Cristina con Francisco Cristina y su cita con el Papa: "Los dos creemos en un mundo multipolar" La presidenta calificó de "estupendo" y "cálido" su encuentro de casi dos horas con Francisco. Y alentó la chance de que mantengan otros en las próximas dos visitas del Pontífice a la región. "Hablamos de la preocupación que tenemos por la paz y del incentivo desde el sector armamentístico, como él denunció, para que surjan conflictos y no se solucionen", dijo CFK.
Una tarde lluviosa. Con puntualidad, Francisco salió de una pequeña puerta del edificio de Santa Marta. Los guardias suizos se cuadraron y el Papa hizo caso omiso de las gotas que caían. Miró al enjambre de periodistas que estaba agolpado al lado del Aula Paulo VI, la sala donde se reuniría con Cristina. Eran las 16:40 y detrás se veía la cúpula de San Pedro.
La presidenta argentina llegó temprano. El encuentro se prolongó por una hora y 40 minutos. Antes de regresar al edificio de Santa Marta, el Papa saludó a los periodistas por su día. La insistencia del corresponsal de Télam lo hizo volver. Le entregaron una camiseta de fútbol y se quedó conversando unos segundos. "Recen por mí -les dijo Francisco-. Los que no quieran o su conciencia no se lo permita…, al menos tiren buena onda."
Según consignó Tiempo Argentino, una primera parte muy conceptual que rompe los cánones dogmáticos, y una segunda inevitablemente porteña.
Jorge Bergoglio logra entrar y salir de los laberintos de la liturgia como un pez en el agua y al mismo tiempo crea una revolución en la Iglesia.
Hubo, como es habitual, regalos. El Papa le entregó un ícono de la Virgen de la Ternura, proveniente de la Catedral Vladimir, situada al oeste de Rusia, del credo ortodoxo. Da para pensar: regala una efigie de una confesión cristiana no católica. Además, la semana próxima verá a Vladimir Putin. Cristina llevó varias cosas: la más importante, un cuadro de Eugenio Cuttica inspirado en el obispo Arnulfo Romero, con dos agujeros de bala. Además, un libro del uruguayo Alberto Methol Ferré, un pensador revisionista amigo del Papa cuando era Jorge Bergoglio. El título del libro expresa la encrucijada de esta hora del sur americano: Los estados continentales y el Mercosur.
Fue escrito en 2001, antes de que llegaran Lula, Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez al gobierno. Sin embargo, el texto parece anticipar muchas de las medidas de acercamiento entre las naciones del sur, así como muchas de las limitaciones y mezquindades que impiden avanzar en la integración.
Cristina se volvió al hotel y al rato se abrió a la prensa, contestó preguntas y se la notaba muy serena. Se explayó en la situación internacional: no hay duda de que hablaron de América Latina y también de Sarajevo y de la reunión del G7, como se verá más adelante. Respecto de si será la última vez que se reúna con el Papa antes del fin del mandato, dejó claro que no.
-No vamos donde no nos invitan, pero si nos invitan, desde ya que sí –dijo la mandataria para referirse a si estará o no en Ecuador, Bolivia y/o Paraguay en los días de julio en que el Papa visite esos países. O quizás en Cuba o Estados Unidos en septiembre, en la siguiente gira americana del Papa.
Fuente:INFOnews
Lunes, 8 de junio de 2015
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