Francisco El Papa llega a la región con el desafío de revitalizar la Iglesia Católica En su segunda visita a América del Sur, el Papa aterriza esta tarde en Ecuador y seguirá a Bolivia y Paraguay. El viaje de siete días será el más largo de su Pontificado. . Francisco emprende hoy, nuevamente, un viaje hacia las periferias. Caminará por barrios de extrema pobreza. Visitará presos en una cárcel emblemática. Dará multitudinarias misas con la mira puesta en el encuentro con los más débiles.
Pero en su gira por Ecuador, Bolivia y Paraguay, no sólo buscará acercarse a los más necesitados, sino que tendrá el desafío de revitalizar una Iglesia que cada vez pierde más fieles.
En Quito, donde aterrizará hoy a las 15 (17 hora argentina), la expectativa es grande. A pesar que desde hace más de tres semanas miles de manifestantes ocupan las calles para protestar contra el presidente Rafael Correa, el entusiasmo por la visita de Francisco se palpa en esta ciudad de mayoría católica.
Francisco encontrará en su segunda visita a América latina una tierra fértil para sus prédicas -es la región que tiene más católicos en el mundo-, pero enfrentará, además, el desafío de detener la fuga de fieles hacia el protestantismo. En las últimas cuatro décadas, los católicos pasaron del 92 por ciento de la población en 1970 al 69 por ciento hoy, según un estudio del Pew Research Center.
En este contexto, Francisco, como adelantó el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, transmitirá como siempre "la alegría del Evangelio". Se trata del noveno viaje al exterior del Papa y el segundo a América latina, aunque la visita a Brasil por la Jornada Mundial de la Juventud, en julio de 2013, fue en realidad una herencia de su predecesor Benedicto XVI.
La elección de Ecuador, Bolivia y Paraguay no es casual. "El Papa quiso ir a los países menos grandes e importantes", recalcó Lombardi, en una conferencia de prensa.
Inicio del recorrido
El programa del viaje es extenuante. Francisco se subirá a siete aviones, estará dos días en cada país, dará 22 discursos y presidirá misas multitudinarias, donde se esperan entre uno y dos millones de fieles.
En Quito, dará su primer discurso luego de aterrizar en el aeropuerto. Después recorrerá el centro de la ciudad en un jeep hasta la Nunciatura Apostólica. Al día siguiente, partirá en avión a Guayaquil, la segunda ciudad del país, donde ofrecerá una misa multitudinaria en el Parque de los Samanes y se reunirá con la comunidad jesuítica. Ese mismo día, de regreso en Quito, se encontrará con Correa. El martes presidirá otra misa masiva, en el Parque del Bicentenario.
El miércoles al mediodía, Francisco partirá hacia La Paz, donde se reunirá con el presidente boliviano, Evo Morales, y luego viajará hacia Santa Cruz de la Sierra. Allí visitará la cárcel de Palmasola, una de las más peligrosas del continente, y celebrará una misa al pie de una enorme estatua del Cristo Redentor.
"El Papa no nos adelantó nada de lo que dirá, pero un tema muy presente en el pueblo boliviano es el tema de la justicia. Espero que la palabra del Papa nos lleve hacia una reconciliación, porque por las diferencias políticas nos hemos alejado entre nosotros. El Pontífice nos va a renovar como pueblo y como católicos", contó Aurelio Pesoa, coordinador nacional para la visita del Papa y miembro de la Conferencia Episcopal Boliviana.
Aunque Evo es un confeso admirador de Francisco, se enfrentó varias veces por razones políticas con la cúpula católica boliviana, a la que acusó de conservadora y de estar alineada con la derecha.
Arribo a Asunción
El próximo destino será Asunción, donde llegará el viernes. Se calcula que habrá más de un millón de argentinos para recibirlo. Más cerca que nunca del país, no visitará su tierra natal para no influir en las elecciones presidenciales de octubre. Sí viajará a Asunción la presidenta Cristina Kirchner para asistir a la misa del Papa el 12 de julio.
Durante su estada en Paraguay, Francisco visitará además Bañado Norte, una villa miseria de 30.000 habitantes en las afueras de Asunción.
El Vaticano no adelantó qué dirá Francisco en cada país, pero su mensaje, según el teólogo argentino Carlos Galli, es previsible a partir de sus otras intervenciones. Probablemente hablará de la necesidad de "movilizar a la Iglesia hacia su reforma misionera, de acrecentar la fe del pueblo cristiano mediante una piedad popular viva y comprometida; insistirá en la democratización y la lucha contra la corrupción en cada país, y en la integración entre los distintos países", detalló.
El Pontífice manifestó en un video su alegría de encontrarse con los fieles sudamericanos. Su mensaje no deja lugar a dudas: "Quiero llevarles la ternura y la caricia de Dios, nuestro Padre, especialmente a sus hijos más necesitados, a los ancianos, a los enfermos, a los encarcelados, a los pobres, a los que son víctimas de esta cultura del descarte".
Domingo, 5 de julio de 2015
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