River Algunas certezas y muchas dudas  Ramón tomó el partido de ayer como un experimento con vistas al choque del miércoles frente a Lanús, por la Sudamericana. Sabe que no tiene margen de error. Una eliminación sería un golpe demasiado fuerte...
El día en que perdió el Superclásico, en la sala de conferencia de prensa del Monumental, Ramón Díaz eligió el ring donde iba a pelear. Minutos antes, Juan Román Riquelme había dicho que River tenía un gran entrenador, pero Boca había ganado porque tenía al mejor. Un periodista le consultó sobre la frase y él respondió: “Veremos al final del semestre dónde termina cada uno y quién es el gran DT.” Su desafío personal, en el final de la fecha 10º, era ganar la Sudamericana. Ayer, para la fecha 14º, el torneo ya no existía, por eso la derrota contra Estudiantes tan sólo funciona como una huella previa al partido del miércoles, contra Lanús, por la Copa. Da la sensación de que, salvo que River hubiera goleado a Estudiantes, cualquier resultado de este partido no hubiera modificado la realidad del equipo. La idea del entrenador era utilizar este partido para probar algunos jugadores de cara al partido del miércoles, que desde todo punto de vista toma la figura de final: pasar a la semifinal de la Sudamericana, asegurándose la clasificación a la Libertadores, significa cumplir con un semestre satisfactorio; quedar fuera sería un gran fastidio que, en caso de que el técnico no fuera Ramón Díaz, podría dejar el puesto bacante de DT. El partido, entonces, sirvió para probar figuritas. Estudiantes fue un simple sujeto en el partido. Jugó al ritmo de River: salió a esperarlo, propuso poco y se aprovechó del jugador de más que tuvo en casi todo el partido –al Lobo Ledesma lo expulsaron a los 28 minutos del primer tiempo–; incluso en el segundo tiempo, con un jugador más, se metió atrás, dándole vida al rival. Y, dentro del examen, los rendimientos dejan distintas pistas. Jonathan Fabbro era, fundamentalmente, el jugador que el entrenador quería ver. El miércoles pasado iba a ser titular en la ida ante Lanús, pero no pudo estar por un problema personal. Jugó un poco más que un tiempo y alcanzó para que el cuerpo técnico le diera el visto bueno: organizó bien la pelota, dio buenas habilitaciones y se perfila como el que le pondrá la mesa a Teófilo Gutiérrez para que la meta. Jonathan Bottinelli era otro de los que había que observar. Luego de que expulsaran a Eder Balanta y de que no pudiera estar en la vuelta, Ramón Díaz quiere al ex San Lorenzo como titular, puesto que le gustan los número 6 zurdos. Su rendimiento no fue del todo satisfactorio: en el primer gol, Román Martínez le ganó un cabezazo claro que, tras un rebote de Marcelo Barovero, terminó en gol. Aun así, sería titular, puesto que no tiene otros en su puesto. Jonatan Maidana venía de un desgarro en el isquiotibial que sufrió contra Boca. La idea era verlo en la cancha para analizar su recuperación. Su puesto, en las últimas fechas, lo ocupó aceptablemente Germán Pezzella. Ayer no tuvo su mejor partido –en el segundo gol, no llega a cerrar el primer palo-, por lo que es probable que siga siendo suplente. Juan Carlos Menseguez volvió a jugar –no lo hacía desde septiembre de 2011– y rindió, incluso marcando un gol. Físicamente, viene de una serie de lesiones complicadas y, todavía, le falta sumar minutos de fútbol. Pero ayer se mostró activo, generando peligro y volviéndose una variante interesante para apoyar a Teo. Podría ser titular. Todos los cañones apuntan al miércoles. Ramón Díaz decidió hace un mes que ahí estaría el destino. Aun así, a la gente no le convenció la derrota y le pidió al equipo que pusiera “más huevo y más corazón”. Ayer perdió, pero eso se volvió una anécdota: una huella. En dos días, se define todo. Arriba y abajo Cristian Ledesma El mediocampista de River, que anoche volvió al equipo titular, se hizo expulsar cuando apenas iban 28 minutos del primer tiempo. Dejó pasar una buena oportunidad de ganarse un lugar en el conjunto de Ramón. Marcelo Barovero Como de costumbre, el arquero del Millonario tuvo una gran actuación a pesar de que su equipo perdió. En el primer tiempo tuvo dos atajadas espectaculares. Carlos Auzqui El hombre de Estudiantes, más allá de haber convertido el segundo tanto del partido, tuvo una actuación extraordinaria. Durante toda la noche complicó a los defensores centrales de River. Leandro Desábato El defensor del Pincha tuvo una noche para el olvido: en ningún momento pudo controlar a los atacantes de River y, como si fuera poco, estuvo muy lento.
Fuente. el Grafico
Lunes, 4 de noviembre de 2013
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