Torneo Inicial Pasó un Ciclón por encima  San Lorenzo fue mucho más que el 1-0 durante todo el partido, aunque no lo resolvió a tiempo y al final dependió de que su arquero atajara un penal. Boca volvió a ser un equipo muy tibio, sin ideas y con una defensa horrorosa.
Previo al pitazo inicial de Germán Delfino había dos grandes incógnitas en el Nuevo Gasómetro: ¿Cómo iba a repercutir la presión del hincha de San Lorenzo en un equipo que se jugaba su última carta para ir a pelear el campeonato? ¿Cómo se las iba a arreglar Boca para jugar sin su “fábrica de fútbol”, sin Riquelme y Gago? Las cosas quedaron claritas ni bien comenzó a rodar la pelota. Al Ciclón no le temblaron las piernas para ir a buscar los tres puntos y el Xeneize estuvo perdido durante los 90 minutos y nunca supo cómo cubrir los lugares vacíos de Román y Pintita. Con el correr de los minutos el juego del dueño de casa fue mostrando lo de siempre: circulación de pelota y el arco de enfrente como único objetivo. En cambio la visita sorprendió por su planteo demasiado conservador, lo que fue decantando en una increíble apatía para cruzar la mitad de cancha. Así fue como Agustín Orion tuvo más de un revolcón en la primera media hora, con el penal atajado a Leandro Romagnoli incluido, mientras que Sebastián Torrico fue un espectador con platea preferencial, que recién a los 27 minutos tocó la pelota tras un remate de Gigliotti. El esquema que plantó el Virrey fue para tener mayor recuperación con Ledesma y Ribair en la mitad y, de paso, aliviarle el trabajo a la defensa, dejando bien en claro que ayer Boca fue a ver qué pasaba y si se daba la chance de meter un bochazo para Gigliotti o aprovechar una corrida del Burrito. Pero todos los planes del DT boquense se fueron al diablo cuando el tridente Romagnoli-Correa-Piatti empezó a toquetearle la pelota. Los tres solitos, apoyados en la cada vez más sólida dupla Kalinski-Mercier, enloquecieron literalmente a los volantes y defensores del elenco de La Ribera, que en más de una oportunidad, desesperados al ver pasar la redonda delante de sus narices y no poder agarrarla, empezaron a cortar el juego del Ciclón con faltas, ante la excesiva pasividad del árbitro Delfino. San Lorenzo se floreaba y Boca lo sufría. Lo tuvo Correa a los nueve y su remate su fue besando el palo. Otra vez el pibe, a los 17: Orion se la mandó al córner. Tres minutos después Kannemann metió un cabezazo en el palo. A los 25 el arquero xeneize le desvió un penal al Pipi. Unos, los de azul y rojo, hacían todo bien para ganar. Los otros, los de azul y amarillo, incluso apelando a hacer tiempo ya desde el primer tiempo, rezaban para que no les convirtieran. Ese vendaval de fútbol que fue el Ciclón en esos primeros 30 minutos, se debilitó apenas cuando su 10 no pudo anotar el penal. Pero fue sólo un sacudón anímico, que lo recuperó en el complemento, ni bien comenzó. El golazo de Correa, previo jugadón de Nacho Piatti, le dio el toque de justicia que le faltaba al partido. El 0-1 complicó más al equipo de Bianchi que, sin nadie que esgrimiera la más mínima idea de cómo ir a lastimar a su rival, dependió de los pelotazos para un Gigliotti muy solitario ante una bien parada defensa santa y en alguna corajeada del Burrito. Eso sólo y nada más. San Lorenzo siguió y siguió dominando a piaccere el partido y no amplió el marcador por Orion, le tapó un mano a mano al Pipi, y porque algunos jugadores azulgrana a veces hicieron una de más. Pudo haber terminado 4 a 0 para el local y no hubiese estado mal. Pudo ser 1 a 1 y sí hubiese estado mal. El Ciclón saca pecho para ir a Rosario a la “caza” del líder Newell’s. Tiene con qué. Boca retrocedió un casillero, está preocupado y sus esperanzas, jugando así, se escurre como agua entre las manos. 6 partidos lleva San Lorenzo invicto de local: ganó 4 y empató 2. 7 partidos sin perder llevaba Boca: 4 victorias y 3 empates. COMENTARIO La diferencia de un gol es absolutamente mentirosa. San Lorenzo fue muy superior durante todo el desarrollo del partido. Manejó la pelota, ahogó a Boca, metió presión en el medio y adelante desde principio al final. Con varios exponentes a gran nivel: Correa, Piatti, Mercier y Torrico. Mereció ya en el primer tiempo ponerse en ventaja como mereció ganar con mayor holgura y no sufrir al final. Incluso, el equipo xeneize, sin justificarlo estuvo a punto de empatarlo. Orion evitó que la diferencia fuera mayor. LA FIGURAÁNGEL CORREA: logró el desequilibrio, que no es poco en un partido tan cerrado. Fue un golazo. En el corazón del área eludió a un defensor como si fuera en una cancha de papi y la clavó en un ángulo. Pero además, siempre cada vez que tocó la pelota mostró picante.
Lunes, 4 de noviembre de 2013
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