En Ginebrra El mundo acordó con Irán Las principales potencias del mundo -Estados Unidos, China, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania- celebraron el acuerdo alcanzado en Ginebra con Irán para suspender temporalmente el programa nuclear de Teherán y reducir las sanciones contra ese paí
El primero en expresar su satisfacción fue el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien aseguró que se trata de un "gran acuerdo" que "hace al mundo más seguro" ya que la suspensión de seis meses garantizará que las actividades nucleares de Irán sean "completa y exclusivamente para fines pacíficos".
"Por primera vez en casi una década, hemos frenado el avance del programa nuclear iraní, y las partes clave del programa se verán aplacadas", celebró el mandatario en una declaración desde la Casa Blanca, informó ayer la agencia de noticias EFE.
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, lo calificó de "acuerdo histórico" y "alentador comienzo", e instó a ambas partes a trabajar sobre esta base para construir la confianza mutua.
A través de un comunicado, en tanto, la Cancillería rusa sostuvo que el acuerdo nuclear con Irán representa una "ganancia para todos" y celebró que aunque "fue un largo y complejo trabajo, a fin de cuentas prevaleció el sentido común".
Además, Moscú reivindicó el acuerdo como un precedente importante en la región para "superar la peligrosa tendencia de los últimos años, cuando se intentó resolver por la fuerza situaciones conflictivas y de crisis en Oriente Medio".
En Europa también reinó la satisfacción y el optimismo: el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, calificó al acuerdo como un "paso decisivo para la seguridad global y la estabilidad", en tanto que el mandatario de Francia y una de las voces más duras contra Irán, Francois Hollande, aseguró que se trata de un "paso importante en la dirección correcta".
El primero en expresar su satisfacción fue el presidente Obama, quien aseguró que se trata de un "gran acuerdo" que "hace al mundo más seguro" . Por su parte, el canciller británico, William Hague, señaló que el acuerdo "demuestra que es posible trabajar con Irán" y agregó en su cuenta de Twitter que ahora comienza "el difícil trabajo de aplicar y desarrollar el acuerdo".
"El acuerdo con Irán es bueno para el mundo entero, incluidos los países de Oriente Medio y los propios habitantes de Irán", concluyó el funcionario británico.
Uno de los puntos del acuerdo sellado en Ginebra dice que Irán acepta diluir todas sus reservas de uranio enriquecido al 20% y suspender el enriquecimiento de uranio superior al 5%, lo que garantizaría que la República Islámica no podrá avanzar en un supuesto programa nuclear militar, ya que un arma nuclear requiere uranio enriquecido a más del 90%.
Además, Teherán se comprometió a no poner en funcionamiento nuevas centrifugadoras, las máquinas que le permiten convertir su uranio concentrado en combustible nuclear. No obstante, podrá mantener funcionando sus dos actuales instalaciones, informó la agencia de noticias EFE.
A cambio, el texto acordado en Ginebra compromete a las potencias a no imponer nuevas sanciones a Irán, permitir la venta de crudo a los clientes actuales al nivel actual y repatriar más de 4.000 millones de dólares obtenidos de la venta de petróleo que actualmente están congelados en cuentas extranjeras.
También se levantan las sanciones sobre las exportaciones de productos petroquímicos, oro, metales preciosos y la industria automovilística, y se permite la importación de repuestos de aviación.
Lunes, 25 de noviembre de 2013
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