Fimiani Orencio es oriundo de La Leonesa. Hace cerca de un mes tenía un terreno de 40 por 85 metros. Allí realizaba trabajo de ladrillería que lo ayudaba a subsistir para alimentar a sus dos hijos, uno de 12 años que concurre a una escuela especial y otro de 7 que va a un escuela de la localidad.


El problema que tiene don Orencio, como lo conocen en La Leonesa, es este: El Juzgado de Faltas del Municipio, a cargo de la jueza Teresa Esther Tejerina, decidió que debe trasladar su ladrilleria a una zona no urbanizada, ya que en el predio que ocupaba se otorgará a “familias aborígenes para la construcción de viviendas a favor del Ipduv”.

Fimiani dice que ahora ocupa un espacio de 15x20 y que en ese lugar vive hace 30 años. El hombre no quiere perder el terreno y contó que “tiene mucho trabajo de ladrillería y no quiere perderlo”.

El terreno está ubicado en un sector de lo que fue en su momento el Ingenio Las Palmas, en el barrio Belgrano y calle Juan Carlos Treppo sin número.

“Solo quiero que me ayuden, que me hagan una casita para al menos poder guardar mis herramientas”, se conmueve Orencio y agrega que sus reclamos no fueron tenidos en cuenta por el intendente José Carbajal. Pide a las autoridades que lo ayuden no solo para no perder el terreno, sino que allí trabaja para mantener a su familia.


Fuente: Diario Norte