Música La banda que nació de las cenizas
En 1994, a seis meses de la muerte de Kurt Cobain, el baterista Dave Grohl fundó un grupo donde se reinventó como cantante y guitarrista. Hoy lleva 20 años en la cima.
Son de una de las bandas de rock "alternativo" más importantes del planeta. De esas que hacen girar la industria a fuerza de discos multivendedores, giras por todos los continentes y videos que, en su momento, no dejaban de rotar en MTV o MuchMusic. Y que ahora, redes sociales mediante, aún siguen capturando "mentions", pese a cierto declive en el impacto generado. Y más allá del comprobado carisma para el acting y la simpatía frente a cámara de Dave Grohl, voz líder y compositor de Foo Fighters, la banda que toca mañana en el Estadio Único de La Plata, retrató Tiempo Argentino.
"El más duro trabajador del negocio", tituló hace unos días la revista de tendencias y cultura rock Soma para describir el imaginario establecido sobre el ex batero de Nirvana: la de un hombre con un energía incontenible, reconocida bonhomía ("Siempre he tenido la fama de ser buena gente", reconoce), adicción al trabajo y esa particular habilidad para mantener cierta fidelidad a sus necesidades artísticas al mismo tiempo que cumplir con los requisitos de la industria.
"Lo que le gusta a la gente son las cosas que notan que son auténticas, que vienen del corazón", decía en 1996 a la revista rockera Spin, cuando su imagen repetidísima en la cadena de videos había empezado a cansar a más de uno. Y lo cierto es que sus fans siempre le creyeron: nunca lo acusaron de "venderse".
Todo lo contrario: si algo puede jactarse Grohl, además de una obra musical hecha con esforzada intención de hacer "más melodiable" el legado grunge ("Si no fuera por los Beatles no sería músico. Siempre me atrajeron las grandes melodías, ya sean las de los pioneros hardcore Void o las de ABBA"), es justamente el ser considerado un tipo creíble para el alternativo promedio pese a sus frecuentes "monerías" en los clips: "Todo el tema del imagen debería ser secundario hasta donde yo sé. Hacemos música. No soy un modelo. Podés prender MTV y cerrar los ojos. ¿Cuánto tiempo podés aguantar sin apagarla si no te gusta?", se defendió en sus comienzos.
Y es que desde su irrupción como frontman de Foo Fighters en el '94, el mismo año en Kurt Cobain se pegaba un tiro y dejaba a sus compañeros a la deriva, Grohl ya demostraba que al menos en cuanto a histrionismo y humor iba a ser distinto respecto a la de sus predecesores. Si Cobain (y Vedder) hacían un culto de cierto ánimo cabizbajo, la modestia como respuesta unívoca a la fama, el rechazo visceral al estrellato de cualquier origen, Dave Grohl –ya en "Big me", uno de sus primeros videos– se exhibía divertido, sin conflictos y hasta caracterizado como una típica teen estadounidense (el pelo partido en dos colitas, el chicle a medio mascar y algún flechazo pasajero flotando en el ambiente), sin conflictos a la vista. De ahí en adelante, las caracterizaciones y autoparodias serían moneda corriente y sin duda uno de los rasgos visibles del grupo.
"Cuando era niño soñaba con que iba a ver tocar a mi banda favorita y que alguien salía y decía: 'Lo siento, pero el grupo no puede tocar porque el baterista se ha roto la puta pierna. ¡A no ser que alguien se sepa las canciones! Y por supuesto, yo salía y me convertía en el mejor baterista del mundo. Esa era mi fantasía", reconoció a la Rolling Stone.
Y si bien el sueño de ser reconocido en todo el mundo ya lo había logrado con Nirvana, es cierto que con Foo Fighters (y cuando no tantos lo esperaban) logró hacerlo de nuevo: 11 millones de discos vendidos hasta el momento, varios Grammys ganados de a tandas y un puñado de hits que no lograron permear en el tarareo del oyente ocasional que "no sabe" de rock (como sí ocurre con Coldplay, por ejemplo, activos casi los mismos años) pero sí modelar activamente –vía MTV– las emociones de un par de generaciones post-grunge.
