Tenis Juan Martín del Potro tras su debut en Delray Beach: "Me sentí bien, es bueno saber que ya no sólo tengo que pensar en recuperar la muñeca" El tandilense venció al sudafricano Kevin Anderson en su presentación
Cada partido de Juan Martín del Potro le imprime a Delray Beach una rutina singular, casi una revolución. Los 30 metros que separan el salón de jugadores del court central, vallados permanentemente, están atestados de hinchas que detrás del perímetro braman por una foto, una selfie o simplemente una mirada. En la ida, Delpo sonríe enfocado en su próximo desafío, pero, en la vuelta, se entrega a sus fanáticos. Lo tocan, lo alientan, le piden autógrafos, se sacan fotos. Flamean las banderas argentinas, las camisetas, las remeras de Boca. Es tal el fervor que la seguridad se ve superada e incluso las vallas amenazan con ceder.
"La caminata previa y post partido es algo que disfruto mucho, a veces hasta más que el juego en sí. Desde que me estaba cambiando sabía que había mucha gente, muchos latinos y argentinos pero no escuchaba nada desde el vestuario. Pero cuando abrieron la puerta y puse mi primer zapatilla en la escalera, la gente explotó y me agarraron nervios y ansiedad de ganas de jugar. Me transmiten tanto cariño todo el tiempo que por más que sea un torneo 250 me dan ganas de dejar todo, seguir avanzando, por tener la chance de volver a caminar ese pasillo enfrente de toda esa gente. Por suerte voy a poder tener otra oportunidad de disfrutar eso, que es algo que extrañé muchísimo cuando lo veía desde mi casa, es algo que es difícil ganárselo y es difícil mantenerlo", confesó en la rueda de prensa tras su exitoso debut frente al sudafricano Kevin Anderson en el ATP 250 de Delray Beach.
Del Potro empezó su nueva temporada como terminó la anterior: ganando. Después de 86 días de aquella inolvidable gesta en Zagreb, el tandilense retornó al circuito después de una exigente pretemporada que necesitaba para acondicionar su físico para el resto del calendario.
El desafío, si bien se presentaba sencillo por los antecedentes entre ambos tenistas, era complejo: antes de sufrir un 2016 plagado de lesiones, Anderson había escalado hasta el 10° puesto en el ranking ATP. Para colmo se sumaba la inactividad de Delpo, las repercusiones lógicas de una intensa preparación física y un factor inesperado: el viento que lo obligó a corregir su lanzamiento en dos saques.
"Fue mi primer partido y lo sentí así por la dureza de mi juego, por los movimientos que están un poco lentos, incluso por momentos me sentí descoordinado. Las condiciones de la noche no ayudaron: había mucho viento. Además Kevin es un tipo que le pega tan fuerte que no sabés para dónde va la pelota, no te da ritmo, está en un ranking que no está al nivel que tiene de tenis. Para una primera ronda de un torneo 250 es realmente complicado. No fue el partido ideal para arrancar a buscar el ritmo que necesito pero lo importante es ganar haciéndolo en un tiempo relativamente rápido".
El trámite fue parejo pero Delpo dominó el resultado desde el primer game con autoridad. Pese a la lógica lentitud en ciertos momentos, su juego respondió: el drive y el saque fueron imparables. Su revés aún está lejos del de antaño, aunque mostró una mejoría con respecto al año anterior e incluso dejó algún passing shot que pareció rescatado del arcón de los recuerdos.
"Técnicamente el revés está mejor, a veces le puedo dar un poco más de top con el trabajo que hace mi muñeca, pero sé que lo puedo hacer mucho más. En momentos importantes del partido a veces prefiero jugar con slice que es un tiro que me da confianza antes que con ese revés que busco tener el día de mañana", reflexionó antes de marcharse con el triunfo bajo el brazo para entregarse a una buena cantidad de argentinos que lo esperaron una hora después de terminado el partido en la puerta del club para llevarse algún recuerdo.
Del Potro dio su primer paso en Delray Beach, el primero de su temporada. El jueves se enfrentará a Damir Dzumhur en los octavos de final de un torneo que vibra con cada uno de sus pasos. Mientras tanto, Delpo disfruta.
"Me sentí bien, tengo la tranquilidad de que puedo ir a recuperarme al hotel y que el foco de la recuperación no es 100% mi muñeca como era el año pasado. Eso parece que fue hace tanto y en realidad solo pasaron 12 meses nada más. Para una muñeca, para un cuerpo que paso varias veces por un quirófano no es lo mismo que para otro que viene jugando en esta intensidad. Tengo cosas positivas para rescatar de hoy y el año recién arranca".
Fuente: Canchallena
Miércoles, 22 de febrero de 2017
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