Deportes En el corazón del estadio de Los Pumas-All Blacks: así se vivió el Haka y cómo es un día de partido en Nueva Zelanda Cómo fue la tradicional danza maorí y un recorrido por el interior del Waikato Stadium; perlitas desde Hamilton Media hora antes de que comenzara el partido entre los All Blacks y los Pumas por el Rugby Championship, tres cuartos del estadio estaba vacío. Los hinchas, que luego colmaron las 26 mil localidades del Waikato Stadium, se sumaron a último momento con un objetivo puntual: nadie se quiso perder el Haka, una tradición de culto que tiene el equipo neozelandés.
El silencio fue notable al momento del Haka. Los argentinos en el campo de juego lo miraban abrazados. Antes de que todo comenzara, los hinchas que llegaron a la cancha se acomodaron en los pasillos, buscando refugio del frío y, también, algo para alimentarse. Todos abrigados, combatiendo los 7°, una temparatura hostil, listos para presenciar el ritual.
Desde hamburguesas, papas fritas hasta un plato completo de pollo, cualquier cosa se podía conseguir en las tiendas. El sándwich más barato se podía comprar en USD 5,50. El combo completo, en casi USD 10. Pero la variedad, más allá de la comida, estaba en qué tomar.
Ofertas de cervezas en todas sus formas: latas, botellas o pack de cuatro. Desde USD 4,5 hasta USD 23. Por USD 7 se puede adquirir una botella de vino blanco.
Más allá de los alimentos, la camiseta de los All Blacks se podía conseguir en cada rincón. A diferencia de lo que puede suceder en las canchas argentinas, en las inmediaciones del estadio no hay vendedores ambulantes, aquí todo sucede adentro. Desde la remera al camperón, los precios oscilan en USD 43 hasta los USD146.
Pero en los pasillos y en los rincones del estadio, más allá de lo que se podía adquirir, se encontraban distintos VIP's. Desde la organización, con dirigentes de Nueva Zelanda, pasando por el sector exclusivo de los Chiefs, el equipo local de la ciudad de Hamilton, hasta el rincón más privado de los "Hamilton Harlequines", un selecto club fundado hace ya muchos años.
Fuente: La Nación
Sábado, 10 de septiembre de 2016
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