"Respeto mucho a todos los músicos. Para mí, cualquier persona que escribe un tema y se sube a un escenario a interpretarlo ya merece todo mi respeto", dice cada vez que se lo consulta sobre algún colega que no cuadre demasiado en sus gustos. Y repite, cada vez ve la oportunidad, el hecho de ser sentirse tan gusto con la fina delicadeza de Paul McCartney como con los mastodontes modos de Lemmy Kilmister, de Motor. "Cada vez que nos vemos y podemos, salgo a tomar una copa con ellos. Hasta ahora nunca los tres juntos, eso sí", bromea.
Su último cumpleaños festejado junto a glorias del rock es otra buena muestra de su buena acogida entre los próceres y de lo apreciado que se sabe. Lo mismo la ya famosa zapada de Bruce Springsteen, McCartney y Joe Walsh de The Eagles en la entrega de los Grammy 2012, que tuvo al propio Grohl como principal propulsor desde los parches.
De visita por segunda vez en la Argentina (debutaron hace tres años en una doble fecha para el Quilmes Rock 2012), la gran incógnita es si podrán esta vez quitarse el sabor amargo de haber tenido que tocar en ambos shows ante un un estadio bastante lejos de su lleno total. En en el primer caso, por una grilla no suficientemente convocante; y en el segundo, por uno de esos típicos temporales del otoño porteño que le imprimió a una involuntario matiz épico al show (algo que los Foo Fighters saben usar sin duda a su favor y de hecho así fue), pero que también les volvió a dejar el gusto agridulce de desplegar todo su poderío ante un River notoriamente a medio llenar.
¿La tercera actuación será la vencida? Las ofertas de descuentos y sorteos que circularon por doquier los últimos días marca que la venta de entradas necesitó un empujón mayor al esperado y más allá de que el Único de La Plata (donde ya brillaron Pearl Jam y U2, entre otros) siga luciendo como un excelente lugar para presentar conciertos de estadios, el tipo de recitales que Grohl & Cía están acostumbrados a dar.
En esta gira, por caso, van a tocar en el Maracaná de Río, el Mineirao de Belo Horizonte y el Morumbí de San Pablo, y vienen del Estadio Nacional de Santiago de Chile. ¿La excusa? La presentación de Sonic highways, su octavo disco, que tuvo una recepción tibia en la crítica y encontró el mayor atractivo en un motivo extramusical como fue el el documental televisivo de HBO que acompañó la salida del disco y tuvo una recepción mucho mayor.
"Algunas personas quedaron realmente resentidas conmigo por armar Foo Fighters. '¿Como te através a formar otro grupo? ¿Por qué seguis haciendo música parecida a la de Nirvana?' y yo les respondí: 'A ver, un momento, ¿A qué te referís? ¿A potentes guitarras, a las melodías, a los platillos y a una batería? Porque eso es lo que hago. Antes y ahora. ¿Qué querés que haga si no? ¿Un disco de reggae?", espeta con gracia Grohl en el documental. Y la situación, en un punto, casi 20 años después, sigue siendo la misma: la de un hombre genuino del rock que primero fue leyenda por obra y gracia de otro; y que ahora, pese a ser una figura mundial por motu proprio, aun sigue luchando contra sus propios fantasmas: "Yo, probablemente, quedaré en la historia como el tipo que tocó la batería en Nirvana. Y eso uno lo puede tomar de dos formas: como el tipo que se avergüenza por seguir siendo recordado por algo que sucedió a hace mucho tiempo y no se relaciona tanto con lo que pasó después; o como el tipo que está orgulloso de cómo empezó su historia. Y yo estoy orgulloso."
El film documental
Sonic Highways
"Describo este proyecto como una carta de amor a la historia de la música estadounidense", contó Grohl a la prensa cuando el primero de los capítulos de Sonic Highways salió a la luz por HBO, y la reacción fue tan positiva como la esperada.
