Sociedad
El caso del Testigo de Jehová podría llegar a la Corte Suprema
El padre de Pablo Albarracini confía en que ahora que salió del coma, su hijo revocará el testamento donde se niega a recibir transfusiones de sangre. La familia elevará la decisión judicial al máximo tribunal del país

Lunes, 21 de mayo de 2012
"Si Pablo sostiene su postura no hay nada que hacer. Pero si no lo hace, el padre firmará un recurso extraordinario en el que cuestionará la validez de las directivas que firmó su hijo", dije la abogada de la familia Albarracini, Mariana Gallego.
Pablo Albarracini recibió cinco disparos durante un asalto y debía recibir transfusiones de sangre debido al delicado estado en el que se encontraba, pero el hombre había firmado un testamento que se lo prohibía.
"El argumento es la capacidad de discernimiento que tuvo al momento de firmar. Cuando alguien firma un contrato que le exigen como requisito para formar parte de un grupo religioso y que si lo viola corre el riesgo de que lo expulsen ¿es una elección libre?", pregunta.
En el contrato de adhesión a la congregación religiosa, los Testigos de Jehová se comprometen a "no comer sangre" para rechazar ciertas prácticas: desde una transfusión o un trasplante hasta comer morcilla.
Ante estas situación, el padre del joven presentó una medida cautelar urgente el miércoles y el juez la autorizó, argumentando que "no se debe permitir el suicidio lentificado".
Pero unas horas más tarde, su mujer y otros Testigos de Jehová llegaron al hospital con el acta firmada por Pablo Albarracini.
"Los médicos no lo transfundieron y el juez tuvo que ir a la clínica. Ahí habló con gente de la congregación y decidió suspender la medida", explicó Gallego.
Luego de que despertó del coma farmacológico, el padre cree que su hijo revocará las directivas en donde dejó constancia de que se negaba a recibir sangre. Pero si no consigue hablar y el tiempo apremia, llevará el caso ala Corte Supremade Justicia.
"El argumento es la capacidad de discernimiento que tuvo al momento de firmar. Cuando alguien firma un contrato que le exigen como requisito para formar parte de un grupo religioso y que si lo viola corre el riesgo de que lo expulsen ¿es una elección libre?", manifestó la abogada.
Además, la familia Albarracini llevará al máximo tribunal el "derecho a la salud", justamente porque lo que está en riesgo es la calidad de vida que tendrá cuando se recupere.
De acuerdos a los informes médicos, Pablo, de 38 años, tiene una anemia severa, por lo que el transporte de oxígeno está muy limitado, y como recibió un balazo en la cabeza, sufrió la pérdida de un ojo y de masa encefálica.
Por eso la baja oxigenación puede entorpecer su evolución y poner a los médicos en aprietos en caso de que necesiten volver a operarlo, señalaron desde el Hospital Italiano según publicó un matutino porteño.
Fuente: Infobae