Entretenimiento Julia Roberts: “La versión original de 'El Secreto de sus Ojos' es increíble”  “Una gran película, una ópera silenciosa” dice Julia Roberts de El secreto de sus ojos, de Juan Campanella, ganadora del Oscar al mejor filme hablado en idioma extranjero en 2010. Ella protagoniza ahora la versión de Hollywood, Secretos de una obsesión, en la que trabajó junto a su esposo, Dany Moder, quien estuvo a cargo de la dirección de fotografía del filme.
“El filme original es increíble, sorprendente. Es una gran película y todas las actuaciones están tan bien hechas. Lo que amé ni bien la vi es que es como una ópera silenciosa, pasan tantas cosas en ella... Por eso me interesé de inmediato cuando me dijeron de hacer la remake”, le comenta Julia a Clarín en un bungalow del hotel Fairmont, en Santa Mónica, frente al mar.
A 25 años de Mujer bonita, la actriz de 48 años, cara de los cosméticos Lancome, realiza uno de sus trabajos menos glamorosos en esta remake. Su rol (mezcla del de Guillermo Francella y del de Pablo Rago) cambia a poco del inicio, entrando en un espiral descendente de dolor y venganza, dejando atrás su memorable sonrisa. Aquí ella es Jess, una agente de un grupo antiterrorista del FBI, compañera de trabajo del Darín interpretado por Chiwetel Ejiofor en una Los Angeles paranoica post ataques en las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.
Elegante, pero no producida para una alfombra roja, como algunos esperan ver siempre a una estrella de Hollywood, la actriz (madre de tres niños) que suele parapetarse detrás de la generalidad de las conferencias de prensa, se sentó en esta ocasión en la cabecera de una larga mesa, para conversar con una docena de periodistas internacionales. A quienes, es justo decirlo, les había gustado más la versión original de la película que la remake que protagoniza Julia. Aunque coincidían que esta labor dramática podría hacerle ganar a la actriz su segundo Oscar.
Julia Roberts y Chiwetel Ejiofor en la presentación de "Secretos de una obsesión" / REUTER
¿Por qué cambiaste tu personaje para hacerlo más dramático todavía?
Cuando me llegó el guión pensé que no había pasado tanto tiempo desde que lo habían hecho en Argentina, pero luego leí que mi personaje era una combinación de algunos de los personajes originales y eso me interesó. En la original está este hombre que pierde a su mujer, y ellos (el productor Mark Johnson y el director Billy Ray) dijeron que harían mi personaje como si fuera una mujer que pierde a su esposa. Y yo pensé que estaba bien, que era cool y muy siglo XXI. Me gustó la idea. Pero cuando estaba por la mitad del guión, pensé que la víctima debería ser su hija, para que no haya nadie entre los espectadores que no pueda ver algún elemento suyo en su corazón.
¿Cómo entraste en la mentalidad de esta mujer que está perdiendo a una hija?
Es algo que te da miedo. Requiere más que pensar en el perro que se me murió a los 8 años. Pensé en el planeta de Jess, en su mundo. La primera vez que me senté con Zoe, la actriz que interpreta a mi hija, y la vi tan alegre y vital, me golpeó pensar en qué pasa cuando ese joven espíritu ya no esté más, con lo enamorada que estoy de mis hijos. Terminé perdiendo mi voz en la escena del contenedor de basura (donde encuentran el cadáver). No hubo atajos. No hubo días divertidos.
Tu esposo hizo la dirección de fotografía de la película. ¿Trabajaron juntos en la elaboración de tu personaje?
Lo hicimos al principio, tratando de encontrarle el look a Jess en el comienzo, y él es una gran parte de eso como director de fotografía. Testeamos algunas cosas que le preocupaban, cosas que yo quería incluir en mi vestuario y él quedó aliviado cuando vio que era realista. Más allá de eso, él tiene su trabajo que hacer, y yo el mío, y creo que sólo fue un par de veces, especialmente cuando filmamos la escena dramática del contenedor de basura, que al final del día yo sentía que necesitaba tenerlo cerca. Creo que eso fue justo, me gané con creces ese abrazo (se ríe).
Todo venía bien hasta que a una periodista se le ocurrió preguntarle a Julia si había sido liberador no tener que aparecer glamorosa en la película. A la actriz el comentario le pareció sexista, aunque no lo era. “Te tengo que retar por ser una mujer que me pregunta eso, seguro que a Chiwetel nadie le diría eso”, la enfrentó Julia. Luego afloja la tensión del momento comentando que no es la primera vez que le hacen ese tipo de preguntas, que ya le pasó promocionando la película de TV de Ryan Murphy Un corazón normal.
“No creo ser conocida como una persona glamorosa. Como actriz, mi responsabilidad es ser auténtica y realista con la experiencia de este personaje que aparece al principio de una manera, y luego se transforma. Cómo hacés eso sin ponerte una máscara o que parezca forzado... Fue excitante experimentar con eso, especialmente cuando entro a la oficina de Claire (Nicole Kidman, la Soledad Villamil de esta historia) y mi amigo me ve por primera vez en 13 años. Y estoy distinta, pero no porque esté enferma”.
¿Dirías que éste es tu papel más dramático hasta el momento?
No necesariamente. Es un thriller, hay vueltas de tuerca aquí y allá, tiene su intensidad. Me gusta interpretar personas complejas. Ya no estoy tan preocupada por pagar el alquiler como cuando filmé Mujer bonita (larga una carcajada). Se trata de una evolución de mis expectativas que han crecido conmigo.
Dice entonces Julia Roberts que no sabe qué magia puso en Mujer bonita el director Garry Marshall para hacerla tan querible, que hasta el día de hoy la gente se le acerca para preguntarle por esa película.
“Es un pequeño tesoro en mi carrera”, asegura.
RECUADRO
Juntas, dos bellezas de 48 años
Julia Roberts y Chiwetel Ejiofor. Al fondo, Nicole Kidman. La ex de Cruise cubre el rol de Soledad Villamil. Tienen la misma edad, 48, empezaron a trabajar como actrices casi al mismo tiempo, se fueron encontrando en ocasiones sociales, pero hasta ahora Julia Roberts y Nicole Kidman nunca habían coincidido en una película. Fueron el productor Mark Johnson y el director Billy Ray quienes las pensaron como las dos partes en el trío protagónico de Secretos de una obsesión, que completa el actor de 12 años de esclavitud, Chiwetel Ejiofor. Dada la presencia y el carisma de estas mujeres, Chiwetel puede que sea el que lleva adelante la historia, pero todo el mundo habla de ellas dos.
“Trabajar con Nicole fue una pesadilla”, bromea Julia Roberts.
“Es una gran actriz, todos lo sabemos, y tiene una belleza que quita el aliento. Pero descubrí que también es un hermoso y dinámico ser humano, y la adoro”.
El director dice que convocó a la australiana para el papel de Claire, la elegante fiscal, porque necesitaba a una actriz que pudiera hacer que un hombre la recordara 13 años después y a la vez ser creíble en su trabajo. Y remarca que Julia y ella tienen una sensibilidad parecida. “Poder trabajar con Julia me hizo aceptar el papel de Claire, ella es increíble como actriz. Y el guión es fascinante. Quedé impresionada por la historia y trabajar con ella fue el plus. Somos como las dos caras de una misma moneda”, comenta Nicole Kidman.
Fuente: Msn Noticias
Sábado, 5 de diciembre de 2015
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