Sociedad
El drama y la disputa judicial que vive la familia del joven polista rosarino
Ignacio Ballesteros se encuentra en "estado vegetativo de mínima conciencia" desde 2010.

Sábado, 25 de agosto de 2012
Un conflicto económico hizo que el caso llegara a la Corte. Infobae.com dialogó con la esposa, quien asegura que el objetivo de los padres es "obtener la curatela como sea"
Ignacio Ballesteros, un joven polista rosarino, tuvo un accidente con un caballo en San Antonio de Areco en diciembre de 2010. Desde ese momento se encuentra internado en “estado vegetativo de mínima conciencia”.
El joven estuvo primero internado en el Instituto Fleni de Escobar. Pero un día, en contra de la voluntad de su esposa y de un juez federal de esa cuidad, sus padres lo trasladaron a un centro de salud ubicado en la ciudad de Córdoba gracias a la autorización del juez federal Ricardo Bustos Fierro.
A partir de ese momento se suscitó un grave conflicto familiar que recorrió ocho tribunales y que ya llegó a la Corte Suprema que, dentro de poco tiempo, resolverá qué tribunal debe decidir el lugar en donde el joven debe continuar el tratamiento.
“Ojalá pudiera preguntarle dónde quiere estar y esto se acaba”, señaló Eduardo Ballesteros, el padre del polista y presidente dela Sociedad Rural de Córdoba capital.
“Los derechos de Ignacio estaban siendo totalmente vulnerados”, sostuvo el padre del polista. Y agregó: “Tengo ganas de decirle: 'Hagamos todo lo que podamos hacer para que se recupere, dejémonos de joder'. Me parece insólito todo esto”.
En diálogo con Infobae.com, Gisela La Menza aseguró que el “objetivo” de los padres de Ignacio es “obtener la curatela de Ignacio como sea”, una responsabilidad que la Justiciale otorga a un curador para que se haga cargo de los bienes de una persona cuando esta, por razones de salud, no puede decidir sobre éstos.
Según Gisela, como la ley establece que es la cónyuge la que debe decidir sobre el tratamiento, “ellos quieren hacerme pasar por loca y dijeron que Ignacio estaba descuidado, con riesgo de muerte o abandonado para poder, así, obtener la curatela como sea”, remarcó.
La mujer del polista aseguró que Ignacio tenía a 14 profesionales que lo cuidaban todo el día. Además, sus abogados cuestionaron el hecho de que el polista no haya tenido un estudio mínimo antes del traslado para verificar si estaba en riesgo.
“Se pueden fijar que en todos los juzgados en los que estuvimos los actores son siempre ellos. Yo soy siempre la demandada”, señaló la esposa del joven rosarino.
Y agregó: “A Ignacio lo sacaron de mi casa con la policía, como si fuera un paquete. Se lo llevaron a un instituto. Cuando lo quiero ir a visitar no puedo estar a solas con él porque la familia me agrede física y verbalmente. Empecé a entrar con cámaras porque me la pasé pidiendo ayuda por todos lados para que me dejaran estar aunque sea media hora con él.”.
Con respecto al estado de salud de Ignacio, Gisela aclaró que su marido “está con los ojos abiertos, entiende todo lo que pasa a su alrederdor pero no puede expresarse verbalmente ni mover voluntariamente su cuerpo. Sólo logró mover la mano derecha y así nosotros habíamos logrado un sistema de comunicación. Pero desde que está en Córdoba pasó todo lo contrario".
Todo lo que consiguieron fue a través de Bustos Fierro, que no tiene buena fama, y que la Cámara le declaró todo nulo porque lo consiguieron a través de mentiras. Lo importante es que Ignacio tiene posibilidades de recuperación pero el proceso es lento, concluyó Gisela.
Fuente: Infobae