Tras el superclasico Ramón: “Se notó la diferencia de estilo entre ellos y nosotros”  El técnico apeló a sus conocidos recursos a la hora de declarar tras la derrota. Resaltó que su equipo buscó siempre ganar el partido y que Boca fue mezquino. Agradeció a sus jugadores, a la gente y prometió revancha.
El estilo bien puede ser un señor que se come un choripán, zambullendo el jugo del embutido en los pelos que le florecen de su camisa abierta, o un señor que hace acrobacia con sus dedos para acurrucar una pieza de sushi en dos trozos de madera lijada artesanalmente. El estilo bien puede ser un muchacho que nunca le dice a una linda señorita que le gusta para jugar con la desesperación de ella o un muchacho que en la segunda cita cuelga un pasacalles que dice te amo. El estilo puede ser mil cosas, pero sobre todo es una huella de uno mismo. De eso, aparentemente, habla Ramón Díaz cuando enuncia, tras perder el partido: “Se notó la diferencia del estilo de ellos y del de nosotros.” ¿Ramón Díaz habla de la manera de vestirse? ¿De la forma en que decora cada uno su casa? ¿De cómo festejan la Navidad? En otros casos, ha hablado de cosas así, pero no. No: habla del estilo futbolístico. Algo que, en definitiva, resulta una paradoja: si bien el entrenador ha dicho muchas veces que juegan a lo que la historia marca, hace un mes jugó contra San Lorenzo un partido “de Copa”. Es decir: uno defensivo. Pero, claro, el fútbol es una cuestión de estilo. ¿Qué quiere decir esto? Que además del qué, hay un cómo; que el para qué y el para quién se juega son elementos constituyentes de los sentidos de este deporte. Y esa construcción de estilos implica necesariamente que las formas no estén atadas al desenlace del partido de cada fin de semana. ¿Qué dice Ramón Díaz? Que River es River y que Boca es Boca. Que los dos jugaron como lo indican sus historias. Lo dice un poco porque lo piensa y otro poco porque es un paliativo para los hinchas. Lo analiza así: “Nosotros siempre vamos a pregonar que se debe tratar de jugar bien al fútbol y por eso nos vamos con la frente en alto, a pesar de que nos tocó perder. Los clásicos son así, porque tuvimos muchas situaciones de gol que no pudimos concretar y ellos tuvieron una que atajó Barovero y otra en la que anotaron el gol. Pero algo está claro: a nosotros no nos va a cambiar nada este resultado.” A Ramón Díaz, perder contra Boca le duele profundamente. Esta vez, se muestra tranquilo, como si no sintiera esa bronca. Cuando era jugador, fue un grano para los bosteros durante toda su carrera. Como técnico, fue una molestia más de una vez. Él se siente River y el único recurso que le queda para explicar el dolor es parlar sobre el estilo. Y decir, sobre el final: “Todavía queda mucho por delante en el torneo, partidos importantes... Vamos a tener revancha. El domingo nos toca contra el puntero en Rosario. Si no lo volteamos nosotros a Newell’s, ¿quién lo va a voltear? Vamos a tratar de ganarle para que no se aleje más. Y vamos a ver al final del semestre quién consiguió ganar cosas importantes y quién no.” Barovero: “Le fallamos a la gente” “Le fallamos a los hinchas”, dijo Marcelo Barovero, al terminar el partido, sin ganas de hacer un análisis futbolístico muy profundo. No quiso hablar de lo que propuso Boca. Tampoco de sus grandes tapadas. Mucho menos, de la gente que lo pidió para la Selección. Pero, aun así, se fue aplaudido por un puñado de hinchas que se acercó a saludarlo. “Para Trapito, la Selección”, cantó todo el estadio, antes de que arrancara el partido, cuando los arqueros hacían la entrada en calor. No fue algo menor: del otro lado, estaba Agustín Orion, el tercer arquero del conjunto que conduce Alejandro Sabella. O sea: el que debería salir si convocaran a Barovero. “Intentamos atacar, ser precisos y buscar siempre el arco rival. No se nos dio y tendremos que trabajar en nuestros defectos. Los hinchas merecían esta alegría”, planteó el arquero, entristecido, pero sereno. Fue una de las figuras del partido, aunque eso no le alcanzó para tapar su descontento.
Lunes, 7 de octubre de 2013
|