Boca Pero si estás igual...  Es casi un hecho que Riquelme volverá a vestir la camiseta de Boca el domingo. Como hace 16 años, cuando debutó, será en La Bombonera y ante Unión. Ayer jugó para los suplentes durante 40 minutos.
De aquella fantasía a esta realidad y a una sensación que se eleva como una bandera que flamea en el cielo de La Boca. Riquelme lustra los botines para volver a jugar a la pelota, y en un escenario donde sus fieles ruedan películas en su cabeza que siempre terminan con el diez y la copa y ese brazo en alto. Román jugó los 40 minutos que duró el ensayo donde los suplentes perdieron 1-0 frente a la Reserva y se perfila para hacer su presentación el domingo ante Unión, en La Bombonera. Desde Ecuador, y previo a subir al avión que trajo a la delegación que venció 2-1 a Barcelona por la segunda jornada de la Copa Libertadores, Carlos Bianchi admitió que es posible la vuelta de Román en esta cuarta jornada del Torneo Inicial. Un dato, que luego generó más argumentos con el tweet que el hermano de Riquelme –el mismo que había anticipado su despedida antes de la final de la Copa ante Corinthians– le dedicó para celebrar lo que, se espera, sea el regreso formal a fútbol y a Boca. Luego del entrenamiento que el plantel completo tenga esta mañana, el entrenador dará su habitual conferencia de prensa. Ahí, se cree que habrá más precisiones respecto a esa chance con la que los hinchas fantasean. A los 34 años, y luego de un adiós que pareció definitivo el 4 de julio y que se reafirmó a principios de enero, el hombre que tiene una estatua en el museo estará otra vez para dibujar un arte que en este Boca puede resolver algunas cuestiones que no solamente pasan por la estética. En ese equipo suplente Román jugó durante todo el ensayo y fue acompañado por D’Angelo; Aguirre, Magallán, Evangelista, Zárate, Fernández, Escalante, Paredes, Acosta y Silva. Quizá sea la última imagen de Riquelme del lado de los equipos alternativos para saltar definitivamente a los titulares. En estas semanas desde que arregló su llegada a Boca, el futbolista sólo se dedicó a realizar esa puesta a punto como consecuencia de su ausencia en la pretemporada que se llevó a cabo en Tandil. Y aunque a Boca le fue nada bien en sus primeros partidos de la doble competencia –sobre todo en el funcionamiento colectivo del equipo–, el Virrey mantuvo la postura de no acelerar los tiempos y de poner a Román cuando “tenga más posibilidades de jugar bien”. Dijo Riquelme, hace unos días, al sitio oficial del club: “No uso remeras rojas ni zapatillas blancas. Yo soy hincha de este club. Ojalá que el día que vuelva a jugar la pelota me haga caso.” El destino, otra vez, lo cruzará contra Unión, como en el día de su debut oficial en Primera con la camiseta de Boca, en 1996. La historia, parece, le tiene un guión armado a este novelista que ha dejado sus mejores escritos en todos los rincones donde una pelota es el juguete universal de un niño que juega por el placer de armar un picado. Latidos y temblores de una Bombonera que empieza a transpirar por lo poco que falta para que ese sueño tan imposible en el inverno pasado sea tan real en este final del verano. Riquelme se pone los cortos, otra vez. Tal vez vaya con el termo cargado debajo del brazo, el mate en la mano y un cuaderno para anotar secretos de su diario íntimo.
fuente:Infobae
Viernes, 1 de marzo de 2013
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