Vacuna rusa: todavía no se aprobó la aplicación a personas mayores de 60 años
Un comité de expertos rusos desaconsejó que el operativo de vacunación de la Sputnik V comience con los adultos mayores, tal como está previsto en Argentina.
Un comité de expertos independientes compuesto por distintos directivos de cuatro reconocidas universidades de Rusia mantuvo una reunión este jueves en Moscú para informar sobre los siguientes pasos de la vacuna rusa Sputnik V.
En ese sentido, se informó que, por el momento, no se habilitó la vacunación a personas mayores de 60 años ni menores de 18, así como tampoco a personas embarazadas.
La Secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, Carla Vizzotti, solicitó que se presentaran de forma oficial todos los datos de los estudios realizados por el instituto Gamaleya para brindar confianza a la población argentina, según informaron en C5N. Se espera que en los informes finales se detalle información sobre las personas alérgicas y el consumo de alcohol, entre otras cosas.
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, detalló en conferencia de prensa que "las vacunas que están circulando entre la población general de hoy están destinadas a personas de un determinado grupo de edad, y las vacunas aún no han llegado a personas como yo", dijo el mandatario de 68 años.
"Soy un ciudadano respetuoso de la ley en ese asunto, escucho las recomendaciones de nuestros especialistas y hasta ahora no la he tomado. Pero lo haré tan pronto como sea posible", sostuvo.
En Rusia, a diferencia de lo que se prevé en Argentina, la vacuna Sputnik V está destinada como prioridad a las personas de entre 18 y 60 años, sin enfermedades crónicas, que no estén embarazadas ni amamantando.
"Tenemos una buena vacuna, a la vez segura y eficaz (...) con un nivel de protección de 96 a 97% según los expertos", sostuvo Putin.
El presidente ruso dijo esperar que su país dispondrá el año próximo de "millones de dosis de vacuna", informó la agencia de noticias AFP.
Putin consideró que Rusia había gestionado la pandemia "con dignidad" y "mejor que otros países del mundo". Pero admitió que "ningún sistema (de salud) en el mundo estaba listo para afrontar" un problema de "semejante magnitud".