Quedo afuera de los cuartos de finales Vélez no es internacional  El equipo de Liniers perdió como local 2-0 contra Ponte Preta y se quedó afuera en los cuartos de final. La gran apuesta de este año fue apuntar a una Copa y se quedó con las manos vacías.
Ponte Preta es un equipo brasileño que camina a contramano de la línea histórica del país do futebol: que se aleja del jogo bonito.
Ricardo Gareca notó la diferencia en 20 centímetros: eligió al esbelto Ezequiel Rescaldani (1,88cm) antes que al chiquilín Ramiro Casares (1,66) para bancarse el juego aéreo rival y para que le enviaran centros cuando Ponte Preta, un equipo que está en la zona de descenso en el Brasileirão, se embutiera en su arco. A los tres minutos del complemento, después de una primera parte en la que Vélez al inicio se pasó de revoluciones en la aceleración y al final naufragó en el intento de imponerse, Rildo condujo un contraataque y asistió para el gol a Elías, un enganche de zurda fina y precisa que fue la excepción que confirmó la idea de que este equipo de Brasil no es muy brasileño.
De ahí en adelante, la paciencia se acabó en el José Amalfitani, y los nervios se atomizaron en los pies de los jugadores argentinos. Emiliano Papa le dio un pase a Rescaldani cuando estaba sólo frente al arquero Roberto, Fernando Tobio volteó a Rildo antes de que corriera sin más obstáculos, y así Vélez, al que no le servía el empate, quedó afuera en los cuartos de final de la Copa Sudamericana. A San Pablo, el rival en la semi, le resultará más sencillo enfrentar a Ponte Preta.
Hubo, en la noche, aroma a fin de ciclo del Tigre Gareca en el Fortín. Una puteada al aire porque a los cuatro títulos locales no le pudo sumar uno internacional. Vélez terminó chochándose con Vélez. A su juego lo llamaron a Ponte Preta. Lucas Romero, el Perro, terminó el partido como líbero, con su cuerpo de pasa de uva, mientras veía a los laterales lanzados al ataque, a Federico Insúa buscándole la vuelta, a Sebastián Domínguez como segundo centrodelantero, a Lucas Pratto mirando azorado al palo que rozó la pelota después de un desvío de Tobio: que, al fin de cuentas, dejó la garganta seca de todos los hinchas. Diego Sacoman y César, los centrales del equipo paulista, se pelearon tres veces por ver quién sacaba la pelota de la línea de meta mientras discutían los plateístas de la Norte de Vélez. Los cinco minutos de tiempo adicionado que determinó el árbitro solamente estiraron la desesperación.
En el tercero Fernando Bob –otra vez de contra– anotó el 2-0. Cáceres ya estaba en la cancha, al igual que el colombiano Jonathan Copete. Como ante Newell’s en la Copa Libertadores, Vélez fue eliminado en su casa. ¿Se irá Gareca después de cinco años en Liniers? La Recopa 1997 todavía es, allá a lo lejos, el último título internacional de Vélez.
Viernes, 8 de noviembre de 2013
|