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Charata Rarísimo: la familia del joven secuestrado no da información a la Policía
El misterio en torno a la desaparición de Chen Chun Wang sigue dando de qué hablar. El muchacho de 27 años fue secuestrado por hombres que habrían ingresaron a robar en un supermercado chino. Desde el principio la investigación se encontró con varias dificultades y en una conversación con el jefe de prensa de la Policía del Chaco, Antonio Barrios para Radio Libertad, se pudo dilucidar que muchos de estos obstáculos se refieren a cierto secretismo en torno a la causa.
"No hay novedades", aseguró Barrios y agregó que "hay algunos impedimentos. La investigación se está centrando en los movimientos internos que pueda tener él, pero se hace un poco difícil teniendo en cuenta el vocabulario y el habla de ellos. Son personas muy cerradas".
En relación al entorno de Wang el jefe de prensa dijo que "hay cosas que no nos están contando. No quieren aportar ningún tipo de datos".
Tampoco hay que desacartar que muchos de esos impedimentos nombrados más arriba tienen como principal cuestión la barrera del lenguaje y la cultura, Barrios aseguró sobre ello que "a pesar de tener un traductor, se torna dificultoso". ¿Venían por Wang?
Este caso no es sólamente llamativo por la desaparición de Wang luego del robo, sino porque las cámaras de seguridad del supermercado "habían desaparecido", según confirmó Barrios. Esto dispara todo tipo de presunciones y hace pensar que el "robo" en realidad pudo haber sido una especie golpe comando que tenía por principal objetivo a Wang.
"Por la forma en que actuaron los delincuentes, a cara descubierta da qué pensar", comentó Barrios y agregó que "el robo fue de unos 120 mil pesos y los delincuentes conocían los movimientos del supermercado y dónde estaban las cámaras".
Es inevitable pensar, en este tipo de casos, que el robo sea una suerte de golpe mafioso o de ajuste de cuentas. A pesar de ello la esposa de Wang "descartó la posibilidad que los delincuentas sean de rasgos orientales". Además Barrios aseguró que el "supermercado sigue funcionando con normalidad", cosa que también llama poderosamente la atención. Algo que no cierra
Esto caso tiene un protagonista, y no pareciera ser Wang, sino el silencio. Los miembros de la familia, a pesar de las diferencias culturales que se puedan dar, se niegan o no pueden aportar datos sobre el hecho. El robo que en sí tiene los condimentos necesarios para una trama de película, haciendo pensar que los maleantes son profesionales, por eso mismo se torna inevitable la posibilidad que el robo y secuestro tengan tintes mafiosos.
Fuente: Diario Tag
Viernes, 10 de julio de 2015
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