Aniversario redondo Torneo final  All Boys terminó de festejar sus 100 años con una victoria ante Rafaela. Vildozo y Borghello convirtieron los goles del equipo de Pepe Romero, historia y presente del club de Floresta.
El campo de juego, demacrado y casi sin verde, era la evidencia de tanta fiesta. El festejo del sábado, en el mismo escenario, con cien mesas y más de 3000 personas, todavía se reflejaba en la cancha, en los ojos de los hinchas, de los jugadores, de todo el barrio. Pero si algo le faltaba a los cien años de All Boys, a esa celebración centenaria, era el triunfo deportivo. La victoria. Y la consiguió anoche ante Atlético Rafaela para cerrar una semana de historia y presente que llena de orgullo a Floresta. Tal vez haya sido eso, el pasado, lo que motivó a un equipo que en este Torneo Final no conseguía mostrar una solidez ni una contundencia clara. Ayer, envalentonados por el recuerdo de próceres de la casa, salieron con otra cabeza. Serán Carlos Pol, el jugador con más presencias albas (330), o Juan Espina Sívori, el máximo goleador (127), los que provocaron esa lucidez de los delanteros como ellos: Ángel Vildozo puso la cabeza para el 1-0 e Iván Borghello aprovechó su buen pie diestro para clavar la pelota en el segundo palo de Guillermo Sara, comba mediante, para el 2-0. Golazo. Tan así que Pepe Romero se levantó del banco para aplaudir la acción. Fueron apenas dos minutos de lujuria en el resultado, el 37 y el 38, pero que coronaron un primer tiempo que tuvo a All Boys como claro protagonista. Serán, también, las imágenes de Rubén Urquiza y de Lito Brunetti, recordados arqueros del club, los que forjaron la gran noche de Nico Cambiasso: doble atajada, brillante, para mantener el 2-0 en el primer tiempo, y otra tapada espectacular al inicio del segundo, para sostener el resultado. Sin embargo, All Boys fue más que sus libros. En este presente que lo encuentra –tal cual el deseo, el sueño, la promesa interna– en Primera División, dominó el juego durante gran parte del partido. Con algo de posesión y otro poco de pelotazos certeros, en la primera parte logró arrinconar al equipo santafesino. Montoya Muñoz se hizo cargo de la pelota y condujo los avances; el fondo encontró la seguridad necesaria para que los intentos rafaelinos pasaran inadvertidos; los delanteros fueron contundentes. Pero sufrió. Fiel a su historia. Grazzini –un ex Floresta–, en el segundo tiempo, se robó la pelota. La jugó. La movió. Un zurdazo suyo dio en los dos palos antes de escaparse; después, definiría para el 1-2, de penal (no se vio mano de Sánchez, que se fue expulsado por doble amarilla); y después, caería en el área en lo que sí era penal, no sancionado por Vigliano. Aunque estaba escrito. O había que escribir esas nuevas páginas con una imagen festiva. All Boys iba a ganar. A festejar así su centenario: con la historia y la actualidad. Con Pepe Romero sentado en el banco y con su estatua en el ingreso a la platea. Como para que no queden dudas de que pasado y presente son parte de este equipo, de este club, de Floresta.
Fuente:Infonews
Martes, 19 de marzo de 2013
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