Internacionales Ucrania y los rebeldes apoyan el plan de paz y dicen que podría haber alto al fuego El gobierno y los separatistas pro rusos a los que combate hace más de cuatro meses coincidieron en que podrían acordar "un alto el fuego bilateral", un anuncio que se conoció en el marco de una cumbre de la OTAN. En esa cumbre, los líderes de bloque reafirmaron su apoyo a Kiev y prometieron aumentar las sanciones contra Rusia por su presunto apoyo militar a los rebeldes.
Desde Gales, sede de la cumbre, el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, explicó que si el llamado Grupo de Contacto, compuesto por representantes de su gobierno, el ruso, los separatistas y la Organización para la Seguridad y Cooperación de Europa (OSCE), se reúne a discutir un plan de paz mañana en Minsk, Bielorrusia, ordenará al jefe de su Ejército cumplir un cese de fuego desde las 14 de mañana (8 en Argentina).
"Y esperamos que mañana se empiece a implementar el plan de paz", agregó el mandatario ucraniano, que hoy se reunió a solas en Gales con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, el mandatario francés, Francois Hollande, la canciller alemana, Angela Merkel y el premier italiano, Matteo Renzi, y horas más tarde hizo lo propio con los líderes de los restantes 23 países de la alianza atlántica.
Ayer el mismo Poroshenko había anunciado a través de su cuenta de Twitter que había negociado un "cese del fuego definitivo" en el este de Ucrania con el presidente ruso, Vladimir Putin. Inmediatamente después, Moscú y las autoridades separatistas de las provincias ucranianas de Donetsk y Lugansk lo desmintieron.
Más tarde, Kiev corrigió la información y dijo que Poroshenko y Putin coincidieron "ampliamente" sobre las posibles salidas a la crisis.
Sin embargo hoy, al final de la primera de las dos jornadas de la cumbre en la localidad galesa de Newport, Poroshenko destacó en una conferencia de prensa que esta vez tiene un "cuidadoso optimismo" porque su declaración estuvo acompañada por comentarios similares de Rusia y de las autoridades separatistas, informó la agencia de noticias EFE.
Desde Moscú, el canciller ruso, Serguei Lavrov, se expresó a favor de la firma inminente de un plan de paz y, en una reunión con sus pares de Francia y y Alemania, rechazó la escalada verbal que dominó la víspera y la cumbre de la OTAN, y apuntó directamente contra Washington y el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, y a su "partido de la guerra".
"La retórica anti rusa que observamos justo cuando tienen lugar importantes esfuerzos en favor de una solución política del conflicto, indica que el 'partido de la guerra' de Kiev cuenta con un apoyo activo en el exterior, en este caso concretamente en Estados Unidos", denunció el ministro.
La cumbre en Gales estuvo marcada por un unánime rechazo a la presunta intervención de Rusia en el conflicto ucraniano. Pero fue recién al final de la jornada, en una conferencia de prensa que el secretario general de la OTAN, el danés Anders Fogh Rasmussen, puso en palabras el escepticismo de muchos de los miembros del bloque militar.
"Si nos basamos en la experiencia reciente, tenemos que ser cautelosos porque ya hubo declaraciones de Rusia que fueron una pantalla de humo para continuar desestabilizando la situación en Ucrania", advirtió.
Ayer, Putin presentó un plan de paz que propone el cese de fuego de ambas partes, la retirada del Ejército ucraniano a una distancia que impida lanzar ataques de artillería a zonas pobladas en Donetsk y Lugansk, la liberación incondicional de todos los prisioneros y el envío de observadores internacionales para garantizar la tregua.
Además establece la creación de corredores humanitarios que permitan el ingreso de ayuda y el retorno del más de un millón de refugiados y desplazados, y el ingreso de ayuda para reconstruir todas las casas y la infraestructura destruidas en el este de Ucrania.
Hoy, los dos gobiernos separatistas pro rusos propusieron un plan de paz muy similar en un comunicado conjunto y, más tarde, Alexander Zajarchenko, una de los máximos líderes rebeldes de Donetsk, adelantó en otro comunicado que está dispuesto a aceptar un cese de fuego mañana a partir de las 15 (9 en Argentina), si el gobierno ucraniano aceptaba firmar un plan de paz en Minsk.
El gobierno ucraniano aún no adelantó si mañana llevará un plan de paz propio a la mesa en Minsk, pero Poroshenko adelantó desde Gales que "la soberanía y la integridad territorial, y la independencia de Ucrania no son temas negociables" y que "todas las fuerzas rusas deben ser retiradas del territorio".
Según denunció la OTAN, alrededor de un millar de soldados regulares fueron enviados por Moscú al país vecino a combatir y reforzar la posición de las milicias separatistas, que en abril pasado tomaron el control de los gobiernos provinciales de Donetsk y Lugansk casi sin disparar un tiro.
Un mes después, y tras una primera reacción ambivalente, el gobierno nacional interino, asumido tras el derrocamiento del presidente pro ruso, Viktor Yanukovich, en febrero pasado, lanzó una masiva ofensiva militar para recuperar esos territorios. Desde entonces, la ONU estima que más de 2.600 personas murieron.
Pese a la unanimidad de voces a favor de una tregua inminente, en el terreno hoy los combates no cedieron.
El diario británico The Guardian informó que una columna de vehículos armados de las fuerzas rebeldes avanzó hoy desde el pueblo de Novoazovsk, el primero tomado por los separatistas en el sur de Ucrania, sobre la vera del mar de Azov, hacia Mariupol, una estratégica ciudad portuaria de unos 500.000 habitantes ubicada más al Oeste.
Al caer la noche se podían escuchar explosiones desde adentro de Mariupol, pero la ciudad no había sido atacada. Según el Ejército, lograron destruir cuatro tanques que intentaban entrar a la urbe, que desde hace varios días se prepara para una invasión cavando trincheras y levantando barricadas, en un constante clima de tensión, miedo e incertidumbre.
FUENTE: telam.com.ar
Viernes, 5 de septiembre de 2014
|