Boca Ahora la pelota la tiene Bianchi  El entrenador reconoció ser el máximo responsable de la mediocridad del equipo. De cara al futuro, sabe que de él depende no repetir los mismos errores y encontrar las soluciones. Tiene una gran ventaja: el hincha lo respalda.
El domingo Boca se bajó dos paradas antes del final del recorrido. Lo decidió por cuenta propia. Carlos Bianchi y sus muchachos, por varias razones, que se mencionan a continuación, decidieron de antemano no terminar la pelea por el título. Los números todavía le dan una mínima chance, pero el alma de este Boca no da más y se acabaron las esperanzas. Ahora vendrán los tiempos de análisis, de autocríticas, si es que las hay, de limpiezas y de tratar de resurgir de entre las cenizas. Si bien el DT deberá sentarse a hablar con los dirigentes el tema refuerzos, sólo puede traer dos. El DT tiene la dura tarea de levantar a un equipo destruido anímicamente. El Virrey sabe de eso y mucho. Todo depende de su muñeca. 1. CARLOS BIANCHI Con el 0-2 ante All Boys consumado, Carlos Bianchi, sabiendo que las chances de dar la vuelta olímpica se acabaron al menos por este año, asumió, por primera vez desde que regresó a fines de 2012, toda la responsabilidad por otra frustración xeneize. Llegó un poco tarde, pero llegó al fin, el mea culpa del Virrey. Porque el DT boquense cometió errores a lo largo de este certamen. Tuvo todos los refuerzos que pidió y así y todo nunca pudo consolidar un equipo fuerte dentro del campo de juego. Erró en varios planteos, también en cambios que, o no sirvieron para revertir un mal resultado, como ante All Boys, o desbarataron el andamiaje propio, regalándole la iniciativa a los rivales, como ante Central. Tampoco supo poner los ojos en los pibes de las inferiores cuando se le comenzaron a lesionar tantos jugadores. Improvisó y siempre le salió mal. ¿Los seis años sin dirigir lo han desactualizado del fútbol actual? 2. JUAN ROMÁN RIQUELME El ídolo de todo Boca jugó un torneo de bueno para abajo. Si bien demostró que, con poco, le sobra clase e inteligencia para torcer el rumbo de un partido, como ante Tigre, Román, entre lesiones, gripes, sus 34 años y actuaciones que no estuvieron a su altura, dejó más en el debe que en el haber. Y claro que Boca lo sintió. Tampoco el Virrey lo rodeó, salvo cuando jugó con Gago, de jugadores que entraran en su sintonía. 3. FERNANDO GAGO Llegó lesionado, pero sin embargo su arribo generó muchas expectativas en los hinchas boquenses, sobretodo cuando lo soñaban al lado de Riquelme en la mitad de la cancha. Pero las eternas lesiones de Pintita lo tuvieron más afuera que adentro de la cancha. Jugó solo siete partidos, seis de titular, y en esa media docena de encuentros el volante de la Selección mostró su clase y su equipo fue distinto, como ante Vélez y Racing. Sin dudas, su ausencia fue la que más sintió el equipo. 4. LA DEFENSA Se reforzó con Daniel Díaz, un experimentado en la zaga central, pero su arribo no logró disimular los viejos desacoples en la última línea. Bianchi borró a Burdisso y a Caruzzo, improvisó con Ribair Rodríguez de “2”, probó con volantes en la posición de marcador lateral derecho, indultó a Caruzzo para ponerlo de “4”. Todo eso fue la nada misma. Las grietas defensivas, por arriba y por abajo, son alarmantes hasta el día de hoy. Para colmo las veces, tres, que Agustín Orion se fue a la Selección, Emanuel Trípodi, su reemplazante, no anduvo bien. 5. EL MEDIOCAMPO Dejando de lado a Román y Gago, los distintos del equipo, el resto nunca estuvo a la altura de lo que es Boca. Erbes, Méndez, Ledesma, Sánchez Miño, Paredes y Ribair, cuando jugó en ese sector, nunca pudieron darle un toque de calidad a la media cancha xeneize. Tampoco lo hicieron a la hora de recuperar. Más aún cuando no les tocó jugar a Riquelme y a Pintita, ahí directamente el equipo careció de juego y siempre fue superado categóricamente, como pasó ante Olimpo en Bahía o ante San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro. 6. ATAQUE La delantera xeneize quizá es uno de los puntos menos cuestionables del equipo, aunque fue Emmanuel Gigliotti el que salvó más las papas. El Puma metió siete goles seguidos, pero después de convertirle a Colón en la 17ª fecha, se le mojó la pólvora. Su compadre, Juan Manuel Martínez, quien tiene otra función, más por afuera, sólo anotó un gol, justamente ante el Sabalero, y se perdió muchos más. Igualmente el Burrito estuvo en un sube y baja a lo largo del torneo, alternando buenos partidos, con algunos bastante flojos. Ni Blandi ni Cángele aprovecharon sus chances. Riaño fue el único que cumplió. 7. LAS LESIONES Sin dudas las vedettes de este año en Boca fueron las interminables lesiones que sufrieron casi todos los integrantes del plantel. Las de Riquelme y Gago fueron las que más repercutieron, pero salvo Orion y Gigliotti, el resto de los futbolistas debió parar en algún momento por problemas musculares. Y lo peor de todo es que casi todas las lesiones, la mayoría desgarros, se dieron en entrenamientos. Es por eso que todos los cañones apuntan al preparador físico, Juan Manuel Alfano. Incluso el propio presidente del club, Daniel Angelici, puso en dudas el trabajo “profe”. 8. LA MENTALIDAD Bianchi manifestó que el gran problema de Boca es mental. Y una muestra se vio el domingo cuando salió Riquelme. El equipo se cayó anímicamente, con los resultados ya conocidos. También, un pase de facturas que hizo el DT tras la derrota ante los de Floresta fue “los jugadores dieron el máximo, el tema que el máximo no es el mismo para todos”. Y sí, en este tiempo hubo y hay jugadores a los que parece que la camiseta de Boca les pesó un quintal. 9. PARTIDOS CLAVE Boca a lo largo de este torneo no tuvo la jerarquía para ganarle a tres de los cuatro equipos que hoy pelean el título: 2-3 con Newell’s, 0-1 con San Lorenzo y 2-3 con Arsenal. Con Lanús juega el domingo. Pero tampoco supo aprovechar partidos “ganables” en los papeles, cuando tuvo que medirse con equipos que hoy pelean por no descender. Perdió con Olimpo y All Boys, empató con Godoy Cruz y Argentinos y sólo venció a Colón. 10. ANGELICI El presidente del club mostró en estas últimas semanas su falta de tacto al salir a hablar sobre temas delicados, como la continuidad de Bianchi, en un momento caliente del campeonato. Claro que lo hizo por una cuestión de ego, ya que un día antes Riquelme había pedido que se mantenga al DT por mucho tiempo. También, hace unos días, puso en tela de juicio la renovación del contrato justamente del “diez” xeneize.
Martes, 26 de noviembre de 2013
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