Tenis Federer y Djokovic lideraron exitosa y millonaria protesta sindical en EEUU  Encabezaron un reclamo que obligó al US Open a otorgar un significativo aumento en los premios. El torneo pasará, en forma progresiva, de los actuales u$s25.500 millones a u$s50 millones en 2017.
Adiós al boicot: tras meses y meses de veladas amenazas, los jugadores cerraron un impactante acuerdo con el Abierto de Estados Unidos que no sólo les reportará mucho más dinero, sino que lleva la paz al tenis.
"Se acabó la amenaza de boicot", dijo aliviado a la agencia de noticias dpa en Miami un alto dirigente de la ATP directamente involucrado en todo el proceso de negociación.
El US Open aumentará progresivamente en los próximos cinco años el dinero que reparte entre los jugadores hasta llegar a duplicar la cantidad actual. El torneo repartió 25,5 millones de dólares en premios en la edición de 2012 y distribuirá 50 millones en la de 2017, mientras que la cifra para este año crecerá a 33,6 millones.
Con el español Rafael Nadal ausente del circuito durante siete meses y fuera del consejo de jugadores desde su renuncia en marzo de 2012, el peso de la negociación final recayó en el suizo Roger Federer, aunque también tuvo una activa participación el serbio Novak Djokovic, número uno del mundo.
"Hemos estado hablando por un buen tiempo y es un paso positivo ver que se hayan incrementado los premios", dijo Djokovic desde Miami, donde se prepara para debutar en el segundo torneo Masters 1.000 del año.
"Es una buena respuesta y una reacción del US Open frente a las demandas y deseos de los jugadores", añadió el serbio. "Estoy seguro que muchos jugadores estarán felices con el incremento de los premios".
Por su parte Federer, que no jugará el torneo, cerró los últimos detalles del acuerdo durante una conferencia telefónica el martes.
El pacto incluye que el torneo se extienda a 15 días en 2013 y 2014, con la final masculina a jugarse en día lunes. A partir de 2015 la final de los hombres volverá a jugarse en domingo y habrá un día de descanso entre las semifinales y la final, tanto en el torneo masculino como en el femenino, una vieja reivindicación en el tenis.
"La Federación de Tenis de Estados Unidos (USTA) quiere hacer todo para que su torneo sea considerado el más importante de los cuatro de Grand Slam", aseguró a dpa otra persona directamente involucrada en el largo proceso de negociación.
"Roger y Novak fueron esenciales en el proceso, y David Haggerty, el nuevo presidente de la USTA, muy comprensivo", añadió.
La magnitud del acuerdo sorprende a los observadores del circuito masculino, ya que en enero de este año las posiciones seguían muy enfrentadas entre la mayor parte de los jugadores y los responsables del US Open. Pero el tesón del director del torneo, que en los últimos meses mantuvo reuniones personales con varios jugadores de peso, obtuvo sus frutos.
Para los tenistas es un gran triunfo, que se suma al logrado en enero en el Abierto de Australia, un torneo que incrementó hasta los 31 millones de dólares el dinero a repartir y en un porcentaje notable lo que cobran aquellos jugadores eliminados en las rondas iniciales.
La construcción de un estadio techado tal como ya existe en Australia y Wimbledon y se prevé en Roland Garros es, en cambio, algo que aún no se avizora en Nueva York. "El problema del techo es estructural. El estadio no resistiría el peso del techo, que sería mucho más pesado que el de Australia, porque nuestro estadio es el más grande de todos, por lejos", explicó a dpa un dirigente de la USTA.
"Podríamos techar el Armstrong, ¿pero entonces qué se hace si llueve con las 8.000 localidades de diferencia entre ambos estadios vendidas para una final al aire libre en el Ashe?", se preguntó.
La necesidad de un estadio techado es obvia en el US Open, cuyas últimas cinco finales masculinas debieron disputarse en lunes debido al mal tiempo. En 2011 y 2012 dos huracanes, ya en categoría de tormentas tropicales, golpearon Nueva York y enloquecieron la programación, al igual que a los tenistas y espectadores.
El estadio techado llegará algún día, pero los aficionados al tenis tendrán que esperar bastante aún, admitió la USTA. "Estamos trabajando con arquitectos, ingenieros estructurales, todo tipo de expertos. Pero al final tendremos que pedir prestados 500 millones de dólares, porque nadie nos los va a dar desde el gobierno".
Fuente:Infobae
Jueves, 21 de marzo de 2013
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