Egipto Mansour se reúne con los jefes militares, mientras sigue la tensión Tras una noche de violencia entre seguidores y opositores al golpe de estado que dejó más 30 muertos, El Cairo amaneció en calma, en tanto el presidente de facto se reunió con el ministro de Defensa y autoridades de seguridad para tratar un plan de transición y la seguridad del país.
El presidente de facto Adli Mansour se reunió con el jefe del Ejército Abdel Fatah al Sisi, el ministro del Interior, Mohamed Ibrahim y el nuevo jefe de los de los servicios secretos, general Mohamed Ahmed Fareed.
La reunión tuvo como objetivo trabajar en la aplicación de un plan de transición diseñado por el Ejército para la instauración de una nueva constitución y analizar la situación de la seguridad del país luego de los episodios de violencia ocurridos anoche.
Por su parte, el Partido Justicia y Libertad (PJL), brazo político de los Hermanos Musulmanes, rechazó la propuesta de diálogo nacional ofrecida por el mandatario interino, al tiempo que llamó a una nueva manifestación contra el derrocamiento del ex presidente Mohamed Mursi.
El secretario general del PJL, Husein Ibrahim, sostuvo que no reconocen a las autoridades surgidas del golpe militar del miércoles y que el único presidente legítimo es Mursi.
En tanto la violencia continuó hoy cuando individuos armados no identificados asesinaron a tiros a un sacerdote cristiano copto, en la ciudad egipcia de El Arish, en la región del Sinaí, informaron fuentes del aparato de seguridad de la provincia.
Grupos islamistas ya habían criticado al papa copto, Tawadros, por su apoyo al golpe de Estado y su presencia física en el acto en el que el jefe del Ejército, anunció la suspensión de la Constitución.
Otro grupo armado islamista, Ansar al Sharia, le declaró la guerra al Ejército egipcio por haber derrocado a Mursi.
En un comunicado, afirmaron que la muerte de islamistas y el cierre de canales de televisión cercanos al ex presidente, constituyen "una declaración de guerra contra el Islam".
Hoy los alrededores de la sede de la televisión estatal, epicentro del enfrentamiento de anoche entre defensores del depuesto Mursi y quienes celebraban su derrocamiento, amaneció cubierto de piedras, autos calcinados, chapas y cestos de basura que fueron utilizados como escudos y barricadas durante el choque entre ambos bandos, según pudo constatar Télam en el lugar.
Pese a que no se registraron otros enfrentamientos nocturnos, las sirenas y el estruendo de los helicópteros estuvieron presentes toda la noche en la capital del país árabe más poblado del mundo.
Uno de los episodios más violentos se produjo frente a la sede de la Guardia Republicana, adonde se presume está detenido Mursi, de quien oficialmente no hay datos y sus seguidores sostienen que "lo tienen secuestrado".
Pese a que el Ejército había autorizado "las marchas pacificas y la libertad de expresión", anoche anunciaron que intervendrán ante cualquier provocación o acto de violencia para evitar una escalada que podría comprometer la transición impuesta por los militares.
Mientras, a unos quince kilómetros de la plaza Tahrir -en el suburbio de Nasser City- los simpatizantes de los Hermanos Musulmanes continúan acampando en una ancha avenida frente a la mezquita Rabaa al-Adaweya, donde ayer se realizó un multitudinario acto.
Anoche, el número dos de la Hermandad Musulmana de Egipto, Jairat al Shater, fue detenido en Nasser City, al este de El Cairo, luego que la Fiscalía General emitió una orden de detención contra él y el resto de la primera línea de este movimiento islamista.
"Nadie nos dice oficialmente dónde está nuestro presidente. Lo tienen secuestrado, es inaceptable, encima anoche detuvieron a otro de nuestros líderes a pesar de que todos tuvieron un mensaje pacificador", le dijo a Télam Amunet, con casco de obrero y un largo palo de madera, uno de los encargados de la seguridad de las manifestaciones de la cofradía.
A 200 metros del puesto de control donde la seguridad de la cofradía revisa exhaustivamente a simpatizantes y periodistas, una decena de tanques y vehículos blindados sigue de cerca la situación. "Somos mayoría en nuestro país y vamos a demostrarlo en las calles", apuntó Amina, de 38 años, quien acampa junto a sus dos hijos en Nasser City.
Por su parte un joven opositor a Mursi señaló que "después de los incidentes de anoche tenemos miedo de que la violencia se propague, pero creemos en el cambio y vamos a defenderlo. No nos vamos a ir de aquí, no nos van a amedrentar", le dijo a Télam Jaamal, un estudiante de 26 años instalado desde el 30 de junio en la plaza Tahrir.
Las Fuerzas Armadas egipcias derrocaron el miércoles 6 de junio a Mursi, elegido hace un año en las urnas, y designaron como presidente interino al ex titular del Tribunal Constitucional, Adli Mansur, quien deberá convocar y supervisar las próximas elecciones presidenciales.
Fuente: Telam
Sábado, 6 de julio de 2013
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