nosotros, el tema de los derechos humanos violentados durante la Dictadura, sino todos los avances que él hizo en muchas gestiones en bien del pueblo. Pero también del resto de Latinoamérica. Recordemos que él gestionó. Hizo presencia impidiendo guerras entre países hermanos de Latinoamérica. Todo lo que fue Unasur, el Mercosur. Todo lo que es la conexión con el país grande que es Latinoamérica".
Además, remarcó que "en el tema de Derechos Humanos fue asombroso el gesto que tuvo de valentía y desafío de lo que se quería impedir en un momento con leyes de impunidad, evitando los juicios, las condenas, la memoria. Él desafió eso. Anuló, justamente, esas dos leyes infames (Punto Final y Obediencia debida) que nos hacían convivir con los asesinos de nuestros hijos, con los torturadores. Y, además, tomó los espacios para la memoria donde fueron secuestradas estas personas que hoy están desaparecidas y los transformó en lugares de recordación de las víctimas. Se hizo presente con aquellos que fueron sus compañeros de militancia. Recordemos que él y su esposa fueron víctimas también de la Dictadura".
Y recordó un momento crucial de la gestión de Kirchner: "El descolar los cuadros de la Escuela Militar fue un gesto realmente imponente. Y que marcó ahí, plenamente, un antes y un después fuerte entre la gestión y el status quo. O sea, lo que no se quería o no se 'debería' hacer por cierto sector político y también de la población".
Lo que dejó
"El recuerdo de él nos duele porque se fue tempranamente, y creemos que se fue un ser imprescindible. Si hubiera continuado, al lado de su mujer por su puesto, o después él nuevamente en el poder político formal, nuestro país tendría las seguridades de ser un país con libertad, con autonomía, con democracia plena", aseguró la titular de Abuelas y sostuvo: "Pero bueno, no está. Dejó mucho. Dejó una juventud prestigiada, una juventud participativa, que se siente con ganas de hacer cosas y que hay que ayudarlos".
Y continuó: "A todos los demás nos dejó, bueno, con eso de que no pasó en vano por este mundo y que se inmoló, yo diría. En una oportunidad, cuando cumplió 60 años, que nos invitó a la quinta de Olivos a festejar su fecha, fuimos Madres, Abuelas, familiares, nietos, hijos y tuve oportunidad de decirle como mamá que se cuide y no le gustó. No le gustó porque dijo: 'Yo me cuido. Por eso estoy acá'. Se ve que era solamente una expresión de deseo porque le jugó una mala pasada su corazón. Pero bueno, está en la historia. Y no está en la historia pasada del bronce, sino en la historia de cosas concretas, del hoy. Del hoy y del mañana".
"Todo lo que él hizo fue un ejemplo. Dejó un legado. Yo creo que lo más significativo y visible puede ser la juventud. Que lo lloró el día de su muerte, aunque no lo había votado. Porque le tenía algo que agradecer. Y quizá no era que le dio una casa o un terreno o un empleo, sino que le dio ganas de vivir, ganas de hacer", subrayó.
"Yo creo que fue un visionario. Porque él casi anunció su muerte en esa lectura de la carta de Joaquín Areta (Quiero que me recuerden) donde él expresa y hace suya que lo recordemos el día que no esté, como pidiendo perdón por errores si los hubiere cometido. Sentimos por él un cariño enorme y coincidimos totalmente cuando en las Naciones Unidas dijo que se sentía hijo de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Nosotros lo sentimos como un hijo", expresó.
Consultada por qué tipo de persona era Néstor Kirchner, Carlotto resumió: "Fue un imprescindible".