Locales: Juicio en Corrientes por el Caso Nozzi
Laboratorio ratifica que por deficiencias en las muestras fue imposible cotejar ADN
La tercera audiencia del juicio por la muerte del cineasta Claudio Nozzi se llevó a cabo en la mañana de ayer en la planta baja del denominado Edificio Patono de esta Capital, y si bien nada se puede vaticinar en concreto sobre la suerte de los imputados Raúl Menocchio y Luis Alberto Martínez, se siguen sumando muchas más incertidumbres que certezas, sobre todo al volver a caer la posibilidad de constatar genéticamente la identidad del cuerpo, a siete años de ocurrido el hecho.

Martes, 10 de abril de 2012
CORRIENTES (Corresponsal) - El Tribunal que juzga a Menocchio y Martínez está integrado por los doctores Cinthia Godoy Prats, Roberto Mendíaz y Rafael Escarlón, y en representación del Ministerio Público se desempeña el fiscal Carlos Lértora. En tanto que los defensores son los doctores Ernesto González y Néstor Javier Irazusta.
Ayer acudieron cuatro testigos para brindar elementos sobre el caminar de Nozzi, Menocchio (quien se hacía llamar Hugo Jara) y Martínez por los pasillos del Hotel de Turismo de Corrientes y las instalaciones del camping ubicado a metros de Puerto Corazón, un paraje ubicado a pocos kilómetros de la ciudad de Itatí, en el Alto Paraná.
La muerte de Nozzi habría ocurrido, según las pericias, entre el sábado 5 y el domingo 6 de Marzo de 2005. Fue precisamente el día 5 cuando el empresario fue visto por última vez por sus allegados, cuando se retiraba del Hotel de Turismo de Corrientes, donde se encontraba alojado junto a Menocchio.
Supuestamente Nozzi hizo trasladar desde Buenos Aires al yate “Trasulang II”, que había adquirido recientemente en una suma cercana a los 300 mil dólares, al mando del capitán Vicente Astorga, para que lo trasladase hasta la llamada “zona de Rzepecki”, paraje situado al Norte de la ciudad de Itatí, donde quedaría anclado, “a la espera de la llegada de empresarios españoles”.
Pocas certezas
Ayer, poco se pudo obtener tanto del conserje del hotel como del secretario del camping, así como de dos testigos del operativo desplegado por la Prefectura Naval al allanar el yate y encontrar el cadáver de un hombre acribillado a tiros, encadenado, desnudo, amordazado y hundido con un ancla tridente en las aguas de río Paraná.
Realmente son pocos los elementos firmes que se tienen hasta el momento que relacionen a los imputados con el cadáver de ese hombre hallado en el río. El conserje del hotel (que hoy es funcionario de la Secretaría General de la Gobernación de Corrientes), y el empleado del camping (que no supo decir si era guía de pesca o no), no sólo no aportaron datos de relevancia, sino que la poca información dada a los jueces fue dubitativa y escasa, con reiteradas contradicciones.
Hay que recordar que se está juzgando un crimen ocurrido hace siete años. La memoria es escasa y algunos de los testigos están muertos o son muy difíciles de encontrar por el paso del tiempo.
Si a esto agregamos que los dos testigos de la Prefectura señalaron que “el lugar del allanamiento no estaba convenientemente precintado”, que la comida del yate se habría consumido y que algunos objetos observados en un primer momento en el bote, poco después habrían desaparecido, puede dar una idea de cierta improvisación al momento de desarrollar todo el procedimiento y por ende de los pocos elementos concretos que estas desproligidades dejaron para la investigación.
ADN: rechazan pedido del fiscal
En la cadena de sucesos investigativos, pareciera ser que varias cosas fallaron. Primero, cuando se llegó al lugar del crimen cinco días después de haber sucedido, hallándose un cuerpo semisumergido en el agua y parcialmente descompuesto. A esto hay que sumar el poco cuidado que se tuvo al estudiar la escena y las pericias mal efectuadas.
Esto último llegó a su culminación ayer, cuando el tribunal rechazó el pedido del fiscal de llamar al técnico del laboratorio donde no se pudo efectuar el cuarto intento de análisis de ADN del cadáver.
La respuesta escrita dada por el laboratorio fue la definitiva: “las muestras obtenidas fueron deficientes, no pudiéndose obtener la comparación del ADN del cadáver con el de la mamá de Nozzi porque al material le faltaba el ADN mitocondrial, dado que el material estaba en muy mal estado de conservación”.
El enigma de la prótesis dental
Cerrada esta puerta, se intentó obtener -del servicio de salud prepago de Nozzi-, placas de atención odontológica. Ayer se leyó la respuesta a esta inquietud, de la propia obra social prepaga, que señaló que no tenían ningún elemento de estudios médicos de Nozzi. Se supo que el cineasta se había efectuado prótesis dentales, pagando con ese servicio de salud, por lo que desde la fiscalía no se encontraba explicación de cómo el auditor de esa empresa controla los servicios que efectúan los profesionales que atienden con esa obra social. La verdad de los hechos es que las placas odontológicas de Nozzi habrían desaparecido.
El turno de la novia de Menocchio
Cerradas las posibilidades de saber a ciencia cierta si el cadáver hallado es de Nozzi o de otra persona, sólo resta escuchar a Silvia Graciela Heredia, novia de Menocchio, quien fue vista en el citado yate un día después de haberse supuestamente efectuado el asesinato.
Imputada en el hecho, será traída en las próximas horas por la fuerza pública desde Buenos Aires para que hable.
Otra declaración que podría darse es la de una mujer de apellido Zotelo –con zeta-, empleada de Nozzi, que podría también aportar elementos a la causa.
Se especuló con un informe, originado en Encarnación (Paraguay), donde supuestamente fue visto Nozzi a mediados de marzo. Tras esta noticia, se supo que habría una mujer que negaría esa versión, es decir, de haber visto a Nozzi, cuando en realidad habría visto a Martínez (el otro imputado), o a un hermano de éste, ambos guardaespaldas de Menocchio.
Para la defensa no hay pruebas
La defensa niega todo esto, y dice que ya no se pueden aportar elementos a la causa, porque el tiempo de la entrega de pruebas ha terminado.
El cadáver debe ser de un hombre “asesinado por un grupo de paraguayos” que luego se dieron a la fuga. Nozzi, por causas desconocidas, optó por desaparecer. Esa es la tesis de la defensa; esa es la base de la falta de méritos que pretenden Menocchio y su guardaespaldas.
Sólo quedan elementos sueltos de los cuales se podría inferir alguna relación que podría llevar a una condena. Uno de esos elementos puede ser el hallazgo de las ropas de Nozzi en el yate, o el de un conjunto de candados, dos de los cuales fueron usados para dejar firme el anclado de la embarcación y el cuerpo del infortunado hombre que perdió la vida en el lugar.
Menocchio está detenido bajo la atenta mirada de la Policía del Chaco, en la Unidad de Drogas Peligrosas. Si bien el Tribunal y la defensa pidieron que Menocchio quede en prisión en la cárcel de San Cayetano (en Riachuelo, Corrientes), la Justicia chaqueña habría puesto como condición para la entrega del reo, que esté permanentemente vigilado por la Policía de la vecina orilla. Y así se hizo.
En tanto Martínez está libre, al igual que Heredia, la novia de Menocchio. Este también lo estaría, si no fuese por la causa Roseo.
Se espera la sentencia para fines de abril o principios de mayo y todo parece indicar que el “hombre de los mil rostros” sea encontrado libre de cargo y culpa en esta acusación de asesinato.
Fuente: Diario Norte