Sociedad Tras la muerte de Francisco, ¿qué pasará hasta el cónclave? 
Con la muerte del Papa Francisco, llega la fase de la llamada sede vacante. Pocas cosas están tan cuidadosamente reguladas en la Iglesia Católica como el periodo entre dos papas. Nadie gobierna y todo está regulado. Es el tiempo de la sede vacante, nadie ocupa el trono papal. Pero el procedimiento para los próximos días ya está claramente definido.
Así puede resumirse el periodo de transición en la Iglesia católica, que comienza con la muerte de un Papay concluye con la elección de un nuevo jefe de la Iglesia.
En esencia, este tiempo sigue tres fases sucesivas: los días hasta el funeral del Papa fallecido, luego una fase adicional de duelo y de preparación de los cardenales para el cónclave, y finalmente, el propio cónclave.
Duelo y despedida del Papa fallecido
Poco después del fallecimiento del Papa comienza el llamado Novendiale, nueve días de solemnes misas diarias por los difuntos en la Basílica de San Pedro.
Es un tiempo propio dentro del calendario eclesiástico, lleno de pequeños gestos de gran simbolismo. Desde el lunes, los documentos del Vaticano ya no llevan el emblema de la Santa Sede, sino un escudo especial de la Sedes Vacans. Este muestra las llaves cruzadas de San Pedro bajo un paraguas abierto. Este símbolo también aparece en la cabecera del diario vaticano L’Osservatore Romano hasta que se elija un nuevo Papa.
El entierro del Papafallecido debe tener lugar a los seis días. Francisco será sepultado el sábado. Este mismo plazo se aplicó también a Juan Pablo IIen 2005, así como a Pablo VI y Juan Pablo I en agosto y finales de septiembre de 1978, respectivamente. Sus predecesores fueron enterrados incluso más rápido: Juan XXIII en 1963 a los tres días, Pío XII en 1958 a los cuatro.
Durante este tiempo hasta el entierro, los fieles pueden despedirse del Papa fallecido en la Basílica de San Pedro. Sin embargo, Francisco es el primer Papa en casi 150 años que no tendrá su lugar de descanso final en este templo.
Será enterrado en una tumba sencilla en la iglesia de Santa María la Mayor, cerca de la estación central de Roma, la iglesia mariana más importante de la ciudad y su iglesia predilecta. Así lo estableció en su testamento publicado el lunes. Francisco ya había hablado de ello en su autobiografía “Esperanza” publicada en enero de 2025, y en algunas entrevistas de los últimos dos años.
Opiniones entre los cardenales y formación de bloques antes del cónclave
Incluso antes del entierro comienzan las reuniones de los cardenales que conducen al cónclave. A estas llamadas congregaciones generales, que tienen lugar antes y después del día del funeral, no solo asisten los cardenales menores de 80 años con derecho a voto (actualmente 135), sino todos los cardenales del mundo (252 en total). Para esto se ha popularizado recientemente el término pre-cónclave. Este intercambio es importante, ya que los 135 cardenales proceden de 71 países y muchos de ellos no se conocen, ni en lo personal ni en cuanto a sus posturas eclesiales.
Estas congregaciones generales se celebran en el aula sinodal del Vaticano. Los cardenales con derecho a voto deben participar en estas sesiones tan pronto como lleguen a Roma. Tras la elección de Francisco el 13 de marzo de 2013, se hizo evidente la importancia de estas deliberaciones, por tratarse de un intercambio muy abierto. Y porque el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, pronunció un discurso, al parecer impactante, en el que abordó el estado de la Iglesia y de la fe —y con ello, consciente o inconscientemente, se postuló como candidato.
Cónclave: aislamiento de los cardenales y elección con humo blanco
Entre 15 y 20 días después de la muerte del Papa, los cardenales con derecho a voto deben entrar en el cónclave. Se alojan en la Casa Santa Marta, la residencia de huéspedes del Vaticano donde también vivió Francisco como Papa —sin móviles, sin ordenadores, sin prensa.
Por la mañana tiene lugar una misa “para la elección del Obispo de Roma” en San Pedro. Por la tarde, los cardenales se trasladan a la Capilla Sixtina, donde también se lleva a cabo la votación.
Juan Pablo II describió detalladamente en una constitución apostólica de 1996 todo el procedimiento del cónclave y de la elección papal. “Ningún otro documento en la historia papal ha sido tan minucioso y detallado en lo referente a la “sede vacante”, afirma el historiador eclesiástico y experto en el papado Jörg Ernesti a Deutsche Welle. Y entonces se procede a la elección.
Ya el día de la muerte de Francisco, algunos comentaristas expresaron la expectativa de que se tratara de un “cónclave largo”. ¿Qué significa eso? En el siglo XX, los cónclaves duraron entre dos y cinco días. Los de 2005 y 2013 solo duraron 26 y 27 horas, respectivamente, y se cuentan entre los más breves de la historia. Ahora podría durar algo más, simplemente por la mayor cantidad de participantes.
Ernesti recuerda, en cuanto a un cónclave realmente largo, la elección de Pío VII en 1800. Los cardenales se reunieron el 1 de diciembre de 1799 y no concluyeron hasta el 14 de marzo de 1800. Después de 1831 no hubo ningún cónclave que durara más de seis o siete días.
Tras cada ronda de votación sin resultado, las papeletas se queman en un horno especial con paja húmeda y aceite o brea. El humo negro que sale por la chimenea de la Capilla Sixtina indica que aún no hay nuevo Papa. Si se ha elegido un nuevo Pontífice, se añade lino a las papeletas, lo que da como resultado humo blanco.
DW
Miércoles, 23 de abril de 2025
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