Propuesto como un telefilm de ocho episodios en los que Foo Fighters visita ocho ciudades distintas y distintivas de Estados Unidos para componer su nuevo álbum y de paso entrevistarse con varios íconos o promesas musicales de cada lugar, el documental funciona como un interesante puesta en escena de las visiones y pensamientos musicales del grupo, además de los vaivenes en la grabación del nuevo disco.
La estrella country Dolly Parton, el héroe hardcore de Fugazi Ian MacKaye, Paul Stanley de Kiss, Joe Walsh de The Eagles, Nancy Wilson de Heart y el blusero revelación Gary Clark Jr. son algunas de voces y caras presentes en los episodios, mientras que Chicago, Austin, Nashville, Los Ángeles, Seattle, Nueva Orleans, Washington DC y Nueva York son las ciudades visitadas.
"Con Kurt aprendí sobre componer"
El paso de Nirvana a la creación de Foo Fighters. "Cuando murió Kurt (Cobain) dudé sobre si podría seguir haciendo música". No sólo Dave Grohl dudó: gran parte del ambiente rockero daba por descontado que el mejor tiempo de Grohl y Krist Novoselic, el bajista, había pasado. Y así fue para el ahora calvo bajista, musicalmente hablando. Dave, en cambio, pudo retomar, en los inicios al menos, cierta rabia musical marca-Nirvana en temas como "I'll Stick Around", uno de sus himnos aún hoy.
"Aprendí mucho sobre componer música cuando estaba en el grupo con Kurt. Cosas que nadie podría haberme enseñado," dijo. La revolución del grunge, la última fuerte de la cultura rock, trastocó no sólo los sonidos y las vestimentas que hasta ese momento estaban de moda (el hard rock de Guns N'Roses, el tecno pop de Depeche Mode) sino también su ética y aspiración.
"¿Saben lo que me enferma? Los famosos que obtienen ropa de disenadores gratis, como Jennifer López, que saca gratis un vestido de 35 mil dólares sólo por lucir su gran trasero", apuntó Dave Grohl en una de sus escasas declaraciones contra otro músico, pero acorde a la manera de pensar y sentir de Cobain, a quien conoció en septiembre de 1990 por recomendación del legendario Buzz Osborne del grupo Melvins.
EL CUMPLEAÑOS Nº 46
Como su cumpleaños es el día 14 de enero y ya iba a estar de gira, el sábado pasado Grohl dio un show en Los Ángeles junto a amigos como Alice Cooper (foto), Slash, Perry Farrell, Lemmy Kilmister, jack Black y David Lee Roth.
Los detalles del show que llegará al Estadio Unico de La Plata
Con "This is a call", histórico hit del primer disco de la banda, Foo Fighters arrancó anteayer en Santiago de Chile su último show antes de presentarse en el Estadio Único de La Plata.
Según consigna un cable de la agencia Télam, "los estadounidenses hicieron gala de sus grandes éxitos pasando por temas como 'Breakout', 'Learn to Fly', 'My Hero' y 'The Pretender'", y mechando con estrenos de Sonic Highway, su octavo disco de estudio, salido a fines del año pasado.
"¡Hagamos un trato, tocaremos hasta que no podamos más. Vamos a tocar cosas nuevas, cosas viejas, lo que sea. ¡Hasta ahora son el mejor público de 2015!, exclamó Dave Grohl, con su entusiasmo habitual y con cierta gracia, dado que se trataba del primer show del año. ¿Acá dirá lo mismo?
Mañana, las puertas del estadio se abrirán a las 16, a las 18:30 tocará la banda cordobesa Eruca Sativa, y a las 19:30 saldrán a escena los ingleses Kaiser Chiefs, que en 2007 tuvieron el hit "Rubi" y hace unos meses atrás lanzaron un nuevo disco: Education, Education, Education & War.
Fuente: Infonews
Sábado, 17 de enero de 2015
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