España España pidió explicaciones a EEUU por el "inaceptable" espionaje El gobierno español exigió ante el embajador de Estados Unidos en Madrid conocer el alcance del espionaje realizado por los servicios de inteligencia estadounidenses en su país, tras advertir que esas prácticas pueden romper el "clima de confianza".
Estados Unidos, por su parte, reconoció la "preocupación" por la divulgación "no autorizada" de información clasificada, pero defendió que su espionaje ha jugado "un papel primordial" para la seguridad tanto para sus intereses como los de sus aliados, entre ellos España.
La nueva documentación secreta del ex agente de la CIA Edward Snowden revela que la NSA estadounidense espió 60,5 millones de llamadas en solo un mes
El embajador de Estados Unidos en Madrid, James Costos, acudió al Ministerios de Relaciones Exteriores español convocado por el Ejecutivo del presidente Mariano Rajoy para dar explicaciones sobre el caso masivo de espionaje, que habría afectado a 35 líderes mundiales.
La reunión se produjo después de la publicación de nueva documentación secreta del ex técnico de la CIA Edward Snowden, que revela que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense espió 60 millones y medio de llamadas en España en solo un mes, entre diciembre de 2012 y enero de este año.
Previamente, otras informaciones periodísticas señalaron que Estados Unidos no solo rastreó millones de llamadas, SMS y correos electrónicos de ciudadanos españoles sino que espió a dirigentes políticos y miembros del gobierno.
Al término del encuentro con el representante diplomático estadounidense en Madrid, el Ministerio de Exteriores español emitió un comunicado en el que reiteró "su preocupación por las informaciones aparecidas en los medios de comunicación en los últimos días".
Asimismo, advirtió de la necesidad de mantener un "equilibrio entre seguridad y la defensa de la privacidad e intimidad de las comunicaciones", como establece la legislación española.
"España transmitió a Estados Unidos la importancia de preservar el clima de confianza que rige en las relaciones bilaterales y de conocer el alcance de unas prácticas que, de ser ciertas, son impropias e inaceptables entre socios y países amigos", dice la nota.
Por su parte, el embajador Costos señaló que "trasladará a sus autoridades esta preocupación" y se mostró convencido de que, en el marco de la colaboración existente en todos los ámbitos entre ambos países, "el gobierno de Estados Unidos despejará las dudas que han surgido sobre este asunto", añade el texto de Exteriores.
La embajada estadounidense emitió su propio comunicado en el que aseguró que Estados Unidos "reconoce que algunos de nuestros más cercanos aliados han expresado su preocupación por la reciente serie de divulgación no autorizada de información clasificada".
No obstante, remarca que "los programas a los que se hace referencia en algunas de estas informaciones son programas de seguridad nacional que han desempeñado un papel fundamental en la protección de los ciudadanos de Estados Unidos". Y añade: "también han jugado un papel primordial en la coordinación con nuestros aliados y en la protección de sus intereses".
"El presidente Obama ha ordenado una revisión interna para asegurar que la información que se recaba en estos programas no es toda la inteligencia que Estados Unidos es capaz de recoger, sino más bien la inteligencia que debe y tiene que ser recogida", señalan, al tiempo que prometen seguir haciendo consultas con sus aliados.
Costos fue recibido durante unos 40 minutos por el Secretario de Estado para la Unión Europea (UE), Iñigo Méndez de Vigo, y el director adjunto para América del Norte, Asia y Pacífico, Ernesto de Zulueta, ya que el Ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, se encontraba de visita en Polonia.
Rajoy anunció el viernes pasado desde Bruselas que había ordenado convocar al embajador estadounidense para recabar información sobre el supuesto espionaje, aunque precisó que "no tiene constancia" de que se haya espiado a políticos españoles.
De hecho, el jefe de la diplomacia española reiteró desde Varsovia que "de confirmarse el espionaje" podría suponer una "ruptura del clima de confianza" entre ambos país.
En un intento por evitar que este asunto dañe las relaciones con Washington, el Ejecutivo español se resistió a tomar medidas ante las evidencias publicadas, aunque el agravamiento del escándalo forzó a Rajoy a dar los primeros pasos y pedir explicaciones, aunque España no fue más lejos.
En julio de este año, cuando, con las revelaciones de Snowden, estalló el escándalo que afecta a varios países, Madrid expresó su "preocupación" a Washington, pero no recibió ninguna respuesta, se quejó recientemente Margallo.
Pero el espionaje a España está registrado en un gráfico de barras que, bajo el título "Spain-last 30 days" (España-últimos 30 días), muestra el flujo diarios de llamadas entre el 10 de diciembre de 2012 y el 8 de enero de este año, reveló hoy el diario El Mundo, que tuvo acceso exclusivo a la información.
El día de máximo flujo fue el 11 de diciembre, con más de tres millones y medio de llamadas registradas en suelo español.
Según el diario, el espionaje no registra el contenido de las llamadas, sino el número de serie de los aparatos que se comunican, el lugar donde se encuentran, el número de teléfono de las tarjetas SIM usadas y la duración de la llamada.
Asimismo, la interceptación llevada a cabo por la NSA incluye también la intrusión en informaciones de carácter personal a través del navegador de internet, el correo electrónico y redes sociales como Facebook o Twitter.
Este registro de datos de ciudadanos españoles realizado por Estados Unidos está tipificado como delito en el Código Penal español, que protege la privacidad de este tipo de informaciones.
Fuente: Telam
Lunes, 28 de octubre de 2013
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