Fútbol - Recopa Sudamericana River, a un paso de ganar la Recopa con una defensa que le garantizó el cero y un ataque con mucho por mejorar En un partido muy cortado (hubo 51 faltas) y más allá de un error de Batalla, el equipo de Gallardo se trajo un empate de Bogotá; el próximo jueves, a las 21.15, el desquite en el Monumental. Pasaron 373 días del último título conseguido por el River de Marcelo Gallardo, aquella Copa Suruga Bank con la goleada a Gamba Osaka 3-0 en Japón, que le daba continuidad a las conquistas internacionales de la Sudamericana 2014, la Recopa 2014 y la Libertadores 2015. Pero la Recopa 2016 que empezó a disputar el equipo millonario anoche no tenía el valor de uno más. Era, en el fondo, una forma de demostrarse que el espíritu ganador no se había agotado en agosto pasado. River estaba obligado a reinventarse, pero no era la primera vez que lo intentaba. Anoche, todavía con la estructura en ablande, respondió a medias: tuvo un flojo ataque, pero al menos la defensa le sostuvo un 0-0 que lo deja bien para la revancha del jueves próximo en el Monumental.
El foco, en el nuevo River, podría haber estado en la cantidad de zurdos, en el nuevo esquema 4-2-2-2 de Gallardo, en el liderazgo que iba a tratar de recuperar Andrés D' Alessandro, pero el punto en cuestión estuvo, sobre todo, en la defensa. ¿Por qué? Es que fue uno de los puntos más determinantes del River ganador del Muñeco, lo que logró edificar la última línea con Mercado, Maidana, Funes Mori y Vangioni, protegidos por Barovero y ayudados por Kranevitter y Ponzio sobre todo en las etapas decisivas.
Anoche, la renovación empezó sólo con la permanencia de Maidana y Ponzio, pero la estructura defensiva fue nueva y estuvo bajo observación, más todavía cuando en el último amistoso recibieron tres goles de Tigre. El juvenil Batalla en el arco (que falló feo en la primera pelota parada en contra) y una línea de fondo con Moreira, Maidana, Mina y Casco, que alternó más buenas que malas.
La premisa para este nuevo equipo estaba en recuperar aquella presión alta del mejor River, aquél del primer semestre de Gallardo y que defendía con los centrales por varios momentos mano a mano a la altura del círculo central. Ayer -de arranque nomás- Maidana le levantó el pulgar al línea N° 1 tras cobrar un off-side de Osorio. Y en los intentos de presión alta, los primeros en achicar los espacios por las bandas fueron los laterales Moreira (a quien le cometieron varias faltas en campo rival) y Casco. Pero la mayoría de las veces que River quedó largo como equipo, con demasiada distancia entre los centrales y Alario, sufrió.
En Independiente Santa Fe, Gustavo Costas planificó el partido con un enganche (Omar Pérez) y dos futbolistas veloces de punta: Humberto Osorio y Jonathan Gómez, quien comenzara su carrera como volante por la derecha en Central.
River apostó al juego interior, a partir del buen pie de los zurdos D'Alessandro, Ignacio Fernández y Pity Martínez (después Andrade). Con movilidad y rotación, siempre apareció uno de ellos (o Driussi) libre a la espalda del 5 rival. Así generó dos situaciones con remates desde afuera del área -primero de Driussi y luego de Martínez- que desvió Zapata. Pero quien quedó alejado de toda sociedad fue Alario, que debió luchar en desventaja cuando recibía los pelotazos frontales.
Las presencias de Mercado y Funes Mori no sólo le daban solidez, también le aportaban juego aéreo ofensivo. Ayer River contó con 12 pelotas paradas a favor, pero... no se impuso en ninguna.
La altura de Bogotá, unos 2600 metros, presentaba un interrogante sobre el rendimiento físico de River, aunque inferior a las dificultades que ofrecen Quito (2800) o La Paz (3600). Lo sintió en la segunda etapa, cuando más foules se vieron de los 51 (26 locales y 25 visitantes) dividiendo más la pelota de lo normal.
Con la mira en la revancha, en el Monumental, vale aclarar que no tiene influencia en la definición los goles de visitante. El nuevo River todavía se mostró débil en ataque, aunque la defensa le dio, al menos, una seguridad para traerse de Bogotá un empate que lo deja bien parado.
Fuente: Canchallena
Viernes, 19 de agosto de 2016
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