Boca El Virrey no para de sufrir  Se confirmó el desgarro de Sánchez Miño y en lo que va del semestre el Xeneize acumula 12 jugadores que padecieron lesiones musculares. Es el plantel de primera división que más daños de este tipo padece.
Mala pata. Sí, sí, Boca tiene una mala pata grande como la mismísima Bombonera. Es que tras aquel veranito en el comienzo del campeonato, donde Carlos Bianchi pudo poner los mismos once durante cuatro partidos consecutivos, las lesiones empezaron a decir presente en el mundo azul y oro. Así se le complicó el panorama al Virrey, y se le sigue complicando. Ayer se desgarró Juan Sánchez Miño, uno de los pocos sanos que le quedaban. Ahora el plantel xeneize suma 12 futbolistas con lesiones musculares en estas 14 fechas que se llevan jugadas del Torneo Inicial. Sin dudas, es el plantel de primera división que más lesiones de este tipo padece y esto genera preocupación en sus dirigentes.
Lo del volante izquierdo comenzó a gestarse el domingo pasado durante el partido ante San Lorenzo, cuando debió ser reemplazado a los diez minutos del complemento. Los estudios posteriores confirmaron que sufrió el desgarro del soleo izquierdo, que lo mantendrá alejado de las canchas alrededor de 21 días, o sea que se perdería, al menos las próximas tres fechas del certamen. Un nuevo dolor de cabeza para el DT boquense, quien tampoco tendrá para los próximos compromisos a uno de sus ases de espada, Fernando Gago, también desgarrado.
La malaria de lesiones que hoy padece el plantel que maneja Bianchi, empezó a mostrarse en la pretemporada cuando Franco Cángele padeció dolores de rodilla, que le impidieron trabajar con normalidad en ese período, por lo cual no pudo comenzar el campeonato. Tampoco pudieron hacerlo Cristian Erbes y Gago, quienes arrastraban lesiones del primer semestre del año. Con la pelota ya rodando, y más todavía con los antecedentes de la primera parte del año, donde las lesiones fueron las vedettes del plantel azul y oro, la noticia fue que el DT xeneize pudo poner el mismo equipo durante las primeras cuatro fechas. Casi un milagro. Pero las buenas se acabaron en la previa a la cuarta fecha ante Estudiantes. En el entrenamiento se desgarró Claudio Pérez y en el partido se rompió el hombro Leandro Marín y se desgarró Juan Román Riquelme. ¡Alarmas por doquier!
Pero eso sería recién el comienzo. Ante Racing, en la séptima fecha, se desgarró el Cata Díaz y Emanuel Insúa sufrió una lesión lumbar, que hasta el momento le impidió jugar. En la semana en la cual Boca debía visitar a Argentinos, Guillermo Burdisso tuvo un golpe en la rodilla, y afuera. En el encuentro ante el Bicho, otra vez el Pichi Erbes, desgarrado. En las prácticas previas al duelo ante Quilmes, Ribair Rodríguez no había entrenado al 100% por algunas molestias musculares. De todas maneras el Virrey lo puso en ese partido, y el uruguayo sólo aguantó cuatro minutos, otro desgarro.
Antes del Superclásico se desgarró Joel Acosta en un entrenamiento y Nahuel Zárate sufrió un golpe. El lateral izquierdo jugó de titular casi en una pierna. Lo tuvieron que parar dos fechas después para que no se agravara la lesión. Sin dudas que uno de los golpes más duros del torneo fueron las ausencia de Román y Pintita en el choque ante San Lorenzo del domingo pasado. El “diez” no jugó por haber estado engripado, mientras que el volante central sufría su tercer desgarro en seis meses. ¡Un médico a la derecha!
Lo extraño de la situación por la que atraviesa este Boca de Carlos Bianchi es que a pesar de tantas irregularidades, de tantos sobresaltos, de tantos incendios que se debieron apagar de urgencia, el equipo sigue con posibilidades de pelear hasta la última fecha por el título.
Miércoles, 6 de noviembre de 2013
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