Puede perder sus fueros Silvio Berlusconi: un capítulo para "Los Soprano" La vida de Silvio Berlusconi es digna de algún capítulo de la serie “Los Soprano”. Esta semana una comisión del Senado italiano recomendó su expulsión de ese cuerpo luego de que Il Cavaliere fuera condenado a cuatro años de prisión por fraude fiscal. Como Tony Soprano, el jefe de una familia mafiosa de New Jersey que interpretaba el fallecido actor estadounidense James Galdonfini, Berlusconi buscó comprar voluntades de jueces y políticos, según determinó la justicia italiana.
Pero que quede claro que Il Cavalieri no es un “criminal” como el personaje que interpretaba el gran Galdonfini, aunque es un político que puede perder sus fueros como senador y afrontar más procesos judiciales, según la prensa italiana.
La decisión de expulsar a Berlusconi del Senado debe ser ratificada dentro de 20 días, por lo que se considera un paso más en el final de la carrera política del magnate de medios de comunicación italianos.
En agosto pasado, Berlusconi fue condenado a cuatro años de prisión por evasión fiscal en el caso Mediaset, por lo que a partir del 15 de octubre deberá cumplir un año de arresto domiciliario o servicios sociales.
Su proceso judicial se hizo gracias a la “Ley Severino” contra la corrupción, aprobaba por el ex primer ministro y ministro de Economía, Mario Monti, hace menos de un año.
Il Cavaliere sufrió esta semana varias derrotas: el miércoles Berlusconi y su partido del Pueblo de la Libertad (PDL) buscaron la caída del gobierno del primer ministro, Enrique Letta, retirando a cinco ministros de la coalición, con el fin de que se convocara a nuevas elecciones.
Sin embargo, sus propios correligionarios del PDL liderados por su delfín, Angelino Alfano, viceprimer y ministro del interior, le dieron la espalda al `Cavalieri` cuando 26 senadores se sublevaron para avalar el gobierno de Letta.
Alfano, de 42 años, se perfila ahora como el líder de una fuerza distinta dentro del Partido Popular Europeo.
Gracias a la ayuda del PDL, incluido el voto de Berlusconi, la coalición de Letta logró sobrevivir a un voto de confianza en el Senado, por 235 votos a favor y 70 en contra. Más tarde la Cámara de Diputados confirmó a Letta.
Berlusconi, el hombre que prometía salvar a Italia por medio del neoliberalismo y menos impuestos, se acerca ahora a su ocaso político, aunque todavía no está muerto políticamente.
Pero puede terminar entre las rejas.
También a fines de junio pasado un tribunal de Milán lo condenó por prostitución de menores y por abuso de poder en un proceso en primera instancia en la está involucrada la joven de origen marroquí Karima El Marough, conocida como “Ruby Robacorazones”.
“Esta indignante decisión no ha sido fruto de la correcta aplicación de la ley, sino de la precisa voluntad de eliminar a un rival por la vía judicial”, declaró recientemente Berlusconi.
Mientras Italia -la tercera economía de la Eurozona- enfrenta una de sus peores crisis económicas, con un 12,1% de desempleo, según cifras oficiales, se acerca el fin del magnate conservador que dominó la vida política italiana durante los últimos veinte años.
Berlusconi, de 77 años, se encuentra debilitado desde que renunció en noviembre de 2011, en plena crisis financiera, y fue reemplazado por el ex comisario europeo Monti.
Atrás quedan casi veinte años desde que Berlusconi comenzó a controlar la vida de los italianos como si manejara alguno de los medios de comunicación de su emporio, tras ser acusado de tener vínculos con la mafia y comprar la voluntad de jueces y políticos.
Berlusconi logró gobernar con una gran estabilidad política con el apoyo de la secesionista Liga del Norte y grupos neofascistas, tal vez como nadie lo había logrado antes en Italia desde los tiempos de Benito Mussolini, según algunos analistas.
En Italia, sin embargo, no sólo se quejan de Berlusconi sino también del primer ministro Letta, del centroizquierda Partido Democrático, como es el caso de la alcadesa de la isla de Lampedusa, Giusi Nicolini, donde esta semana murieron centenares de inmigrantes en un naufragio.
Indignada por la tragedia, Nicolini le pidió a Letta que “venga aquí a mirar el horror a la cara. Venga a contar los muertos conmigo", luego de pedir ayuda en una carta la Unión Europea para aliviar la crisis de los desplazados que sufre Europa.
Fuente: Télam
Sábado, 5 de octubre de 2013
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